Capítulo 17

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-!Despierten todos!-grito mientras oigo el sonido del azotar de vidrios y maderas, cada vez mas fuertes, cada vez mas cerca.

Irving es el primero en tomar consciencia y agarra una madera rota con una gran punta y me mira.

-Tenemos que salir de aquí ahora.

Su voz resuena en mi cabeza y corro a despertar a los demás con empujones y patadas, a lo que reaccionan instantáneamente.

Alcanzo a Irving, quién se encuentra en una pelea de vida o muerte entre dos de ellos, busco algo que me pueda servir de arma, y encuentro un vidrio roto con una larga punta que mata cualquier cosa.

Me lanzó contra uno de los zombies, pero justo cuando le voy a enterrar el vidrio, se hace a un lado y esquiva mi ataque.

Eso es imposible, ellos no reaccionan , atacan por impulso y por instinto de matar y comer, no de esquivar  y pensar.

El zombie me ataca, pero Mario saca su pistola y dispara contra esté. En segundos, muere.

Mario me ayuda a levantarme y veo que Irving ya a acabado con su contrincante,tiene una herida pequeña, pero esta bien.

Los demás salen del vagón en el que se encontraban, han recogido lo que encontraron para largarnos de aquí.

-¿Son todos?-dice Victoria, con temor a una respuesta que no desea oir.

-No estoy seguro-contesto.

-¿De que hablas? Ya matamos a todos-dice Irving y me preparo para decir mi teoría.

-Estas cosas son racionales, saben lo que hacen, saben como y cuando atacarnos, dudo que sean zombies, mas bien creo que es alguna clase de enfermedad que ataca al cerebro y hace querer carne humana.

Todos me miran confundidos, ya se los explicaré bien después.

Sin mas preguntas, subo las escaleras poco a poco con temor a que una de esas cosas se lanze sobre mi, por suerte todos vienen tras de mi y Mario, trae un arma de fuego.

Esta oscuro aún, por lo que deduzco que no ha amanecido todavía, miro mi reloj y faltan aproximadamente dos horas más para que el sol, vuelva a ser nuestro aliado.

-Esta oscuro, no podemos seguir -dice Luisa y tiene razón, pero que otra opción hay, es ahora o nunca, y no piensos arriesgarme.

-¿Tienes una mejor idea?

Luisa calla al igual que todos, parece que están de acuerdo conmigo.

Oigo pasos que vienen de arriba,estamos a diez escalones de llegar a la taquilla y salir corriendo por la puerta sin rumbo alguno.

Cinco. Cada vez más cerca. Escucho voces, tal vez sean solo alucinaciones.

Tres. Esos monstruos corren de un lado a otro, solo ellos son ese sonido palpitante que aturde mi cabeza.

Uno. Llego al otro extremo y dos de ellos me toman como su presa. Mario dispara y le da a uno en la cabeza, mientras el otro me lleva arrastrando por el suelo tomándome del cuello de la camisa.

-!Ya vamos Oscar!-oigo gritar a Victoria. Intento soltarme pero solo lo hago mas difícil, el tipo me lanza contra un vidrio y azoto,creo que me rompi un hueso.

El tipo me toma por el cuello y acerca su boca llena de sangre a mi abdomen. Es el fin. Soy uno de ellos.

Oigo un disparo y el caníbal  frente a mi  cae en mi pecho y muere.

Irving corre hacia mi y me ayuda a levantarme, le doy las gracias.

-¿Te mordio?

Niego con la cabeza y él solo suspira aliviado, le oculto que estuve a punto de ser devorado.

Los otros llegan e inhalan agotados.

-Este lugar ya no es seguro, debemos darnos prisa y salir de aquí-digo decidido.

Nadie se opone y caminamos hacia la salida. Como ya había dicho, la oscuridad no esta a nuestro favor, por lo que saco una lámpara de mi mochila, ambas cosas las tome de la tienda de regalos de la estación. Los demás hicieron lo mismo, incluyendo en su equipaje comida y bebidas fundamentales en nuestro viaje.

Les indico a todos con el dedo índice en mis labios que guarden silencio y que caminen sigilosos, ya que cualquier alma viviente que se acerque a nosotros, sera detectada gracias a este silencio perturbador.

Un helicóptero sobrevuela nuestra posición. Supongo que todos pensamos lo mismo; lanzar una bengala o iluminar con una linterna para llamar su atención, pero es demasiado arriesgado, el mas mínimo error en una zona como está y estamos muertos. El helicóptero se aleja.

-Tengan cuidado donde caminan, puede que haya soldaduras sueltas o piedras levantadas-digo.

-¿A donde vamos?-me pregunta Jimmy. No le contesto porque no se que responder a eso, no estoy seguro de a donde vamos, creo que a ningún lado, estamos caminando hacia la nada.

Un brillo aparece al final de la calle, sobresale de entre todo,.pero no alcanzo a distinguir que rayos es eso.

-Sobrevivientes-dice Irving y todos lo volteamos a ver, luego volvemos la mirada al brillo y entendemos a que se refiere. El brillo es una fogata, y a su alrededor hay personas. Estamos salvados.

Comenzamos a gritar para llamar su atención y que se percaten de nuestra presencia, y asi sucede. Uno de ellos se levanta y se dirige a nosotros, supongo que para ayudarnos.

Entonces es sólo cuestión de segundos para darme cuenta de que sucede en realidad. El tipo trae una máscara de gas y saca una pistola de su bolsillo derecho,nos apunta...

Y dispara.

El dia del ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora