12- Escape

551 78 6
                                    

Siguiendo una corazonada, Derek sabía bien hasta dónde ir. Mucho más allá de sus tierras. La cascada que daba al río de la ciudad.

Como Stiles contó. Él se movía ágilmente entre la maleza, mucho más de lo que lo hacía en las escaleras o en la calle. La seguridad faltante que no tenía en esos lugares ahora estaba presente.

El viento zumbaba al chocar contra ellos, pero eso no los detuvo. A unos cuantos centímetros Stiles seguía a Derek.

Derek siempre supo que algo no iba bien con Isaac, desde que lo conoció se dio cuenta, pero a la vez lo olvido cuando por fin pudo volver a reír.


Jackson había ido muy temprano a ver como se encontraba Isaac, más cuando salió de su habitación lo vio bajando las escaleras como ido. Lo llamo, pero eso solo hizo que el de rizos agilizará el paso.

Así con su pijama y los pies descalzos salió al bosque, pisando la tierra fría y camino a la montaña.

—¡Isaac!, ¡Regresa! ¡¿Qué es lo que intentas hacer?! —el viento se llevaba su voz regresándola. El rubio iba mucho más lejos.

—¡Déjame! —escucho como un eco hasta sus oídos.

Jackson iría tras de él, lo seguiría hasta el fin del mundo. Incluso al acantilado. Eso fue lo que pensó cuando lo vio ahí, parado en el borde.

No podía hacerse a la idea de perderlo.

Isaac se giró. Estaba llorando, volvió a mirar al vacío con intenciones de terminar con su vida.

—Isaac, mentiría si te dijera que se cómo te sientes. Pero si me lo cuentas estaré ahí para entenderte, para ti y para todo lo que necesites.

—¡Es que no lo entiendes! ¡Todo me lo recuerda! ¡Esta situación!, ¡Stiles!, ¡Tu llegada! ¡Todo! —gritaba con coraje. Las lágrimas recorrían sus mejillas desvaneciéndose a la mitad —Es que tú... eres parte de mi pasado y aunque no quiera, aunque me diga a mí mismo que no debe ser así.... Tú me recuerdas a todo eso —sorbió — Y cada vez que intento tocarte y acariciarte no puedo evitar ver mis manos manchadas de sangre y cuando tú lo haces... veo esas manos que quisieron hacerme daño. Esto no es justo para ninguno de los dos...

—Isaac... —Jackson intentó caminar hasta él.

—No digas más —lo detuvo haciendo una seña con su mano —No te acerques —volvió a mirar al acantilado. La corriente del río terminaba en la cascada y bajaba impetuosa rompiendo el hielo que se formaba en el vacío — Dime que pasará cuando todo se sepa... algún día se sabrá. Estás en peligro aquí y si no fuera por mí, tú nunca hubieras regresado. Si yo no estoy no hay razón por la que te quedes.

—¡A mí no me importa nada de eso!... No me preocupa y sé que a Derek tampoco le importaría. ¡Así que por favor ven a mí! No seas él que esta vez se vaya, no me dejes solo.

Isaac negó. Ya no había marcha atrás en la decisión que había tomado. Su mente había llegado al límite, por más que había tratado de ocultarlo, de hacerse el fuerte.

Isaac se dejó caer al vacío. Jackson corrió a abrazarlo. Sus brazos se enredaron en su cintura sosteniéndole. Aferrándose. Se dejó caer hacia atrás para mantenerlo a salvo. Isaac ya no hacía ningún movimiento. Se echó a llorar en el pecho sobre Jackson. Cerró los puños y le dio leves golpes que fue apaciguando.

Jackson solo pudo arrullarlo en un silencioso tarareo.

—¿Seguro que podremos? —murmuró.

—Contigo lo puedo todo, Rulitos.

Los dos chicos escucharon ruidos.

—¡Mira ahí están! —era la voz de Stiles. Divisaron al chico y al poco tiempo a Derek detrás.

Innocent lust-SterekWhere stories live. Discover now