Un nuevo comienzo

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- Este instituto no deja de sorprenderme. - Comentó Álex perplejo, tras el incidente que había tenido lugar momentos antes, ambos habían entrado a la habitación con las llaves que la recepcionista les había proporcionado junto con la documentación.

- Lo sé, aunque más que un instituto parece una universidad. - Dijo el rubio mientras acariciaba la pared de su nuevo cuarto con las yemas de sus dedos. - La diseñó mamá. - Sonrió tristemente al recordar la pelea. La habitación era inmensa, una mitad estaba pintada de azul celeste adornada con copos de nieve y la otra de verde lima, pero sustituía los copos por girasoles. 

- Siempre me han gustado los girasoles. Aunque no pegaban con el color de mi habitación en casa. - El pelirrojo se sentó en su cama, observando la habitación al completo. Las dos mitades tenían exactamente los mismo muebles, aunque orientados a distintas temáticas. Parecía como si dos estaciones se hubieran juntado en un mismo lugar.  - Por cierto, Jale, lo de antes... - Comenzó diciendo el menor, aunque no sabía muy bien como continuar. - ¿Qué ha sido eso? - Pudo formular por fin. 

- ¿Qué pasa? - Contestó nervioso, jugando con sus dedos. - No sé, me ha parecido majo. - Intentó quitar hierro al asunto, su hermano lo miró extrañado. 

- ¿Majo? Es un capullo. - Puntualizó Álex entre risas. - ¿Y no te pareció mono? - Una sonrisa pícara se dibujó en sus labios. Jale, se sonrojó fuertemente. 

- ¿Mono? Acaso... - Empezó a tartamudear el rubio.

- Si, mono. O por favor Jale, ¿crees que no se que eres gay? - El mencionado se quedó boquiabierto ante la pregunta de su hermano. Es algo que siempre había intentado mantener en secreto.  - Vamos, soy tu hermano. Lo sé. - Añadió. - Y antes de que digas algo,  no me parece nada malo. - Una vez termino de hablar lo miró satisfecho. 

- Esta bien, me pareció muy atractivo. - Tras un suspiro, se tumbó completamente frustrado y tapó su cara con la almohada para ocultar la vergüenza que estaba sintiendo en esos momentos. 

- Tenías que haberte visto, se te caía la baba. - Las carcajadas del menor inundaron la sala. 

- No es cierto... - Murmuró, avergonzado. - Además no creo que sea gay. - Dijo apenado, solo había que verlo, era el típico heterosexual que se liga a todas. 

- Como tu digas, rubito. - Jale, lo miró enfadado y le lanzó un cojín a la cara. Ambos hermanos comenzaron a reír y por primera vez desde el incidente se respiraba alegría. 

- Creo que aún estamos a tiempo de llegar a la última clase del día. Empieza a las 11:30. - Propuso el mayor, Álex puso una cara de asco ante la idea de tener que reanudar la rutina. 

- ¿Como se llama? - Dijo mirando su horario, el rubio tomó el suyo también para mirar la asignatura.

- Es algo relacionado con los venenos. - Respondió tras fijar su vista en el cuadradito que lo indicaba. Cuando alzó la vista para ver a su hermano, este lo miraba sonriente señalando su asignatura. 

- Vamos juntos a clase. - Comentó feliz, por primera la edad solo sería un número y podría asistir a clase con Jale. 

- Esfuérzate. - Le animó mientras revolvía el cabello pelirrojo de Álex, lo que hizo que su sonrisa se ensanchara más. Tras ello se dispuso a buscar en la estantería de al lado de su cama el libro que necesitaba. - Es este, cógelo tú también. - Le indicó al menor, y ambos metieron el tomo en la mochila.

- Pero las maletas... - Dijo el menor mientras echaba un último vistazo a la habitación antes de salir.

- Ya las colocaremos luego. - Le restó importancia Jale y cerró la puerta. Los dos tenían el tiempo justo para cruzar el campo y llegar hasta el aula donde se impartían las clases.

Academia de Héroes: Descongelando La Rebelión [Editando y terminando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora