11.5 Especial Woochan

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A pesar de ser aproximadamente las 11:00 am el frío se hacía presente, el viento helado se colgaba hasta por los huesos sobretodo para cierto castaño que había dejado su abrigo en el departamento de Soomi, se maldijo por eso.

Había días en los que simplemente se sentía como la mierda, sin explicación alguna, pero este día era diferente, ahora sí había una razón y era más que clara...

Caminó lentamente hasta un parque en especial, se sentó en una banca de este y contempló el ambiente. No había ni un alma por la calle y mucho menos risas en el parque, seguramente los niños estaban en sus escuelas, además con este frío ni una madre dejaría a su hijo jugando por allí, suspiró. Metió sus manos en sus bolsillos para así lograr calentarse un poco, sin embargo, sus dedos tocaron una pequeña cajita en su bolsillo izquierdo, cuando sacó aquel objeto reconoció al instante la cajetilla de cigarrillos que le había quitado a Chan hace unos días.

"Sólo éramos niños ... Estúpidos niños" 

Woojin sintió su corazón encogerse ocasionando un fuerte dolor en su pecho mientras sentía a su lobo arañar sus entrañas; casi con desesperación abrió la cajita y sacó de ella un cigarrillo, lo llevó a sus labios, ni si quiera pudo encenderlo pues no tenía con qué, simplemente lo hizo como si con eso pudiera tener al rubio cerca.

Un ruido de algo estrechándose con el piso seguido de unos sollozos lo sacó de sus pensamientos. Buscó con la mirada el orígen del llanto; a unos metros de él, un niño de aproximadamente ocho años yacía al pie de un árbol sollozando, al parecer se había caído

- ¿Min?- otro niño un poco más grande que el primero llegó corriendo a socorrerlo- Minnie ¿Qué pasó? ¿Te encuentras bien? - Min levantó la mirada y sus ojos se llenaron de lágrimas

-¡Hyung!- sollozó mientras se abrazaba al mayor

-oye, oye, ¿Por qué lloras?- un Woojin de siete años miraba sorprendido y algo asustado a un niño rubio aparentemente menor que él que no paraba de sollozar bajito- ya ... no llores, oye- bien, para ser niño era algo tosco al momento de tratar con sus amiguitos, sin embargo, por más que trataba de "consolar" al rubio, éste seguía llorando incluso con más intensidad-¿Te pegaron?- el rubio negó aún sin mirarlo - ¿Estás enfermo? - negó- ¿Te caíste?- ¡Bingo! El pequeño había levantado la mirada y ahora unos ojos celestes que el castaño juró nunca haber visto, lo observaban.

Por alguna extraña razón no pudo apartar sus ojos de aquel par celeste que lo miraban asustados, un nuevo sollozo hizo que saliera de su pequeño mundo. Rápidamente se sentó al lado del rubio quedando así a su altura, se acercó para así poder observarlo detalladamente. Su piel era pálida, casi blanca, con algunas pequeñas pequitas que eran aparentemente imperceptibles, tenía las pestañas largas y negras, talvez demasiado pues hacían bastante contraste con su piel, siguió bajando la mirada, sus labiecitos eran de un rosa pálido y estaban entreabiertos soltando de cuando en cuando pequeños sollozos por el llanto. No, ese no era un niño normal, era un ángel y Woojin lo supo desde ese momento.

Tal vez se acercó demasiado, talvez su fuerza fue incontrolable, solo lo supo cuando el niño soltó un gemido de dolor y se tapó la carita para que no lo viera llorar, asustado, Woojin, se alejó comprobando así que sin querer se había apoyado en la rodilla herida del menor haciendo que salieran unas gotas de sangre de la herida

-¡lo siento, lo siento!- dijo casi gritando- perdón, no me fijé, no llores- añadió al ver que el niño sollozaba incontrolablemente.

¿ Qué haría su padre en esos casos?
" No llores, llorar es de cobardes, no quiero un hijo cobarde".
No, definitivamente no le diría eso

Alfa & omega ... ¿Delta & gamma?// CHANGLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora