Hybrid.

09

Auron se asomo detrás de la puerta con una expresión avergonzada, los dos híbridos que iban detrás suyo se veían demasiado triste que causaban pena. Luzu alzó las cejas tratando de preguntarle que demonios había pasado pero el pelinegro nego lentamente, los cuatro pasaron a la casa del futuro alcalde sin decir ni una palabra.

— ¿Paso algo?

Rubius siguió callado, solo se sentó en uno de los sillones sin saber que pensar o que hacer, de pronto las imágenes que vio recién se reprodujeron en su mente causando que se le erizara el cabello se sentía endemoniadamente enojado y decepcionado. Su animal se encontraba callado y aunque quisiera poder comunicarse con él, no lo lograba, no le sorprendía porqué seria el segundo vinculo que estaría roto y como híbrido era demasiado.

Pero de pronto apareció un sentimiento que poco conocía y le nubló la vista, las lagrimas se agolparon en las esquinas de sus ojos y se le hizo un nudo en la garganta, escucho como alguien sorbía y los sollozos se hacían más fuertes entonces el también exploto. Las pequeñas gotas de sal le recorrieron las mejillas y los sollozos se le escaparon de la boca, sintió como su animal que se había quedado demasiado tiempo callado hacia presencia y le desgarraba el pecho, se inclino hacia adelante tratando de quitarse todas las lagrimas como si esto solucionara su problema.

Ambos humanos se quedaron mirándolos sin poder decir nada, no tenían las herramientas para solucionar lo que les estaba sucediendo a ambos híbridos. Fargan se había quedado mirando hacia la nada luciendo tan lamentable como triste y Rubius lucía casi igual que el, tal vez peor, pero solo podían estar ahí parados sin decir nada hasta que Luzu se canso y se agacho para tomar las manos de ambos chicos.

— ¿Qué sucedió, chicos? — Su voz salió tan suave que temió por un momento que no lo hubiesen escuchado hasta que Fargan poso su mirada sobre el.

— Willy y Vegetta, siento que ya descubrimos como son las cosas. — El labio de Fargan tembló y su voz sonaba sin emoción alguna, como si fuera tan difícil decir esas palabras.

Rubius paso su mano libre por su cabello tirándolo con exasperación, no entendía como y porqué fue tan idiota para creerle a ese chico bonito que al parecer le importaba un rábano. Intento decir algo para terminar de contar lo que pasó pero de su garganta solo salieron sollozos.

— No puedo vivir así...

Rubius cerro sus ojos y las lágrimas salieron con más fuerza, como si acaba de confirmar algo que lo terminaría de romper y el aire se lleno de un ambiente pesado en la que apenas se podía escuchar las respiraciones pausadas hasta que Auron se canso, se sentó a un lado de ellos y paso su brazo por el espaldar del sillón.

— Claro que no puedes vivir así, chaval. — Ambos híbridos levantaron su mirada y observaron fijamente esperando a que hablara, Luzu solo quiso pegarse en la cara al imaginarse lo que podría decir el cerdo ese. — Pero puedes sobrellevarlo, ahora mismo será difícil pero por lo menos no terminaste de crear un vinculo con él... y tu Fargan llevas demasiado tiempo sufriendo por Willy y esta vez se que lo podrás dejar.

Luzu levanto sus cejas bastante sorprendido por el discurso que dio el psicólogo y soltando las manos de ambos híbridos se levanto con una idea en mente. — Vale, por primera vez Auron tiene razón y a pesar de que no se mucho acerca de los híbridos sé que ambos son dos chicos valientes y que van a superar esto... pero no lo harán solos y lo primero que haremos es beber mi vinito para emborracharnos y olvidar todo por un rato.

Intento negarse sabiendo lo que podía pasar con el alcohol y los híbridos pero luego recordó que poco le importaba lo que le podía pasar, deslizo su mirada hasta encontrarse con los amarillos ojos de Fargan que a pesar de estar cristalizados sabia que se sentía de la misma manera.