Vegetta salió corriendo hacia su hogar, sabia que había hecho mal al querer mantener a Willy a su lado cuando ya tenía a alguien más que quería pero tampoco deseaba perder contra Fargan. Willy y él habían pasado por demasiadas cosas juntos todos esos años que vivieron en Karmaland pero cuando llego el híbrido era como si el hubiera desaparecido de la vista del albino, todo el tiempo estaban juntos y a pesar de que al principio sus celos divirtieron a Willy, lo termino hartando y lo único que consiguió fue que le terminara, duraron un tiempo sin hablarse y eso basto para que el estuviera al punto de enloquecerse.
Willy no lo buscaba y mucho menos lo miraba, sonreía brillantemente cuando estaba con Fargan y se veía muchísimo más feliz que con él. Cuando enfermo gravemente y estuvo a punto de morir le rezó a los dioses para que le dieran a su amor verdadero, que volviera a su lado y cuando este llego a la casa con Luzu se sintió como si todo volviera a la normalidad.
Claro que no era así.
Solo recibía míseras sobras de lo que era el amor de Willy, tal vez por eso fue que empezó a estudiar la naturaleza de los híbridos y se dio cuenta de que la mejor manera de marcar a Willy era con su olor pero Fargan tampoco desistió, se veía tan roto que estuvo a punto de rendirse pero no lo hizo. Engatusaba a Willy con dulces palabras y lo hacia quedarse en su casa con la misma oración de siempre "Willy, sin ti no se vivir" el joven lo miraba con tristeza y se quedaba a en su hogar haciendole compañía, lo que no sabia Fargan es que él nunca llego a acostarse con Willy otra vez, tampoco llego a besarlo (claro, hasta ese día) y el olor que podía detectar Fargan era uno que el había preparado con una poción.
Pero se arrepentía firmemente de lo que había hecho y ahora estaba peor que antes, se encontraba tan destrozado como nunca se había sentido y sabia que esta vez no tenía lugar a donde ir, Luzu se lo había advertido desde que todo empezó y él tan cabeza dura no le hizo caso. Ver a Rubius con sus ojitos llenos de lágrimas le rompieron el corazón y muy en el fondo sabia porqué, ambos habían creado un vinculo que en este momento lo estaba asfixiando y le recordaba de manera continua su maldito error.
— Tu... — Escucho una voz enojada muy cerca de el y tuvo que forzar a su cuerpo para que se detuviera. — No sé que habrás hecho pero eres un cabrón. — Willy sostenía su brazo lastimado y se encontraba de igual forma a como estaba él, solo que lo señalaba de manera iracunda y a penas se podía sostener. — Te dije que ya no te quería Vegetta... te lo recalque una y otra vez, solo accedí a quedarme a tu lado porqué también eras mi mejor amigo.
— Yo...
Willy se acerco a donde estaba y lo tomo del cuello, ahorcandolo con rabia. — ¡No te quiero! ¿¡Cuál es tu maldito problema!? — La voz ronca de Willy solo hizo que la tensión creciera más, sus manos temblaban mientras que Vegetta solo lo miraba. — Fargan me dejo por tu jodida culpa, no se que llevas haciendo todos estos meses pero te detesto y espero que nunca en tu jodida vida te vuelvas a aparecer en frente mío... no sé te hice, siempre te ame y te cuide aun cuando sabia que no estabas preparado para dejarme ir, pero estas enfermo. — Bramó el humano zarandeando el cuerpo del pelinegro una y otra vez, como si esto pudiera dejar en claro las cosas por primera vez en tanto tiempo.
— Lo siento... — Musitó tembloroso y volvió a sellar sus labios.
Willy lo empujo logrando que se cayera de culo y se marcho, observo la silueta del chico desaparecer entre los arboles y grito, tan fuerte que pensó que se lastimaría sus cuerdas vocales. Golpeo al suelo con fuerza culpándose entre grito y grito, al parecer los dioses también estaban enojados con él porque desataron una tormenta tan fuerte que su cuerpo se empapo en un par de minutos.
Maldijo el día en el que se dejo llevar por su obsesión, ahora solo quería poder oler a Rubius. Su delicioso olor a chocolate, jazmines y almendras, solo necesitaba eso para por fin descansar en paz y no sentirse como la mierda más grande del plantea.

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Hybrid.
FanfictionKarmaland están lleno de habitantes con habilidades especiales, pero hay algunos de ellos que fueron creados mucho más de lo que la imaginación puede llegar. Rubius era un híbrido de oso, se escondía en su cabaña hasta que la curiosidad lo llevó a...