Lo ultimo que recordaba Vegetta era el haber sacado su espada con rapidez y sin pensar se echo a correr para salvar la vida de su osito. Este se encontraba en el lago combatiendo de espaldas con un zombie que estaba (por obvias razones) tratando de asesinarlo.
Los nervios le estaban removiendo el estómago y pensó que vomitaría en cualquier momento pero negó con la cabeza, debía advertirle a Rubius, cuando intento abrir su boca para gritarle de que había otro monstruo a punto de atacarle por la espalda, el aire se congeló en sus pulmones y entonces con sus palmas sudorosas deseo que su espada no se cayera, si su osito se daba la vuelta seria demasiado tarde. Empuño su arma con fuerza y ataco al primer zombie, pero con el segundo no tuvo demasiada fuerza y sintió como el monstruo lo atacaba con fuerza, un dolor se instalo en uno de sus brazos y estuvo a punto de gritar pero no lo logro hacer ya que el mismo monstruo se volvió a abalanzar sobre el, esta vez si logro asestar el golpe en el pecho del zombie.
Soltó una alarido de dolor cuando cayo al suelo, el dolor en su brazo había recorrido su cuerpo, su vista se nublaba y todo empezaba a oscurecerse a su alrededor.
Se asombro por la sensación de estar cayendo en un lugar en donde al parecer no había fondo, no quería morir pero era demasiado difícil sujetarse a su propia vida. Su animal quien normalmente estaba bastante escondido lo animo para que se quedase despierto y luchara, el pánico ahora apretaba su garganta con fuerza y los gimoteos que soltaba Rubius lo estaban llevando a otro punto muerto ¿así seria como terminaría todo? ¿con el sin poder pedirle a Rubius que fuera su novio?
— No... — Su vista se perdió en la distancia, sus dientes chocaron con su labio y se dejo llevar por su instinto, debía sobrevivir justo ahora.
*
Rubius salió del agua tan rápido como pudo, sentía su enlace tan débil que estuvo a punto de tirarse al suelo para echarse a llorar pero si lo hacia significaba que se iba a rendir y no lo permitiría. Empuño su espada mientras que algunos monstruos se acercaban con el paso lento, sus cabellos erizados dieron a entender que estaba en posición de pelea y así fue, gruño con rabia y empezó a matar a cualquier bicho que se acercara a él.
Cuando despejo la zona corrió hacia donde estaba Vegetta y se agacho para agarrarlo con cuidado, el cuerpo tan liviano lleno de sangre solo hizo que se reprodujera la imagen que vivió hace solo unos momentos, un sollozo partió de su boca, su animal estaba sufriendo y el de igual forma pero hizo lo que necesitaba para detener el sangrado en su brazo, rasgo un pedazo de la tela de su sudadera para que la sangre parara de salir. Cuando se cercioro de que todo estaba medianamente correcto se echo el cuerpo de Vegetta a la espalda para llevárselo al pueblo.
Quiso ignorar la enorme cola de lobo que se sacudía a cada paso, si Vegetta se salvaba de esta prometería escuchar cada cosa que quisiera decir. En ese momento solo quería que respirara, que se quedara a su lado para poder decirle que seguía enamorado de él y que quería que su enlace durara hasta que ambos murieran, juntos.
Trato de concentrarse, de intensificar el paso para llegar lo más rápido que pudiese, pequeños rayos de sol se estaban asomando y le agradeció a los dioses esa pequeña ayuda. No quería tener que enfrentarse con ningún otro puto zombie también estuvo a punto de caerse de las vías del tren y sin contar de que sentía como el cuerpo de Vegetta se movía mucho menos que antes.
— ¿¡Rubius!? — Escucho una voz llamarlo desde la parte de abajo y se dio cuenta de que estaba muy cerca de la casa de Willy, quiso evitar darse la vuelta pero este volvió a insistir. — ¿Qué llevas ahí? ¿Todo esta bien?
Se trago las ganas de gritarle que no se metiera en su vida pero necesitaba ayuda, necesitaba a alguien que pudiera defenderlo si llegaba a pasarle algo a él y no pudiera llevar a Vegetta al hospital del pueblo. — ¡Solo ayudame! — Sollozo con miedo, necesitaba llegar antes de que la respiración de Vegetta se dificultara aun más.

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Hybrid.
FanficKarmaland están lleno de habitantes con habilidades especiales, pero hay algunos de ellos que fueron creados mucho más de lo que la imaginación puede llegar. Rubius era un híbrido de oso, se escondía en su cabaña hasta que la curiosidad lo llevó a...