Parte 12

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Mikey no dejaba de pensar y de meditar, que podía hacer.

Pasó el tiempo
¿Las cosas mejoraron? No, no lo hicieron, Raph seguía tan explosivo como siempre, a pesar de que su familia no sabía que hacer con él, se resignaron y poco a poco volvieron a hablarle,  ¿Y Mikey? El menor, día y noche pensaba que podría hacer, sabía que él no era la solución, lo que Raph necesitaba no era un hermano menor. Pero tampoco tenía una solución.

Mikey seguía tratando de acercarse a su hermano pero inumerables veces ya fue rechazado, cada rechazo era una nueva cicatriz en el pequeño y frágil corazón de Mikey, y otras cuando Raph le permitía estar con él, para Mikey era una dicha, trataba de dar lo mejor de sí.

Mikey se convirtió en el aquel que siempre escuchaba a su hermano cuando quería hablar, lo escuchaba atentamente mientras se desahogaba, aunque a veces el menor se preguntaba si eso ayudaba. El menor solo se quedaba ahí, a su lado, escuchándolo. Aunque el de manda naranja no entendía tanto su razonamiento de "los amo tanto a tal grado que los odio" no lo comprendía, pero esa era la verdad de su hermano, era lo que sentía y lo que él creía, entonces Mikey trataría de aceptarlo, después de todo los amaba al final de cuentas, ¿no?

Pero es inevitable, por más que el menor lo quisiera negar, y es que es..... cansado, muy cansado tratar de darlo todo, y que continuamente lo rechacen, las cicatrices se quedan.

Mikey trataba de dar todo de sí día a día, su mayor deseo es que su familia esté unida y feliz, les sonreía a todos, trataba de hacer bromas, trataba de alegrarlos.

Pero era desgastador, era como estar en dos equipos al mismo tiempo.

Mikey escuchaba las quejas de un lado, después escuchaba el otro lado, no podía estar completamente desacuerdo pero tampoco aceptaba todo, en realidad ninguno estaba mal, porque eran sus puntos de vista hablaban desde su perspectiva, pero cuando conoces los dos lados, no puedes estar a favor de un lado porque entiendes la razón del otro.

La carga de Mikey se volvía más y más pesada. Era de noche el menor se encerró en su habitación, no quería saber nada, nada de nadie, se sentía como una saco a punto de reventar, no quería hacer nada, sentía que era más fácil desaparecer. Estaba recostado en el piso, ni si quiera tenía fuerzas de subir a la cama, mantenía sus ojos cerrados, quería que todo estuviera oscuros sin que nada existiera, pero en un momento los abrió y algo debajo se su cama llamó su atención, era una pequeña libreta que ni si quiera sabía que tenía, la tomó y se quedó observándola, la hojeo, no tenía nada escrito, se quedó mirándola fijamente, hasta que en un momento se sentó en el piso, sin apartar la vista de la libreta que tenía en su mano, giró un poco, buscó entre su desorden y encontró una pluma.

*¿Por qué no?* Pensó el menor y empezó a escribir.

" Hola...
Hoy es 5 de abril de 2021.

¿Sabes?, Estoy cansado, tengo un hermano, bueno de hecho tengo 3, pero Raph esta.......tan inestable, no sé que hacer, no sé cómo ayudarlo, y ¿sabes algo? Me duele mucho cuando me rechaza, sí, así es, a veces el me rechaza, bueno en realidad  muchas veces.
Quiero ayudarlo, pero no sé cómo, siento que él no me necesia a mí, siento que necesita a alguien más, sabes? Él dice que nos ama tanto que nos odia, tu entiendes eso?, La verdad yo no sé cómo puedes odiar algo que amas, pero él lo cree así, ...yo..trató de escucharlo, trató de que él pueda sentirse bien, aceptado y comprendido. Pero la verdad es que también escucho a los demás, no puedo negar que ambas partes tiene razón en algo, pero también tienen muchas fallas, estoy angustiado, tengo miedo de perderlos, no quiero que se fragmenten" 

Mikey escribía todo lo que sentía, era como hablar con alguien, bueno tal vez en realidad hablar con sí mismo, pero le daba tranquilidad.

"Estoy cansado lo admito, el ambiente, se siente tan espeso, .......pero está bien yo....yo seguiré luchando, yo ..lo lograré, por él, por mi familia, no me rendiré"

Esas palabras escritas, esas letras que acababa de plasmar le dieron fuerzas, Si, tenía razón, lo lograría, se seguiría esforzando y lo daría todo.

Mikey cerró el cuaderno y después observo esa libreta, y sonrió de lado.

- Bueno, ahora tú serás mi confidente-  dijo sin dejar de sonreír, aunque era un sonrisa sutil.

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