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Lucho con varios zombies antes de poder llegar a la cima de la montaña, justo donde se supone que vivía el futuro alcalde. Se sintió algo intimidado y avergonzado puesto que había llegado bastante tarde a la casa del hombre, pero haría cualquier cosa en ese momento por unas miserables zanahorias.

Golpeo la casa que el pensó que seria donde vive el chico y espera ansiosamente, sus orejas se movían nerviosas de un lado para otro, además de que su olfato le indica que el desconocido tiene un cerdo con él. En parte se emociona porque posiblemente lo ayudara más fácil y se ira pronto a casa, un castaño con ojos adormilados sale de la casa, genial, ya lo había despertado.

— ¿Quién eres? — La voz del hombre sale más gruesa y eso hace que de un salto hacia atrás. — Oh... lo siento, mi nombre es Luzu, es un poco tarde.

— Y-yo... — Tartamudea y con dificultad estira su mano para saludar al chico. — Soy Rubius, Merlon me dijo que podrías regalarme algunas zanahorias.

El chico lo mira curioso y da una mirada por donde había llegado, hasta que sonríe suavemente quitándose un poco de la puerta. — Mira, ya esta un poco tarde y esta haciendo algo de frío, pasa para poder hablar un poco.

"No lo hagas" Su mente lo regaña pero es que el chico se veía tan amable y además estaba temblando del frío, solo por esta vez confiaría en los habitantes del pueblo y se dejaría ayudar. — Uhm... vale.

Ambos se adentraron a la casa del castaño quien lo hizo pasar a su sala de estar, no quería sentarse pero eso seria demasiado descortés con la primera persona que lo hace pasar a su casa, su casa tenía varios olores y uno se le hizo bastante conocido aunque no lo reconoció del todo.

— ¿Eres nuevo por acá, Rubius? — Luzu ya había tomado asiento y lo miraba con curiosidad, no se veía como las miradas de su anterior pueblo.

— No, llevo tiempo viviendo acá pero ya sabes... a los híbridos no nos va muy bien.

A Luzu se le iluminaron los ojos y salto hasta el lugar donde estaba él sonriendo como un niño pequeño. — ¡Vale! ¿Qué tipo de híbrido eres? ¡Eres el segundo híbrido del pueblo!

— ¿El segundo? — Su voz salió como un chillido, de esos que cuando la sorpresa es tan grande que su voz lo expresaba todo. Sus orejas se movieron dentro de su capucha, estaba algo ansioso y emocionado. — Soy un oso, y aunque estamos en invierno necesito salir por mis alimentos y los de mi cerdo que esta enfermo.

— ¡Si, eres el segundo! De hecho Fargan es un buen amigo y estaría muy feliz al saber que hay otro híbrido en el pueblo... además un oso, los dioses de verdad deben tener una misión importante para ti. — Luzu fue a la cocina y trajo varias zanahorias, luciendo demasiado contento. — Vale, me alegro que Merlon no tuviera zanahorias esta vez, aunque me sentiría algo mal dejándote ir solo a estas horas de la noche.

"Quédate, aprende más sobre el otro híbrido" Su instinto lo presiono, normalmente este seria el primero en advertirlo pero quería saber más... los osos por lo general eran bastante curiosos y no dejaría pasar este motivo para nada.

— ... así que deberías quedarte.

— Vale.

— ¿De verdad? — Luzu lucia intrigado y curioso, los humanos eran extraños pero sus ojos expresaban muchísimas cosas, le gustaba eso.

— Si... uhm, podría invitarte a mi casa, nunca había escuchado sobre otro híbrido.

Luzu alzo sus puños celebrando y preparo algunas cosas. — ¡Pijamada de chicos!

*

Se levanto algo asustado, la puerta de la entrada no había parado de sonar y eso lo levanto, se había quedado dormido en el sillón luego de negarse repetidas veces al ver que Luzu le quería ceder su cama. Nunca había dormido en casa de un "amigo" así que su emoción se notaba, además de que se sintió algo querido cuando Luzu acarició sus orejas con admiración, pero ahora estaba ahí levantado en posición de defensa.

En cambio el humano se levanto corriendo para abrir la puerta sin siquiera preguntar, esto hizo que se levantara con mucho más cuidado que antes.

— ¡Vegetta! — Escucho como el chico gritaba feliz, dejando pasar a un pelinegro bastante musculoso y con un olor bastante conocido. — ¡No te esperaba tan temprano aquí!

— Jeje, lo siento, tengo bastante energía al empezar el día.

El otro humano aun no había reparado su presencia, además de que había algo que le llamaba bastante la atención... se sentía como si lo hubiese visto en algún lado.

— Oh, Vegeta, este de aquí es Rubius y es muy majo. — Luzu empujo al otro chico para que lo mirara, este se quedo en blanco y no dijo nada. — Pero macho, dile algo.

Vegetta se había quedado helando viendo al osito bonito de ayer, no había pensado que se iban a encontrar tan pronto así que estiro su brazo y puso la sonrisa más bonita que tenía.

— Hola Rubius, es un gusto conocerte. — Sentía su pecho caliente, como si la sensación de tenerlo ahí en frente suyo lo pusiera como un motor.

Rubius se sonrojo, Vegetta era bastante atractivo además de que tenía un olor delicioso no había visto a una persona tan hermosa como él y su corazón revoloteaba con felicidad, tal vez demasiado emocionado. Estiro también su brazo y estrecho la mano del chico aun mirándolo fijamente, no quería despegar su mirada de alguien como él.

— Un gusto, Vegetta. — Ambos duraron con sus manos tomadas otro tiempo hasta que escucharon como alguien se reía a su espaldas lo que hizo que ambos las soltaran con rapidez.

— Pero bueno, chicos, parece que se cayeron muy bien. — Luzu los fastidio un poco mientras que veía como Rubius movía sus orejas nervioso, algo que ya reconocía muy bien pues casi todo el tiempo lo hacia. — Creo que puedes acompañarnos a la casa de este chiquillo, tiene que ir a salvar a su querido cerdo.

— ¿Puedo...?

De todas formas ninguno de los dos podía despegar su mirada del otro, invitar a otra persona no parecía tan malo y si era Vegetta aceptaría, su olor seguía volviéndolo loco por lo que acepto algo tímido, los tres salieron de la casa de Luzu luego de esperar que este se bañara rápidamente mientras que ambos hablaban sobre como había conocido a Luzu y el estado de su cerdo, Vegetta era un tipo bastante interesante y muy buena persona.

"¿Acaso no es delicioso?" Su cabeza lo estaba volviendo loco.

Se puso muy nervioso cuando llego a su casa pues era la primera vez que alguien iba ahí, pequeños gruñidos nerviosos se acumulaban en su garganta y cuando más se acercaba ahí sentía como si su instinto lo llevara a correr en dirección a otro lado.

— ¿Nervioso? — Murmuro Vegetta a su lado.

Asintió lentamente y soltó un suspiro antes de responder. — Algo, es la primera vez que alguien viene a mi casa.

— Bien, te visitare más seguido para que ya no lo estés. — Vegetta se mofo sin embargo el tono que tenía en su voz era algo nuevo. — Claro, a no ser que no quieras.

— ¡Quiero! — Su lengua se enredo por responder tan nervioso y luego se dio cuenta de lo que había dicho, el otro chico se veía totalmente sorprendido. — Digo, ahora son mis amigos.

Ambos siguieron caminando hasta la casa del menor, dándose cuenta de Luzu ya había llegado desde hace un buen tiempo y que estaba revisando por todas partes.

— ¿Seguro que esta bien que estés tanto tiempo solo aquí?

— Sip, pero ahora tengo amigos.

🐻

¡Hola! Dejo acá un capítulo corto, si todo sale bien actualizare mañana o el domingo, ya se conocieron los dos chiquillos gg.

Ojalá les haya gustado, gracias por votar z3

🐻

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