Mis amigos

13

- ¿Estás bien?

Ruiman se acercó a mí con cuidado, no sabía el porqué de esa pregunta, hasta que sus manos limpiaron mi rostro, estaba llorando y no me había percatado.

- ¿No lo entendiste? Volvemos a estar juntos, los tres, como deseabas. -Ricardo se acercó. -Nos amamos, no volveremos a separarnos, los tres juntos de nuevo.

No sabía qué hacer, mi corazón palpita con fuerza, siento mi pecho a punto de explotar, ellos me sonríen y los tres nos fundimos en un abrazo, sus manos me acarician la cabeza y secan mis lágrimas. No lo puedo creer, otra oportunidad, otra vez juntos. Me dejo caer sobre ellos, ambos me sostienen y nos desplazamos al sillón donde nos recostamos entrelazados uniendo nuestras manos.

-Soy tan feliz. No lo puedo creer. ¿No habrá problemas con sus familias?

-Los niños no tienen por qué saberlo, hasta que no sean más grandes. Nuestras familias ya no tienen derecho a meterse en nuestras vidas. Hemos hecho todo lo que han querido.

-Sí, ahora nos toca a nosotros decidir lo que queremos. -Ruiman me besa con suavidad y vuelve a estrecharme en un abrazo. -Soy feliz sabiendo que nos amamos, no podrás volver a salir huyendo.

Ricardo se acerca por mi espalda y siento sus labios cosquilleando mi nuca. Manos juguetonas comienzan a perderse bajo mi camiseta, acariciando y jugueteando con mi cuerpo, Ruiman hace que me pierda en uno de sus largos y maravillosos besos, mientras siento como la boca de Ricardo va recorriendo mi cuerpo, cuando Ruiman me suelta me doy cuenta de que estoy desnudo y duro por sus atenciones.

-Creo que mejor ir a mi habitación. Yo llevo a Tin y tú su ropa, no puedo esperar más para disfrutar con mis novios. -Ricardo besa a Ruiman, tras esto me alzó entre sus brazos y subimos al dormitorio, donde no tarda en aparecer Ruiman. -Ven cariño, ayuda a preparar a Tin, tener que volver a estar pendiente de los dos, le va a agotar.

Iba a quejarme, pero decidí hacerle ver lo malo que es sacar conclusiones, seré yo el que agotará a estos dos sementales. Les deseo desde hace tanto tiempo, que mi cuerpo está más que preparado para horas y horas de pasión desenfrenada.

Me acerco a Ruiman y le hago que tire al suelo mis prendas de ropa, entrelazo mis brazos en su cuello para bajar su cara y volver a besarnos, le insto para que me coja y enredo mis piernas por sus caderas. Le mordisqueo el cuello mientras me lleva a la cama y me acerca a Ricardo, este me sostiene entre sus enormes brazos y su boca succiona uno de mis pezones, le empujo con cuidado para sentarme en su regazo, mientras bajo los pantalones de Ruiman que esta frente a mí. 

Salta ante mis ojos su dureza, me relamo de gusto al verlo tan excitado y comienzo a devorar con ansias, para encontrarme con la lengua de Ricardo, entre los dos devoramos y degustamos el miembro de Ruiman, que tuvo que acostarse en la cama porque sus piernas dejaron de sostenerlo.

Le abrimos las piernas para poder trabajar en él y mientras Ricardo sigue con la mamada mi lengua se pierde en la retaguardia sacando gemidos y haciendo que se corra en el momento, llenando la boca del sorprendido Ricardo.

Me acerco a él para hacer que me bese y degustar los dos la esencia amarga. Para después proceder a realizar el mismo servicio al miembro de Ricardo. Ruiman se me une poco después tras relajarse durante unos minutos. 

Los dos tienen un tamaño casi idéntico, son grandes, voy a estar muy lleno. Mientras trabajo en provocar placer las manos de Ricardo comienzan a trabajar en mi estrechez, supongo que con grandes deseos de poder entrar en mí.

Tras hacerle llegar, los dos deciden centrarse en jugar con mi cuerpo, me acarician y enloquecen, mis gemidos llenan la enorme habitación, mientras sus dedos se aseguran de abrir y expandir mi canal, veo como se besan y se rozan mientras sus manos no pierden tiempo en tocar mi sensible cuerpo.

-Tan hermoso.

-Tan sexy.

-Rui muero de ganas de metérsela.

-Ric, mira lo duro que me ha vuelto a poner.

Poco después Ricardo está sobre mí, embistiendo y golpeando mi interior, Ruiman nos besa y acaricia mientras Ricardo se abandona en el placer que logra de perderse en mi cuerpo, hace que me corra y se aparta para que Ruiman sea el que me embista. 

Sensible tras mi orgasmo, mi canal se llena por la carne de Ruiman mientras mi boca se llena de la carne de Ricardo, los dos se mueven contra mí, llenándome, sus rítmicos empujones en mi cuerpo, escucho sus jadeos, me siento lleno y feliz. 

Los dos van cambiando las posturas, dándose el turno para follarme, me han llenado varias veces y aún seguimos sin poder dejar de acariciarnos. Ya no sé quién me penetra la boca o el culo, no sé quién usa mi mano, van usando mi cuerpo para frotar sus enormes durezas mientras hacen que me corra una y otra vez.

-Ric, Rui, no puedo más...estoy cansado.

-Deja que nos corramos de nuevo y descansamos.

- ¿De nuevo?

-Sí, venga lo estás haciendo muy bien.

-Penetradme los dos, correros a la vez.

-Espera. -Me gritó Ruiman. -Los dos, en tu culo. ¿Nos das permiso?

-Sí, venga, estoy muy dilatado, seguro entran. -Abro mis piernas y con mis manos expando mi anillo para que vean a lo que me refiero. -Correos los dos a la vez, en mí, total, estoy lleno, después tendrán que limpiarme a conciencia.

Usaron condón las primeras veces, de resto ya no lo estaban usando, lo mismo me daba en estos momentos, sudados, manchados, completamente excitados y sin poder poner límites a esta desbordante pasión.

Ricardo se acostó en la cama, para que me colocara sobre él, cuando ya estaba lleno de su polla, Ruiman con cuidado, comenzó a penetrarme, los tres jadeamos, sentí como me iba abriendo, mi cuerpo iba adaptándose, los dos me besaban y acariciaban para que siguiera relajándome, sentí como iba aceptando tremenda intromisión.

Ya los dos miembros, completamente dentro de mí, se quedaron quietos hasta estar seguros de que me adaptaba, para poco a poco empezar con el movimiento. Los dos follando mi culo, haciendo que gritara y me retorciera de placer, veía la cara de Ricardo, debajo de mí, sudando y enloquecido de placer, a mi espalda, Ruiman me chupaba y mordía la espalda mientras se impulsaba sintiendo su polla rozarse con la de Ricardo mientras me embestían.

Tan cerca del orgasmo, mi cuerpo empezó a temblar y soltando un grito regué a Ricardo, ellos pusieron más ímpetu en su ataque y en segundos sentí sendos chorros ardientes llenarme. Salieron con cuidado de mi interior, me dejé caer sobre Ricardo, Ruiman cayó a mi lado. Los tres respirando con fuerza, intentando calmar nuestros cuerpos.

Sentía mi culo hormigueando, el semen iba saliendo y sentía como chorreaba por mi muslo deslizándose lentamente, terminaría sobre la pierna de Ricardo, en algún momento.

-Ha sido increíble.

-Hacer el amor con vosotros, es lo mejor.

-Tin debes dejarnos entrar en ti juntos, otro día.

-Sí, Tin, nunca había sentido nada igual.

Los dos hablaban y me alababan sin parar, mis ojos se iban cerrando mientras sentía besos por mi cuerpo. Habíamos estado por horas, follando como fogosos adolescentes y mi cuerpo les había complacido más allá de lo que yo pensaba que podía aguantar. Así que me acomodé entre mis dos hombres y me dormí. 

Continúa>>>