Nuestro amor por el Arte - Wos

Capítulo 2: Disfrutando del día al máximo

«La gente que contagia alegría debería ser eterna.»

Alessia

1 de diciembre del 2018; 04:15 p.m.

Ya había bailado en frente de todas esas personas.

Ya había mostrado mi pieza al mundo del baile. Mi primera pieza, mi primera coreografía.

Ya definitivamente había dado un paso más a lo que exponerme más como coreógrafa se refiere. Al menos en este ámbito.

Al bailar siento que el mundo se para y mis problemas desaparecen. Solo fluyo ante el sonido de la música sin importar el estilo que sea. Claramente tenía un estilo de baile favorito, creo que todos los bailarines lo tenemos. Pero al menos en mi caso, me dejo fluir ante cualquier estilo sin importarme mucho en sí era mi fuerte o especialidad.

Mi fuerte es el contemporáneo, es allí donde me siento libre de poder interpretar la música como lo sienta. ¿Mi estilo de baile favorito? El hip hop; uno complemente diferente al anterior. Sin embargo, ambos los disfruto diariamente e intento de compaginarlos en mis coreografías; hacer algo vistoso, diferente y que le guste al público.

Al presentarme junto a Matías en el escenario sentí todos mis miedos en frente. Pero cuando sonó la música y vi de reojo en la pantalla de atrás un pequeño fragmento el vídeo que preparó Matías, ignoré todo.

Ignoré los gritos de aliento de Caro. Se hizo escuchar más que nadie.

Ignoré el hecho de que estuviesen los directores de la academia presente.

Ignoré que estuviesen cientos de personas, bailarines y coreógrafos viéndonos.

E ignoré todas mis preocupaciones.

Sólo sentí la música, las luces eran tenues, Mati me sonrió y ahí me sentí tranquila, dejándome llevar completamente. Bailé como lo ensayamos en el estudio, con el alma, dando todo y tratando de lograr que las personas presentes conectaran conmigo y con la coreografía. Por eso la puesta de escena e interpretación era fundamental en esta pieza.

Al terminar la coreografía seguía en mi trance, por así decirlo, tardé unos segundos para darme cuenta de la ovación de algunos del público y los aplausos de los demás.

Me sentí plena y gratamente sorprendida por ese apoyo por la gente. Estaba feliz por haber dado este paso y tener la valentía de presentarme. Sin duda alguna tenía que agradecerle a Matías por ello.

─Ale, dentro de poco harán la entrega de los premios. ─me dice al oído Matías, a quien no he dejado de abrazar desde que salimos del escenario. Ambos estamos sentados en el piso del camerino esperando a que terminasen los demás concursantes.

─ ¿Tan pronto ya? Pensé que esto terminaría como a las 06:00 p.m.

─Creo que eso es lo máximo que puede durar el evento. ─señala. ─Además, deben hacer entrega de premios a los mejores 10 concursantes en cada una de sus categorías, dar esos discursos de agradecimientos por haber ido y toda esa mierda de relleno.

─Bueno, tienes razón. ─hago una mueca. ─Tengo hambre bolu, espero que Caro nos premie con una buena cena.

Cambio totalmente el tema a lo que se Matías ríe. ─Lo más probable es que nos invite a comer algo y luego nos implore por ir al boliche.

─Hoy no tengo queja alguna, eh. ─digo guiñándole un ojo. ─Me siento muy feliz. Solo quiero comer algo rico, ir a ducharme, ponerme bien guapa y salir a bailar junto a mi mejor amiga si así ella lo desea. ¡Hasta podría emborracharme! ─sonrío con ganas viendo hacia el techo. Solo siento felicidad en mí, tenía mucho tiempo sin sentirme tan a gusto por hacer algo. Salí totalmente de mi zona de confort y era gratificante el resultado, como dije, para mí lo importante era sentirme de esta manera al dejar el escenario y lo conseguí.