Amor Salvaje •Robert Downey Jr•

Capítulo 3

Llego al garaje y no se a cual de todos subirme, tiene muchos, sin duda es un hombre de mucho dinero.

Me subo a un deportivo negro que al parecer fue en el que llegó, por que es el que está más cerca de la salida.

Procedo a subirme al mismo y huele muy bien, y no es el auto es el olor de una colonia, por el aroma de inmediato sé que es de el señor Robert, es muy fina y huele excelente.

R: ¡llegue! — dice subiéndose al auto. — sonrió tímidamente.

R: y.. ¿Donde es que vives? — pregunta, le doy la dirección y nos encaminamos hacia mi casa.

R: Y una señorita tan bella y joven como tú, ¿que hace trabajando de sirvienta?. — preguntó mientras salíamos de el garage montados en el auto.

J: pues he buscado otro trabajo y por falta de experiencia no me han querido contratar, y pues todos tenemos necesidades ¿no? — dije viendo el camino desde el asiento del copiloto.

R: Bueno esta es tu casa supongo, — él se baja y me abre la puerta, es todo un caballero.

R: en mi casa tienes tu trabajo seguro — me dice sonriendo —  nos vemos mañana.

J: Nos vemos mañana Señor.... Robert. — veo que se acerca y me quedo helada, me da un beso en la mejilla y se va.

Me quedé tonta por el beso, ¿le gustaré? me pregunto de nuevo
No como crees tiene esposa me respondo a mi misma entrando a mi casa. 
Como siempre no había nadie, hice mis tareas y estaba muy cansada por mi trabajo en la casa de Robert, me sentía cansada, ya que nunca había trabajado.
Subí a mi cuarto luego de cenar para quedarme dormida y soñar con él.

El día siguiente

Despierto, hago lo de siempre y me voy a la Universidad, estoy emocionada por ver otra vez a Robert, ya es miércoles y hoy la Universidad es muy aburrida, bueno siempre lo es, pero los miércoles más por que hay clase de biología matemáticas y historia.

Al fin salgo de la universidad y llego a la casa de Robert, el ahora está trabajando pero llega antes de que yo me vaya así que lo veré.

Hago mis labores domésticas, tranquila y de repente llega Susan.

S: Mira tengo que ir a hacer unas compras, ¿No te molesta que te deje sola? — me dice con una bolsa en su hombro y con unos lentes en sus ojos.

J: claro que no señora, que le vaya bien. — le digo, mientras le lanzó una sonrisa amable.

S: ¡Ah!, Por cierto, ¿me puedes planchar la ropa que deje en la cama de la habitación?, creo que Robert tendrá una junta y vendrá a cambiarse, ¡por favor!.

J: ¡Claro! no se preocupe Señora. — le digo y sale de la casa.

Subo al cuarto a hacer lo que me ordenó, subo y veo una cama enorme, la cual estaba desordenada, la ordeno y respiro el mismo aroma que sentí en el vehículo de Robert, ¡enserio huele muy bien!, Empiezo a planchar la ropa y oigo ruidos en la casa de seguro es él.
Llega un poco apurado al cuarto quitándose la corbata.
Me ve y enseguida me sonríe con su perfecto rostro.

R: Jasmine, ¿no sabes donde está Susan? — pregunta entrando rápido a la habitación y sentándose en la cama.

J: salió, pero me dijo que le diera la ropa. — se la doy muy bien planchada.

R: Gracias, déjalas ahí, me ducharé rápido. — dijo mientras seguía en la cama.

J: ehh... ¡Ah claro! — digo algo nerviosa.

¡Dios!, se quitó la camisa frente a mi, es tan hermoso, logró ver sus pectorales y logró ver sus vellos haciendo una línea dividiendo los mismos, sus abdominales ligeramente marcados en su piel tan hermosa.

J: Claro, pero tengo que seguir ordenando la habitación, ¿no le importa? — suelto de inmediato alejando mi vista de ese excelente panorama.

R: Claro que no. — dice con una sonrisa pícara.

¡Se saca el pantalón frente a mi!
Claro esta de espaldas y sólo logró ver su espalda muy musculosa al parecer hace ejercicio, bajo la vista y le veo el trasero, ¡Dios!
Es tan perfecto, un trasero tan envidiable, rodondo, quería ver más, pero el boxer ya no me dejo, voltea y me sonríe de nuevo y se mete a la ducha de su cuarto.

Me quedo ahí en la habitación "limpiando" cuando en verdad sólo quería ver mas, lo demás que el boxer no me dejó ver.

R: ¡Jasmine! — grito Robert desde el baño.

J: ¿Q.. que pasó Robert? — dije nerviosa.

R: ¡Olvidé mi ropa interior, me la quisieras pasar!, por favor. — mi cabeza escuchó eso y los nervios se apoderan de mi.

J: Cla...Claro. — digo y corro al armario, wow enserio tiene mucha ropa, pensé.

R: ¡Busca en el cajón! — gritó de nuevo, claro en el cajón que tonta soy, lo abro y wow aún más ropa interior, agarró dos y me guardo uno en mi bolsillo del uniforme.

J: !Aquí está! — dije desde afuera.

R: Pues entra y me lo pasas. — ¡entro y Dios está desnudo!,
Se tapa la entrepierna cínicamente con sus manos.
Mis nervios hicieron de las suyas y no pude ver nada más que su torso desnudo y húmedo, sentí el calor de mi cuerpo, al ver como las gotas caían en su cuerpo precioso.

R: Ah muchas gracias. — dice de nuevo con su sonrisa.

J: de dd.. de nada. — tartamudeé.
¿Porque soy así de nerviosa?, Me pregunto a mi misma.
Salgo de ahí a seguir recogiendo la ropa tirada.
No me podía quedar viéndolo todo el día.

El sale en el boxer que le di, lo veo de reojo y wow se le ve un gran bulto en el boxer, y creo que ni siquiera está excitado, que afortunada Susan pensé, ¡estas enferma!, Me dije a mi misma.

El camina descalzo por el cuarto buscando sus zapatos, los cuales estaban del otro lado, pude ver de nuevo su trasero delicioso, al final se cambia y se ve tan bien, pero claro, se ve mejor sin ropa, pensé.

R: ¡Nos vemos! — dijo él y mientras salía muy elegante.

J: Claro Robert. — dije, y salió de ahí dejando su aroma en mis narices.

El se va y al fin puedo sacar el boxer que saque de su armario y wow, huele tan bien, !enserio estoy enferma!, Dije y me lo guardé de nuevo.

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Nuevo capítulo, espero les guste.