Innocent lust-Sterek

11-Fantasmas

Cuando Stiles se despertó ya era casi hora de anochecer. Abrió los ojos con un bostezo y el humo a tabaco llenó sus fosas nasales. Se giró hacia en lo que estaba recargado y miró a Derek fumando un cigarrillo.

El brazo de Derek estaba casi dormido. No se había movido en todo el rato que el chico estuvo ahí.

—Me siento fatal —le dijo llamando su atención.

Derek se dio cuenta de que había despertado y a pago el cigarro en el cenicero.

—Bebiste mucho...

—No recuerdo nada después del tercer vaso —se sostuvo la cien con sus dedos. Derek se sorprendió. Stiles no recordaba lo del beso. De cierto modo fue bueno pues no sabría cómo actuar después de eso.

—¿Es verdad? —preguntó con tono neutral.

—Si, la verdad. Me siento mareado, con un hueco en el estómago y me duele la cabeza...

—Bienvenido a tu primera borrachera...

Stiles no pudo evitar sonreír, pero de inmediato su estómago se devolvió. Busco el bote de basura a un lado y vómito.

Derek le sobo la espalda.

Cuando se levantó Derek le extendió un pañuelo para que se limpiara.

—¿Qué hora es?

—De irnos, ya es tarde. Te quedaste dormido por cinco horas —Derek se levantó y ayudo al chico.

Salieron de la sala y fueron a las puertas por las que pasaron anteriormente.

—Señor Hale, me informa la señorita Erica que tendrá que salir por la otra puerta. Argent llego y está en el local —les dijo el hombre que anteriormente los había guiado.

—¿Qué? ¿El aquí? ¿Pasará para el club? —le preguntó entrado en pánico.

—No sabría decirle señor. Lo mejor es que se marche pronto. Ya le avisé a su cochero y le espera de otro lado.

—Gracias —Ambos se fueron por la segunda puerta que en sí era la principal del casino. Derek le puso el sombrero a Stiles antes de salir y tal y como dijo, el coche ya estaba ahí esperando. Subieron camino a casa.

Érica había alcanzado avisar rápidamente al cochero de los Hale que se quitara de la entrada. Solo por mera casualidad que se le ocurría mirar el atardecer. A lo lejos había visto el coche de los Argent venir.

Se sentó en el recibidor como si todo fuera de lo lindo. La campanilla sonó y Chris Argent entro al local y tras de él un chico con las manos cargadas de ropa.

—Señorita, aquí un encargo —Scott tímido se acercó al mostrador y dejó la ropa en el mostrador.

—Veamos.... Botones —dijo cuando vio el chaleco y la camisa... —las tendré para mañana al igual que las demás —le dijo sonriente.

___ ¿Puede ser antes? es el uniforme de este niño... ha sido muy descuidado y tiene que presentarse a trabajar mañana por la mañana.

Érica observó a Scott con la mirada baja. Miro su ropa en especial su camisa.

—vaya que le queda grande... ¿No le gustaría que diseñara una para él?... recibí una nueva tela que va con su color de piel...

—Lo pensaré... quizás cuando se porte bien, por ahora solo será eso.

—Está bien. Un mensajero se lo llevara en la noche.

—Gracias, tan eficiente como siempre.

—Un placer complacer a uno de nuestros clientes habituales señor... —Érica se percató de la sangre en la mano de Chris —Se hirió.... Déjeme darle un pañuelo.