Ktja.
Dos semanas después.
- ¿Crees que sí debamos decirle?
Alcé mi cabeza para poder ver a mi novia, ya que estaba tendida en su pecho, envolviendo su cintura con mis delgados brazos y nuestras piernas enredadas. Ella había venido a quedarse en mi casa.
-Obvio que sí, cariño. –Sonrió socarronamente. –No podemos simplemente hacer lo que tenemos planeado sin decirles. Aunque nuestros padres ya sepan.
Asentí dándole la razón. –Bien, y ¿Cómo les decimos?
-Fácil, más tarde vamos a casa de Becca y les decimos. –Acarició mi rostro con su mano. –Recuerda que iban a decidir qué hacer para el cumpleaños de los gemelos.
- ¡Cierto! –Exclamé soltando un suspiro en frustración. –Había olvidado que los gemelos cumplen diecinueve en dos días.
Sarah ríe. –También lo había olvidado, pero shh, no digas nada.
Ambas reímos y poco después nos instalamos a ver una película. Yo soy Simón, para ser más concreta. Amaba esa película con todo mi ser, es decir, Simón en una clara demostración de que, si insistimos un poco, las cosas se nos darían, que todo puede derrumbarse y hacer parecer que no vamos a poder seguir adelante, pero se lograrían. Deja un lindo mensaje y la amé desde la primera vez que la vi.
Apoyé mi cabeza en el hombro de mi novia y ella pasó su brazo sobre mis hombros para abrazarme, mientras nos manteníamos apoyadas en la cabecera de la cama.
Yo seguía sin creer que ya llevaba cuatro años con ella, era... era inexplicable como duramos tanto con las cosas malas que tuvimos que pasar a lo largo de nuestra relación. Criticas, la gente murmurando sobre nosotras cuando nos tomábamos de la mano en los pasillos, el rechazo de nuestros padres cuando se enteraron de lo nuestro, y, lo que más me dolió, que nos denigraran en el instituto por ser novias y que, una vez, llegaran a golpearnos. No fue grave, unos cuantos moretones en el rostro. Eso porque los gemelos y Christian, que en ese momento estaba aún en el instituto, nos defendieron. Fueron los mismos chicos que quisieron mal poner a Megan. Aunque la diferencia entre nosotras es que Sarah y yo casi ni nos metemos en problemas y siempre somos pacíficas, y Megan es más de defender su punto y siempre acabar en problemas, y en la dirección.
Amo a Sarah, y por eso tomamos la decisión que tomamos hace una semana. Queríamos dar un paso nuevo en nuestra relación y esperaba que los chicos nos apoyaran, así como lo hicieron nuestros padres.
Cuando la película terminó me metí al baño para darme una ducha y acomodarme para salir a casa de Becca. Sarah hizo lo mismo cuando salí del baño. Y yo, por mientras, me puse un vestido veraniego con un estampado de flores muy lindo, unas sandalias blancas de correas y me puse perfume.
Sarah, por su parte, un short de jean de tiro alto, un top negro y sus preciadas vans.
Salimos de la casa luego de despedirnos de mis padres y nos montamos en mi auto, el cual Sarah insistió en manejar, pero no la dejé. Quince minutos más tarde llegamos a la mansión de Becca. Nunca dejaría de impresionarme su hogar, los padres de Becca nadan en dinero y por ello tienen una casa tal linda. Y tiene de todo, realmente todo; puede llegar a sorprenderte qué puedes encontrar en cualquier cuarto de esta casa, incluso en el patio.
Bajamos de mi auto y nos adentramos a la casa como si fuera nuestra, caminamos al patio trasero, donde Chris, Luka y Megan se encontraban saltando en el trampolín como si fueran niños pequeños. Araiz, Becca, Ariana y Demian se encontraban jugando voleibol.
Ya entienden cuando digo que la casa de Becca tiene de todo, ¿no?
- ¡Hola, chicos! –Saluda mi novia andando hacia la cava que yacía en el suelo, tomando uno de los frascos de jugo de naranja que están ahí.
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Sí, me gustas, ¿Y qué?
Novela JuvenilElla es Megan Dawson. A Megan le atraen las chicas, o eso creía ella. A Megan le gustan las fiestas. Pero específicamente una va a ser su perdición, básicamente cambiará todo lo que ella creía ser y de lo que ahora ya no está tan segura. De...