Hybrid.

07

Los siguientes días estuvieron dedicados a conocer otros lugares con Vegetta quien siempre lo invitaba a salir, era imposible decirle que no cuando este llegaba tan feliz a su hogar con sus brillantes ojos mirándolo y con su dulce olor invadiendo sus fosas nasales, además era bueno tenerlo tan cerca porqué su olor se estaba empezando a pegar a cada zona de su casa así que cuando se fuera no lo extrañaría tanto.

Vegetta se había presentado el día anterior con la excusa de que se había olvidado presentarle a un miembro de karmaland y por un momento pensó que le presentaría a Willy y así entendería porqué ambos olían al otro pero cuando llego ese día casa supo que no seria así.

— Hola lindo. — Vegetta lo tomo del mentón y planto un beso en sus labios, ambos sonrieron felices y Rubius se despidió de sus mascotas. — Te llevare a la casa más extraña de Karmaland, el tipo ese se molesto cuando se entero de que una nueva persona estaba pasando por los hogares y no fue a ver la suya.

No... no podría ser Willy ya que ambos se habían conocido, Vegetta lo tomo de la mano para que se espabilara y empezar a caminar junto a él, se sentía muy bien estar a su lado y en el fondo sabia que su animal se estaba encariñando mucho con el chico. No conocía muy bien que era el amor y hasta ahora estaba comprendiendo que era la amistad era difícil entender sus sentimientos pero cuando estaba con Vegetta todo era diferente, le gustaba todo de él... hasta cuando el chico lo regañaba por ser tan travieso y no quedarse quieto, su olor lo calmaba y lo atraía por eso quería saber cual era su relación con Willy para no dañar la relación que ya tenían.

Tal vez eso fue lo que lo impulso a hacerle la pregunta.

— Veg... — El chico levanto su mirada poniendo toda su atención y esperando a que continuara de hablar. — ¿Tienes pareja?

Vegetta se le quedo mirando sin expresión alguna, estuvieron un rato sin hablar y eso le empezó a asustar ¿qué haría si así fuera? ¿tendría que alejarse? entonces el pelinegro sonrió de medio lado y volvió jalarlo para que caminara. — Si tuviera pareja no estaría contigo en este momento ¿o si? tampoco te daría besos como siempre lo hago.

Recordo el olor de Willy pegado al de Vegetta y quiso poder creer totalmente pero entonces Vegetta lo tomo nuevamente del rostro para besarlo tan suavemente que algo exploto dentro de él, le creería completamente y confiaría ciegamente en él así que ladeo su cara y le devolvió el beso lentamente tratando de que sus colmillos no le hicieran daño, antes de separarse Vegetta dejo un suave pico sobre sus labios y siguieron caminando hacia el pueblo. Algunos de los habitantes lo saludaban cuando pasaba pero se le quedaban mirando de manera rara y casi podía sentir que hablaban a sus espaldas pero no le prestaba mucha atención a eso, creía que iban a la casa de Vegetta cuando de repente vio una construcción super extrañisima con un cartel que estaba colgado en el centro.

Levanto su ceja preguntándose que demonios hacían ahí visitando un consultorio y no yendo a visitar la casa de Willy entonces un muchacho con bata salió de la casa, se les quedo mirando por un momento y se dirigió a Vegetta.

— ¿Es este el chico del que todo el pueblo habla? — El chico de tatuajes se acerco a ellos y lo miro fijamente, estudiándolo. — Soy el psicólogo del pueblo, Auron, ¿cómo es tu nombre?

Rubius se escondió detrás el cuerpo de Vegetta algo intimidado además que el chico ese tenía varios olores pegados a su cuerpo y hacían que quisiera estornudad de lo fuerte que era, mientras que Vegetta solo se rió enternecido por la situación.

— Su nombre es Rubius y es un híbrido de oso, es muy mono y muy tímido.

Auron mato con la mirada a Vegetta entendiendo por donde iba toda la situación y sinceramente le molestaba así que volvió a hablar lentamente para ganarse la confianza del nuevo integrante.