Capítulo 18

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Me lanzó contra un auto que me cubre del disparo, lo que hace que me salve, pero alguien no lo logro.

Un grito desgarrador aturde mis oidos y hace que vibre de dolor.

La adrenalina sube a mis hombros y el miedo recorre todo mi cuerpo.

Otro disparo. Asomo mi cabeza sólo para ver que el tipo de la mascara de gas tiene la mirada puesta en un jetta azul, alguien esta detrás escondido, supongo que quién recibió el disparo.

El tipo no deja de disparar y sus amigos se acercan con bates de béisbol y francotiradores. Si vencemos a estos tipos, tendríamos todo un arsenal.

Camino agachado cubriéndome de la vista de los locos, debo formular un plan.

Otro disparo se oye del otro lado del coche, esta solo a dos autos de mi, observo que ha sucedido y el tipo qué disparaba a muerte, yace en el suelo. Olvide que Mario carga con una pistola.

Los compañeros del tipo también notan lo sucedido y corren. Salto el auto y corro hacia el rifle qué el muerto dejo caer.

Sin pensar le disparo a todo lo que se mueva, incluido los tipos que caminan, qué caen al igual qué su amigo.

Me alegro de lo qué hice, jamás había usado un arma, y lo hice tan bien.

Mario sale de detrás del auto y corre junto a mi-¿Lo oiste?

-Si-digo porque se a que se refiere, el grito de uno de nosotros.

Corremos hacia el jetta y vemos a Victoria con sangre en su hombro, a su lado esta Marco desesperado.

-¡¿Y ahora que?!-grita Marco, no respondo.

-Debemos encontrar una farmacia-dice Mario, estoy de acuerdo con su propuesta.

Los demás llegan a nuestra posición sudando como nunca.

-¿Que fue eso?-pregunta Fausto.

-Ni yo lo se, tal vez instinto de supervivencia, querían nuestras municiones-digo para calmarlos.

-¿Supervivencia? ¿Disparar a un grupo de chicos en lugar de ayudarlos te parece supervivencia?-me regaña Luisa, y tiene razón, esos tipos querían algo más que solo comida, nos querían a nosotros.

-Bien, tal vez tengas razón¿Y ahora que?-dice Irving.

-Yo diría que recogiéramos sus armas para llevárnoslas, ya que dudo que sean los únicos-propone Fausto,todos asentamos con la cabeza.

-Bien, Marco quedate aquí con Victoria, ahora volvemos-le ordeno a Marco, el acepta.

Recogo un rifle y una pistola para mi, y para Marco llevo un francotirador y una ametralladora.

Vuelvo con él y le entrego sus armas, me agradece y se cuelga ambas cosas en la espalda.

Mientras los demás llegan con sus municiones, pienso en un plan para curar a Victoria, no se si esperar hasta el amanecer o buscar medicamentos ahora mismo. La situación es estresante.

Todos llegan y están felices por lo que encontraron, me agrada su instinto de lucha.

-Tenemos que curar a Victoria ahora-dice Jimmy, miro a Victoria solo para darme cuenta de que su sangre esta por los suelos y se esta debilitando.

-¡Demonios! ¿Hay alguna farmacia cerca?-digo.

-Hay una por mi casa-dice Marco. Fui a su casa una vez, no esta muy lejos de aquí.

-Genial. Alma, Jimmy, Ale, Luisa y Fausto quédense aquí con Victoria, los demás vengan conmigo-digo listo para la acción.

-¿Porque llevarte a ellos?-dice Luisa confundida, señalando a Mario, Marco e Irving.

-Porque son los mas rápidos y agiles-digo-y debemos ir y volver rápido, mientras tanto cuiden a Victoria en nuestra ausencia y escondanse en caso de peligro.

Asienten todos y le digo a Marco que nos guie a su hogar, esta oscuro, por lo que moverse es dificil, queda alrededor de una hora para que amanezca. Espero sea pronto o no viviremos para contar nuestra experiencia.

El dia del ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora