10- Dolor

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Al igual que con Stiles la vida de Scott cambio. Se fue acostumbrando a los malos tratos que tenía en el trabajo. Si no era por lo clientes malhumorados era el mayordomo. Pero había logrado juntar algo de dinero y mandárselo a su madre. También guardo otro poco para hacer un retrato hablado de Stiles y poder buscarlo. No envió una carta a su madre ni le contó dónde estaba, solo un sobre con algo de dinero y así mismo hizo con el padre de Stiles para que no se preocupara y creyese que fue el mismo chico quien lo había mandado.

Ahora se encontraba repartiendo las flores entre los jarrones de los pasillos, como toda mañana por mandato del señor Vitaly.

Era una tarea aburrida y cansada. Pasearse por los pasillos con una canasta como niña de las flores en boda.

Sinceramente prefería lavar los platos.

Ya era la segunda vuelta que daba para ir por más flores y aun no terminaba el pasillo.

Camino campante cuando se dio cuenta que uno de los jarrones que supuestamente ya había llenado se encontraba vacío.

¿Pero qué estaba pasando? Siguió más delante y se dio cuenta que algunas flores de color blanco faltaban. Luego vio al culpable de todo eso.

La chica de la otra vez. La hija de Argent, Allison. Estaba tomando todas las flores que él ya había puesto.

—¡Oye! ¡no hagas eso, llevo toda la mañana! Y tú quitándolas —le regaño. No importaba que fuera la hija de Argent.

La chica lo miró con aquellos grandes ojos coquetos que sabía que tenía. Dejo las rosas y se limpió las manos en la falda del vestido.

—Lo siento, pero estoy trabajando en mi pintura y necesitó un modelo...

—Pues te traeré algunas rosas cuando acabe con los jarrones, pero no los quites.

Allison sonrió.

—Sabes... tengo una mejor idea —le tomó de la mano y lo jalo hasta su habitación —Tú serás mi modelo.

—N-no ¡Espere señorita! —la canasta cayó fuera de la puerta donde Scott fue metido a la fuerza. Cerró bruscamente de un empujón.

Seguía empujándolo, acorralando hasta donde se encontraba la mesa para el florero y delante de ella el lienzo donde se supone que pintaría. Le empujo contra la mesa y ahí la chica puso sus manos sobre su pecho. Le arrancó el saco de tirones e hizo lo mismo con la camina. Scott no hizo nada, se sentía abrumado, confundido y con miedo.

Destapó su torso y se le quedo viendo. Allison intento besarlo, pero Scott la apartó.

—Bien, podemos dejar eso para más tarde —lo dejo ahí arrinconado a la mesa y tomó su lugar frente al lienzo. Tomó la tiza comenzando a dibujar el cuerpo del chico.

—Señorita...

—¡Calla! —continuo con lo suyo. Tomó la paleta viendo los distintos colores que había vertido en ella —Veamos cuál se adapta mejor a tu tono de piel... eh de decir que es muy poco común por aquí... —Fue hasta él para pegarle el pincel en la cara, deslizándolo por su cuello hasta el pecho. La pintura era mucho más oscura al color de piel de Scott, resaltando por mucho —habrá que ponerle un poco de blanco... ¿no crees? —le dijo en sus labios. Tan cerca provocando a que le besara. Scott no tenia a donde huir.

Mientras tanto Chris se paseaba por los pasillos, al pasar por la habitación de su hija vio la canasta con las que se acomodan los floreros tirada en la entrada.

Abrió la puerta sin tocar encontrándose con la escena. Scott sobre la mesa sin camisa y su hija cerca de su rostro. No podía saber si estaban besándose o no. Apretó los puños.

Innocent lust-SterekWhere stories live. Discover now