Según nuestro plan

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- Jale, creo que deberíamos contárselo. - Dijo Álex ganándose varias miradas de confusión de los demás.

- A mí no me mires, yo ya lo sé. - Kai le propinó un buen mordisco a su sándwich vegetal.

- ¿Qué pasa? - Preguntó Iria con la boca llena, mostrando el pedazo de pizza que se estaba comiendo.

- Bueno si no lo cuentas tú lo haré yo. - Se cruzó de brazos impaciente. - Pues veréis... - Pero no pudo terminar su frase ya que Jale le tapó la boca con la mano. No era el momento apropiado, ya que estaban rodeados de gente y cualquier podría oírlos.

- Aquí no. - Les avisó serio Kai. - Hay alguien escuchando, puedo sentirlo. - El rubio lo miró preocupado e intentó sentir su aura. - No, no lo hagas o te marearás otra vez. - Le puso una mano en el hombro cuando vio que comenzaba a cerrar los ojos.

- Cuando terminemos de cenar nos reuniremos en nuestro cuarto. - Propuso Jale, gracias a las palabras del moreno sabía perfectamente quien los espiaba, debían tener cuidado.

- Pero yo no vivo en vuestro edificio. - Comentó, sintiéndose excluida.

- Puedes dormir en mi habitación. Yo hoy dormiré fuera. - Dijo mirando a Kai de reojo, el cual tenía una sonrisa dibuja en su rostro.

- Como le hagas guarrerías a mi hermano te mato. - Dio un golpe en la mesa y le amenazó con el tenedor.

- Le he prometido que no intentaría hacer nada. - Dijo con las manos alzadas en son de paz. - Que él no quiera. - Jale le propinó una colleja por el comentario, provocando la risa de todos.

- Bueno pues ya está todo solucionado, ¿nos vamos? - Elián se levantó y todos le siguieron. Cada uno tomó lo que le había sobrado de la cena y se lo fueron tomando por el camino.

- Poneos cómodos. - Les indicó Álex, una vez su hermano había abierto la puerta ya que a él se le habían olvidado las llaves.

- Guau, dos estaciones en el mismo cuarto. - Comentó asombrado Elián, observando hasta el más mínimo detalle.

- Mi rey de las nieves. - Bromeó Kai, haciendo una reverencia que provocó un "awww" de Iria y Álex, el castaño estaba demasiado distraído con las pinturas de la pared como para escucharlo.

- Bueno cuéntanos. - El castaño se sentó con las piernas cruzadas en el suelo, y con las manos sujetándole la barbilla esperaba expectante a que alguno de los dos se lo contara.

- Hoy, he escuchado a Facilier hablar sobre una revolución. - Les empezó a contar Jale con sus manos entrelazadas. - Quizás quiera tomar la academia pronto. - Continuó, los ojos de Elián se abrieron como platos, mientras que Iria mantenía una expresión sería.

- Debemos estar preparados. - Dijo el pelirrojo chocando su puño contra la palma de su mano.

- Yo creo que lo primero sería reunir información ¿no? - Preguntó Kai encogiéndose de hombros, todos asintieron indicando que estaban de acuerdo.

- Esta puede ser nuestra base de operaciones. - Propuso la pelirroja. - Es más grande que nuestras habitaciones y os pilla a la mayoría bien. - Jugaba tranquila con uno de sus mechones rizados, enroscándolo en su dedo índice.

- A ver el tal Facilier ese, es el principal sospechoso ¿no? - Álex se colocó una mano en el mentón mientras pensaba. - Lo más sencillo es que los que acudís a su clase lo vigiléis. - Concluyó, exponiendo su idea.

- Lo intentaremos. - Respondió Kai, posando una mano sobre la rodilla del rubio para tranquilizarlo. Sabía que no le gustaba la idea de andar cerca de ese hombre. - Como ya está todo claro, creo que deberíamos irnos a dormir. - Comentó al ver el bostezo del rubio.

Academia de Héroes: Descongelando La Rebelión [Editando y terminando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora