3- Perdido.

891 117 9
                                    

Stiles se sentía perdido en la espaciosa habitación, era casi toda su casa y hasta más. Las paredes estaban recubiertas por un papel tapiz verdoso con figuras de color dorado, cortinas de seda a juego con las sabanas de la espaciosa cama y del closet se podía ver sobresalir un montón de vestidos de todos colores.

La tela se meneaba con la brisa que entraba de una venta mal cerrada y la mente de Stiles comenzó a divagar de cuando las faldas de su madre se meneaban con el viento veranero de la colina de su pueblo. Jugando con él, corriendo por la yerba.

Sus manos tocaron la textura de la tela, deslizando su pulgar lentamente por el fino algodón.

—Lo siento, fue mi error —Stiles ni se había dado cuenta cuando habían abierto la puerta. No sabía si habían tocado o algo parecido. El chico de rulos, llamado antes Isaac por el amo de la casa. Se miraron un momento y Isaac fue hasta el closet, lo abrió bruscamente y tomo todos los vestidos que pudo llevar en sus brazos para sacarlos de ahí —Ya mañana se llenará con ropa que puedas usar. Por cierto, soy Isaac.

Debut y despedida pues el ajetreado chico salió de la habitación con todos los vestidos, escena que le pareció algo graciosa a Stiles logrando sacarle una sonrisa después de tanto.

—Stiles —respondió en un tono muy bajo esperando que lo haya escuchado.

Isaac parecía un buen chico, pero lo que le asustaba de esa casa no era otro más que el amo de ella. No lo había tratado precisamente, pero su aura gritaba peligro.

Esa noche como las anteriores no podría dormir. Al menos descansaría en una cómoda cama. Incluso pensó en usar el somnífero que aún guardaba con el mismo.

Quizás dormir y no despertar más.

Se deshizo de esas ideas de inmediato.

Se tiro en la cama y miro el techo.

Esa noche Stiles no era el único inquieto. Derek estaba haciendo su propia tormenta.

Tener a los Argent tras de él. Todo parecía un raro complot donde en cada salida tenía a un Argent pisándole los talones. Por un lado, Kate que quería consumar matrimonio lo antes posible y ahora su hermano Chris, que seguramente ya le estaría investigando la razón de por qué compro un acompañante.

Derek sabían los rumores que se decían de él en la ciudad. Sus raros ideales socialistas. Su mente fantasiosa que soñaba con un mundo mejor donde el mundo no estuviera dividido por castas, donde se le prestara más atención al arte, la música y la poesía que a la moneda. Un psicótico total.

Y para los Argent y todas las grandes casas, incluso para los suyos, los Hale. Derek presentaba un peligro.

"Argent no permitirá que andes husmeando en su negocio"

Recordó las palabras de Isaac.

Tenía toda la boca llena de razón. Si tan solo hubiera sabido de un principio donde era que se metía nunca hubiera actuado como lo hizo.

Le recriminaría a su tío después.

—Señor, tiene una inesperada visita... —Derek frunció el ceño. ¿De quién se trataba a estas horas de la noche?

—Hazla pasar, Isaac —se echó el cabello para atrás con fastidio. Tomó lugar en su escritorio esperando a quien pudiera ser.

—Supuse que estarías trabajando hasta tarde —Una voz melosa se coló en el despacho, sin si quiera haberle mirado él ya sabía de quién se trataba.

—Creí haberle dicho que no aceptaría el matrimonio sin importar lo que dijera mi madre —le dejó nuevamente.

—Oh, vamos Derek —camino hasta él detrás de la silla, se le pego como reptil, deslizando las manos por su torso y pecho, reptando como una víbora —Sabes... yo también soy de mente abierta... no me interesa guardarme hasta el matrimonio... tú y yo podríamos divertirnos —Su mano había llegado demasiado abajo por la entrepierna del hombre. Conocía la calaña de la mujer y sabía que no pararía ahí. Le molestaba no ver ninguna reacción del hombre ante sus toques, como si no estuviera ahí.

Innocent lust-SterekWhere stories live. Discover now