Nuestro amor por el Arte - Wos

Capítulo 10: Sorpresas

«Vamos a marear un poco al destino.»

21 de enero, 2019.

Alessia

Es miércoles por la tarde, y me encuentro agotada por la clase de contemporánea de hoy. Practicar durante toda la mañana una nueva coreografía y añadirle a eso trabajar en la técnica de los chicos en la clase junto a Matías –señor perfección- ha sido realmente agotador.

Volver a estar junto a Matías ha sido un poco incomodo al principio pues aún no ha vuelvo al departamento y ha estado ignorando mis mensajes. No pudimos hablar más que para dar indicaciones durante la clase, y luego de que terminara, salió rápidamente del estudio murmurando que Lucas lo estaba esperando.

Mentiría si no dijese que me duele estar distante con él. Sobre todo cuando sé que mi mejor amiga la está pasando realmente mal al no poder resolver las cosas con su novio. Es una mierda estar de por medio en esta pelea sintiéndome que debo tomar un bando. Pero no voy a pasar en alto el hecho de que Matías se comportó como un tremendo idiota sin hacérselo saber.

Es una situación sumamente jodida por donde lo quieras ver.

Peino con dificultad mi cabello enredado, viéndome en el espejo cuando escucho el timbre sonar. Pido en voz alta a Caro que vaya a abrir, y ella obedece al verme recién bañada con solo una toalla puesta.

─ ¡Ale, te buscan! ─grita de vuelta.

Resoplo, saliendo de mi habitación a pasos lentos.

─Fede, ya te dije que estoy agotada y no quiero salir hoy. ─es lo primero que sale de mi boca al llegar a la sala. Fijo mi mirada hacia Carolina quien me mira con una sonrisilla en su rostro. Mis mejillas empiezan a sonrojarse cuando a su lado veo a Valentín, mirándome con una sonrisa burlona.

>Tú no eres Federico.

Caro se ríe negando con su cabeza.

─No, no lo soy. ─dice, sonriente. ─Pero perdono que me hayas confundido al darme tan linda vista.

Me escanea de arriba abajo, poniéndome nerviosa.

Mi toalla es corta, dejando ver mis piernas tonificadas, y por suerte el nudo sigue allí atado, lo cual hace que me avergüence un poco pues resalta mis pechos.

─Emmm... ¿qué haces aquí? ─pregunto, nerviosa. Veo a Caro esconderse dentro de la cocina, guiñándome un ojo antes de entrar por completo.

─Dijiste que habías preparado hamburguesas vegetarianas.

─Y entonces...

─Quiero probarlas a ver qué tal están.

Sacudo mi cabeza riendo.

─Debiste haberme avisado, tonto.

─ ¿Y perder la oportunidad de verte recién duchada? Mmmm... no. ─dice, con una mirada picara. Me sonrojo.

─Quién diría que eres todo un listillo.

─Sí, lo soy.

─ ¿Estás disfrutando de la vista, Valentín?

─Y mucho.

─Qué atrevido estamos por aquí, eh.

─ ¿Podés culparme?

Sonrío, son las palabras que dije el otro día.

Valentín acorta nuestra distancia y deposita un beso en la comisura de mis labios.