Capítulo 25

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El sonido de el avión aterrizando me despierta de mi sueño profundo, abro los ojos y veo por la ventanilla que estamos ya en Nueva York, me siento muy muy mal, ni siquiera tengo ganas de caminar.

Estábamos saliendo del aeropuerto con Michael y mi madre, los cuales iban muy felices iban charlando entre ellos, al fin y cabo casi tienen la misma edad.
Pero al parecer al voltearme a ver notaron que mis ojos iban rojos, por las lágrimas que solté en el avión, agradezco que no tuve que ir sentada cerca de ellos, a veces es mejor sufrir sola.

Michael: ¿Estas bien Jasmine? – pregunto sutilmente.

Mamá: ¿Te encuentras bien?, No te ves nada bien, ¿Estuviste llorando? – preguntaron los dos.

J: Si lo estoy, sólo sólo.... – suspiré evitando que las lágrimas salieran de nuevo – sólo sentí nostalgia, extrañaré mi vida en California. – dije tratando de disimular, mi madre era la única persona que podría saber que pasaba.

Michael: Tranquila Jasmine, muchas veces esto pasa, tenemos que adaptarnos, para poder ser feliz debes dejar otras cosas atras. – pues parece que tiene razón, debía dejar todo allá, en California.

Salimos del aeropuerto y pedimos un taxi, primero nos quedaremos en un hotel, puesto a que no encontraríamos un apartamento en un día.
Además de que estaba oscureciendo.

Tomamos el taxi y cruzamos las preciosas calles de Nueva York, si no estuviera muriendo por dentro, de seguro estaría muy feliz por todo esto, no podía dejar de pensar en el mensaje...

Estoy arrepentida de haber tirado su ropa interior, era lo único que tenía de él, era lo único que pude tener de él; claro, nunca olvidaría que su piel y la mia se hicieron una, más de una vez.
Y sus labios y los míos estuvieron juntos en muchas más ocasiones.

Llegamos al lugar, me detuve a seguir pensando, para poder salir del vehículo, entramos al mismo, y mientras ellos se encargaban de todo yo tomaba mis auriculares y los ponía de nuevo en mis oídos, para escuchar de nuevo la misma canción, me gusta ser masoquista, pensé.
Si quiero dejar de pensar en él debo de dejar de recordarlo, trataré de hacerlo, procedí a quitarme los auriculares e ir con  mi madre y Michael para ver qué sucedía.

Nos dieron la habitación y subimos por el elevador muy elegante.

Cerré los ojos en el mismo, y mi imaginación voló.

Estaba allí llegando a mi escritorio, mientras Robert estaba en la puerta de su oficina con una sonrisa en su perfecto rostro, cruzado de brazos con uno de sus muchos trajes, y uno tenis como es de costumbre para él usar, y sus gafas tan características...

Abrí los ojos y por desgracia si, todo lo imaginé, mi vida normal apestaba, quisiera tener lo que deseo pensé, llegamos a nuestro piso, no estaba mi escritorio, no estaba Robert, y no estaba en California.

Llegamos al apartamento, mi madre procedió a abrirla, entramos al fin, y el lugar era magnífico, era muy bonito, con tres habitaciones, una sala con un enorme televisor, y una especie de balcón donde se veía gran parte de la ciudad, me gustó mucho el lugar.
Pero cambiaría todo esto por estar de nuevo en mi habitación, con mi cama, mi televisión, y las paredes algo desgastadas por el paso del tiempo; la habitación la cual me vio enamorarme mientas dormía abrazada a su ropa interior, la habitación la cual me vió ser feliz, y me vio llorar muchas noches hasta quedarme dormida.

Michael: Mira este paraíso. – dijo señalando la ciudad desde el balcón.

J: Es muy bonito.– dije tratando de parecer animada.

Michael: ¿Qué sucede Jasmine?, estas muy rara desde que salimos de el avión. – dijo frunciendo el ceño.

J: Simplemente no me siento bien, ya te dije. – solté molesta.

Michael: Vamos amor, tienes que acostumbrarte, esto es mejor para todos, ahora tendrás un mejor trabajo, no serás una simple secretaría. – dijo y sentí como ya mi muy pisoteado corazón dolía de nuevo.

No respondí nada y me fui a mi habitación, las lágrimas harían presencia de nuevo.

Cerré la puerta, necesitaba estar sola, lleve mis maletas hasta la cama, mientras unas lágrimas caían, ya no podía controlarme, mi tristeza y dolor era más fuerte que yo.

Estaba sentada sacando mi ropa y oigo que alguien toca la puerta.

J: ¡No quiero hablar Michael! – dije en voz alta.

Mamá: Soy yo hija, abre necesito hablar contigo.

Me seque las lágrimas y me levanté de la cama, para abrir la puerta.

Pasó y se sentó en la cama a unos centímetros de mi y me miró.
Basto con eso para que todo mi dolor saliera, para poder desahogarme con ella.

Yo creí que me habia quedado sin lágrimas después de todo lo sucedido, pero ahora salían incontrolables, mi madre tomo mi cabeza y me propinó un abrazo.

Mamá: ¿Es por él? – preguntó con sus ojos llorosos.

J: Si madre, lo amo, no se si hice bien o mal, yo lo quiero madre, lo amo... – dije, si alguien sabia todo, era ella, nunca lo olvidó desde el primer día que se lo dije, siempre se dió cuenta de todo aunque yo no se lo dijera.

Mamá: Mi niña, tienes que olvidarlo, él ya tiene una esposa y su hijo va a nacer en muy poco tiempo, tienes que dejarlo ser feliz, no aferrarte a él, y ser feliz con alguien que sólo te quiera a ti. – dijo mientras acariciaba mi cabello. Recorde que yo le conté lo de el hijo de Robert por eso lo sabía.

J: Por eso acepté esto madre, quiero olvidarlo, quiero que sea feliz pero yo no sé si podré serlo sin él, no sé si pueda olvidarlo, trato de ser feliz con Michael pero es complicado. – dije mientras las lágrimas recorrían mi rostro.

Mamá: Claro que puedes, nadie se ha muerto por amor, será doloroso pero todo en la vida lo es. Tampoco es nada justo lo que le haces a Michael, él te ama, te apoya y siempre está contigo.
No creo que merezca eso pienso que deberias amarlo como él lo hace, y si no lo amas, no lo uses es un buen hombre, piensa muy bien las cosas Jasmine, te amo mucho hija. – dijo y luego de darme un beso en la frente salió de la habitación.

Tire la maleta de la cama y me acosté en la misma, y puse de nuevo la canción, quería desahogarme, llorar.

Termina la canción y suena una que quedaba a la perfección en ese momento...

Déjenme llorar, quiero sacarlo de mi pecho,
Con mi llanto apagar, este fuego que arde adentro.
Déjenme llorar, quiero despedirme en silencio,
hacer mi mente razonar que para esto no hay remedio...

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Espero les guste.
Estoy muy contenta, ya alcanzaremos las 900 lecturas, haré un especiales para cuando lleguemos a los 1k.
¡Saludos!

Amor Salvaje •Robert Downey Jr•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora