Capítulo 1: El renacer del Sekiryuutei

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Desde que le habían propuesto salir en el puente, Issei había estado planeando meticulosamente cada detalle de su cita. Realmente seguía sin creerse que una bella chica llamada Yuuma Amano lo había invitado a salir.

Issei realmente no la conocía, pero su belleza era impresionante, y ni siquiera le preocupaba la reputación de Issei.

Issei era conocido como el bicho raro de la Academia Kuoh. Apenas tenía amigos, y era realmente tímido. Gracias a su amiga Irina, desarrolló cierto apego a la religión cristiana y, aunque no era un fanático creyente, sí procuraba ir a misa todos los domingos, y solía rezar de vez en cuando, cada pocos días.

Debido a esto, Issei desarrolló cierta personalidad introvertida, tímido con quienes no conocía o no se sentía cómodo y, sumado a su actitud religiosa, esto le dificultó mucho hacer amigos y relacionarse con la gente, quedando un poco apartado de toda la gente de Kuoh, y ganándose el sobrenombre de El Bicho Raro de Kuoh, sin mencionar algunos más duros como El Chico sin Amigos de Kuoh. Issei no tenía apenas amigos, porque el dúo de pervertidos, Matsuda y Motohama, a pesar de juntarse con él, simplemente le utilizaban para escapar de las palizas de las chicas. Quizás algunos miembros del Consejo Estudiantil, como por ejemplo Hanakai Momo, se relacionaban algo con Issei, y eran muy amables con él, pero no llegaban al punto de una amistad profunda.

Realmente, esto podría haber servido como una advertencia para Issei, pero Issei estaba divagando, contento de por fin poder disfrutar con una persona. Issei, aunque era algo religioso, en realidad no se diferenciaba mucho de un chico de su edad, y lo único que deseaba era tener amigos y una novia que le proporcionara lo que más deseaba Issei: amar, y sentirse amado.

La cita, por su parte, comenzó sin ningún problema, tal y como Issei lo había planeado minuciosamente.

Yuuma parecía divertirse, e Issei logró estar en un comportamiento muy extrovertido para lo que Issei era, proporcionando gran conversación.

Así que terminaron la cita en un parque de Kuoh, tras una agradable tarde hablando, sin nadie más a la vista cuando el sol de la tarde puso un brillo sobre lo que parecía a ojos de todos una agradable pareja cogida de la mano.

-Issei... -habló Yuuma, con una voz amable pero algo cargada de tristeza, lo que Issei no notó-. ¿Podrías hacer algo por mí?

Issei sintió una explosión de emoción. Él deseaba pedir a Yuuma que fuese su novia, pues a Issei le resultaba muy agradable. Quizás Issei no estuviese enamorado de Yuuma, pero Issei quería conocerla más.

-Sí, claro Yuuma, por ti lo que sea. ¿Qué necesitas? -preguntó Issei con una cierta ansia.

Ella se volvió hacia él, con una sonrisa algo quebrada, y unas pocas lágrimas surcando por sus delicadas facciones. Yuuma estaba sufriendo, dado que realmente Issei era muy agradable, y Yuuma, aunque no se había enamorado de él, sí que quería ser amiga de él.

-Issei, ¿podrías morir por mí?

Durante varios segundos, Issei no se movió ni una pulgada, lo que había dicho la chica, simplemente Issei no había podido entenderlo.

-Perdona Yuuma. No creo haberte oído bien. ¿Podrías repetir lo que has dicho?

-Issei, lo siento mucho, estoy obligada, sino ellos podrían morir -dijo Yuuma mientras sollozaba ligeramente-. ¿Podrías morir por mí?

Entonces Issei vio algo increíble: dos alas negras como la noche brotaron de la espalda de Yuuma. ¡Un ángel caído! Issei, como gran lector de la Biblia, pudo reconocer a Yuuma como una de las criaturas que aparecen en la Biblia. Sin embargo, Issei también se fijo en la expresión de tristeza y dolor que Yuuma tenía reflejada en su bello rostro.

El Ángel de corazones de las llamas rojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora