Capítulo 3: Nunca envíes vídeos borracha

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«Que adictivas son las personas que te hacen reír.»


Alessia


2 de diciembre del 2018; 02:45 p.m.


─ ¡Dime que no le envié todo eso! ─le grito a Caro. Ella suelta una carcajada inclinando su cabeza en el sofá. ─No,no,no, matame. ¡Le envié vídeos Carolina! ¡VÍDEOS!

Exclamo sorprendida manteniendo mi vista hacia mi celular.

¿Será que a mí me encantaba pasar vergüenza frente a Valentín Oliva? Digo, es lo único que parecía saber hacer.

Caro sigue riéndose con todas las ganas del mundo, creo que incluso suelta unas lágrimas por tanto reírse.

Bueno, al menos alguien parece divertirse.

Paula sale de la cocina con un vaso de agua y una pastilla que seguramente sea para el dolor de cabeza. Me lo tiende y yo lo tomo con gusto aún estando en estado de shock al ver esos vídeos que le envié a las 04:00 de la madrugada a Wos.

Son un total de tres vídeos de 30 a 45 segundos de duración cada uno, aproximadamente.

El primer vídeo es uno donde me encuentro bailando junto a Carolina una canción de salsa. Miro a Paula sospechosa porque empiezo a recordar que Caro le dio el celular a ella.

La canción era rápida, cosa que me encanta porque ese tipo de salsa es donde podemos bailar más a gusto. Tanto Caro como yo seguimos bien el ritmo de la canción y me sorprende que para haber tenido ese estado de embriaguez, mantuviera la coordinación en las vueltas y en los pasos que daba.

El segundo vídeo es otro donde me encuentro bailando una canción brasilera pero esta vez estoy sola. Claro que este vídeo es el que más me avergüenza porque es la típica canción donde debes perrear o hacer "twerk". Vamos, que no se me da nada mal ello pues sé mover muy bien mis caderas, pero el hecho de que se lo haya enviado sin vacilar por el alcohol y estado de ebriedad... quería desaparecer. En el vídeo se escuchan los gritos de ánimo de Carolina y los silbidos de un chico.

Alguien que me dé un boleto para otro país. No aguanto esta vergüenza.

Al menos estaba de frente a la cámara y no de espaldas, es lo único que me consiente saber.

Y finalmente, el tercer vídeo es uno más tranquilo que parece que grabo yo misma en el cual estoy cantando una canción vieja de reggaetón junto a Paula. Digo parece porque no recuerdo haberlo grabado, imagínense cómo estaba. Mis ojos se ven pequeños, no paro de sonreír y soltar pequeñas risitas en medio de mi canto.

─Te grabé para mostrarte los vídeos hoy cuando despertaras Ale, no para que se los enviaras. ─murmura Paula.

─Estaba ebria Pau, no debiste darme el celular. ─finjo llorar. ─Encima ya los vio. No puedo borrarlos y aparentar que aquí no pasó nada.

─Decile que no te acordas de nada y finge demencia amiga, dale. ─suelta Caro. Yo niego con mi cabeza bloqueando el celular.

─No le pienso escribir hasta que esté a 1000km de distancia.

Ambas ríen. Ya habiendo bebido mi pastilla y toda mi agua, me levanto para colocar el vaso en el lavaplatos y tomar mi comida. Recién me estaba despertando, tenía una resaca horrible y un hambre bestial.

No vuelvo a beber más así en mínimo tres semanas.


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