Innocent lust-Sterek

6- Trato

Derek ni siquiera toco la puerta, se coló en la habitación silencioso viendo que era cierto lo que Isaac comentó. Ahí estaba Stiles boca abajo tirado entre las sábanas hecho un ovillo. Llevaba puesta la misma ropa a la noche anterior. Derek levantó el objeto que había traído de su taller y las alzó moviéndolas un poco.

Las campañas de viento provocaron el sonido tan típico de ellas, misterioso y tranquilo. Stiles de inmediato se levantó para ver de qué se trataba. Se petrifico al ver a Derek ahí.

—Me dijo Isaac qué no quisiste comer...

—No tengo hambre.

En cambio, a la noche anterior, había recibido una respuesta pronta y con cierto tono de enfado.

Estaba en todo su derecho.

Pero el semblante de Derek no mostró lo que en verdad quería expresar. Sus cejas estaban fruncidas y su profunda mirada hicieron pensar a Stiles que se había enfadado con su atrevimiento.

Se estremeció haciéndose más pequeñito cuando lo vio caminar hasta él. Colgó las campanas de viento en el respaldo y llevó su mano hasta su cara. Pensó que sería golpeado, pero no. La palma del hombre se posó en su frente revisándolo.

—Estas bien... Pensé que podrías sentirte mal...

—A-a d-decir verdad... siento una rara sensación en el estómago —Derek se sentó en la cama. Stiles le miraba con los ojos bien abiertos. Estaban hinchados y rojos con ojeras debajo de ellas. ¿Había estado llorando? ¿Él lo había provocado?

—¿Por qué no lo dijiste antes? —Estaba siendo nuevamente abrupto.

—¿Qué cosa? —el chico era un perfecto actor o realmente no sabía a lo que se refería. Derek aún no se creía que pudiera haber tanta inocencia en un ser.

—Sobre tu primera vez... ¿por qué no me dijiste pese a que te estaba lastimando...?

Stiles se encogió de hombros. Ni él lo sabía. Se sintió tan perdido, confundido y con tendencias autodestructivas. Pensando en que se merecía todo lo malo.

A quien engañar. Desde que había nacido el mundo lo trataba con la punta del pie.

—No pensé que fuera necesario.

—Pues lo era, pude haberte hecho daños graves. En sí, quiero que un doctor te revise.

—¡No! —Stiles salió de las cobijas sentándose en la cama, aprisionando el brazo con el que Derek se recargaba en el colchón. Derek se quedó mirando el avellana de sus ojos en un encuentro de miradas —No quiero que nadie me vea... me da pena.

—Yo ya te eh visto, no pasara nada porque lo haga un médico. Es uno de confianza.

Stiles negó.

—Mi cuerpo es deforme... No me gusta que lo vean... —regreso a su pose actual y se cubrió con las sábanas.

¡Pero qué diablos decía este chico! Su corporatura era la más exquisita que había visto, una piel tan banca que parecía porcelana pura y esos lunares que ¡uff!

—¿Me dejaría revisar a mí? —quiso intentar. Si no había dada grave podía dejarlo pasar, pero si veía algo fuera de lo normal llamaría al médico.

—Cuando no haya luz —le concedió la petición, pero bajo sus condiciones.

Derek río.

—Si no hay luz no podré ver bien... —Stiles no dijo nada, no iba a cambiar de opinión —También fue mi primera vez... nunca lo había hecho con un chico y por la situación debo decir que esto no parara en algo de una vez, tendré que seguirlo haciéndolo. Es una situación bastante complicada... verás soy un cabezudo y no leí algo de era de importancia, así que por favor déjame preocuparme por tu salud ya que me disté el consentimiento.