Innocent lust-Sterek

13- Charla

Con la pequeña Cora en la casa Derek decidió que no era apropiado que Stiles fuera a su habitación, así que fueron unas semanas de descanso para el chico. Que ya con tantos problemas, los encuentros que se estaban volviendo continuos pararon.

Derek habló con su madre por teléfono desde la última vez. Por la cara con la que salió del despacho se podía ver que fue una conversación pesada, pero dejó a Cora quedarse y nunca fue a buscarla a la casa.

Con suerte, a oídos de su madre no llego la noticia de la adquisición de un acompañante.

Los días fueron normales y animados. Febrero había llegado. Stiles pasaba sus días ayudando a Isaac, que lo mantenían bien vigilado. Más por Jackson, que temía que volviera a auto lesionarse. Las tardes las pasaban el patio trasero haciendo algo de jardinería.

En los momentos en los que Stiles se sentía nostálgico. No había día que no pensara en su padre o Scott. Solo esperaba que estuvieran bien.

Él lo estaba y aunque muchos consideraban mal que aceptara su estilo de vida. Stiles no lo consideraba ningún martirio.

Derek pasaba más tiempo en la fábrica y Jackson comenzó a impartir su trabajo como comerciante en la ciudad, trabajo difícil pues no había nadie que no conociera la juguetería Hale.

Derek y Stiles hablaban menos por cuestión de tiempo y aunque no quisiera admitirlo, se extrañaban. Extrañaban estar juntos.

—¿Con esta tierra es sufriente? — Preguntó Isaac con dos tinas de tierra negra para la pequeña parcela que estaban creando. Las puso en el suelo y se limpió el sudor de la frente dejando una mancha de tierra.

—Es mucha, las semillas son pequeñas, sólo espárcelas por sobre la tierra húmeda —se bajó al suelo y con cuidado tomó un puño de las cubetas y lo espolvoreo por el lugar designado, luego hecho las semillas y pasó una mano por encima para taparlas —Crecerán en marzo.

—Nunca te pregunte cómo es que sabes tanto de esto... eres muy bueno con los labores de la casa y la siembra.

—Bueno... solía dedicarme a esto antes... de ya sabes... —tema difícil de hablar y Isaac lo sabía mejor que nadie.

—Stiles... ¿Eres feliz? —la pregunta lo desconcertó, de momento estaba plantando rosas y de otro le hacían esa pregunta —Quiero decir ¿Sufres al estar aquí? ¿Al tener a Derek?

—Yo... bueno es que cuando estoy con él se me va el habla... mis piernas tiemblan y no sé qué decir o hacer, tú bien conoces lo expresivo que soy, pero con él... mi timidez sale a flote —suspiro — Siento que es la mayor autoridad y que no debo pasar ese límite, que si confió demasiado me irá mal.

—No sé cómo estén las cosas entre ustedes...

—Pues según yo, dejo muy claro que él era el amo y yo el acompañante y debía acudir a sus necesidades masculinas. Solo ejerzo un empleo y aquí no hay cabida para la pregunta de la felicidad.

—Mmm... cuando alguien no es feliz en su trabajo también lo cambia.

Stiles suspiro nuevamente.

—No lo sé, Isaac. No tengo la respuesta exacta. ¿Ser feliz es acaso resignarse? Estoy muy confundido —tomó su bastón para apoyarse para levantarse.

—El tiempo aclarara todo....

—Claro, porque tengo el tiempo de todo el mundo —se burló sarcástico.

—Ve dentro, yo dejaré la tierra sobrante.

Stiles entró por la puerta de la cocina y se topó a Cora.