Villains Protection Program || Descendants

Capítulo 29: ❝Un cumpleaños especialmente extraño❞ [Parte 1]

 — ¡El ámbar! —Exclamó la ojiverde, sonriendo victoriosa mientras se levantaba para avanzar hacia la morena. —No sabes lo que has hecho por mí. —Dijo, ignorando el dolor en su espalda.

—Oh, claro que lo sé, Mal. —Replicó Uma, quien se apresuró a correr hacia la orilla, mojando sus pies en el agua y jugando con la piedra mágica mientras reía con malicia. —Tal vez no te la devuelva, para ver qué pasa... —Dijo, manteniéndola lejos del alcance de la otra VK, quien se cruzó de brazos y frunció el ceño al percatarse de que la pirata estaba jugando con ella.

—Uma... —Gruñó la hija de Maléfica, tratando de no perder la paciencia con ella. —Devuélvemela, la necesito...

—Oh, la necesitas... ¿para qué, si se puede saber? —La interrogó la brujita del mar, quien sabía perfectamente la respuesta de aquella pregunta. La chica de cabello morado volvió a gruñir y apretó los dientes.

—La quiero para pelear con Audrey... —Respondió la Princesa del Inframundo, entonces extendió su mano hacia ella. —Dámela, Uma. —Pidió, sabiendo que la chica de cabello turquesa solamente quería molestarla.

—Oh, para pelear con Audrey... —Repitió la capitana del Lost Revenge e hizo pucheros falsos. —Pues me temo que eso no va a pasar, por lo que me contó Harry no te fue bien la última vez que quisiste hacerlo en Auradon, ¿por qué crees que esta vez será diferente? —La interrogó, elevando una de sus cejas.

—Sé que será diferente... —Aseguró la chica de cabello morado, cuyos ojos brillaron. —Tengo la fuerza de voluntad suficiente para hacer cenizas a Audrey... Y si tengo que incinerarla, lo haré. —Insistió, invocando fuego verde en su mano izquierda, ya que la otra todavía la tenía extendida hacia ella; pero inmediatamente hizo que el fuego mágico desapareciera.

Pero Uma ni siquiera se inmutó.

—Uhm, respuesta incorrecta. —Replicó la chica de cabello turquesa, para luego negar con la cabeza. —No vas a herirla, Mal, no lo voy a permitir. Así que me quedaré con la brasa, como una pequeña garantía de que no quemarás vivo a mis seres queridos, de nuevo. —Sentenció, mirándola con desprecio.

  Mal apretó más los dientes y sus ojos brillaron aún más.

—Uma, necesito ese ámbar... Necesito ese ámbar para pelear con Audrey, ella tiene el cetro de mi madre, nadie puede vencerla sin un objeto lo suficiente poderoso como ese. —Le explicó la ojiverde, señalando la piedra mágica. —Pide lo que quieras a cambio de que me entregues la piedra, Uma. —Sugirió, estando dispuesta a recuperar su herencia por cualquier precio.

—Tú necesitas este ámbar, yo necesito a mis piratas, pero la vida es injusta. Sé para qué lo necesitas pero no te cansas de subestimarme, sé que tiene el Ojo de Dragón porque yo misma lo he visto cuando ella me sacó de la Isla, Audrey hizo más por mí de lo que tú hiciste. —Masculló la pirata, quien se encogió de hombros mientras aún la miraba con resentimiento. Por ahora, prefería mantener en secreto que sus mejores amigos y los otros VKs estaban en Auradon gracias a ella.  Pero al oír su propuesta, decidió exigir—: Garantízame que cualquier VK que quiera, podrá salir de la Isla.

— ¡Audrey no debe usar el cetro de mi madre, Uma! ¿En serio crees que en las condiciones en que está ella es capaz de hacer algo bueno? —Comentó la chica de cabello morado, luego se mordió el labio inferior sintiendo impotencia. —Uma, yo no puedo decidir si sacar a niños de la Isla o no, quisiera hacerlo sinceramente; pero sencillamente no soy más que lo que ves aquí, una chica de la Isla como tú. —Exclamó, siendo sincera con ella por primera vez en mucho tiempo.

_ ¡Ya sé que no debe usarlo, pero no puedo evitarlo! No quiero que ella me vea como una amenaza. ¡Me sacó de la Isla cuando no tenía por qué hacerlo! Así que sí, creo que ella es capaz de hacer algo bueno, pero todo el dolor que le causaste le impide ver eso. Audrey está fuera de control pero tú no tienes oportunidad contra ella, yo sí. —Replicó Uma, confiada, sin embargo sabía que eso tampoco era cierto pues la hija de Aurora ya no confiaba en ella y eso dolía. —Ugh, eso es lo mismo que me dijo Lonnie cuando me reclutó para rescatar a Rosie, ¡pero no son más que dos mentirosas! Y no me digas que quieres hacerlo porque cuando tuviste la oportunidad no lo hiciste, te quedaste con el poder y le diste la espalda a la Isla. —Gruñó, molesta.