Amor Salvaje •Robert Downey Jr•

Capítulo 18

Luego de ese día confirme al 100% que estaba locamente enamorada de él.
Éramos como almas gemelas, dos piezas de un rompecabezas las cuales encajan a la perfección, claro que talvez la gente pueda juzgar nuestra relación si llegáramos a tener una, pero, yo, yo era feliz con él y al parecer él también lo era conmigo; quería hacerlo feliz por el resto de nuestras vidas.

Esa noche dormí junto a él, dormimos en esa alfombra, por la madrugada desperté, aún estaba encima de su perfecto pecho, el cual brillaba como una estrella, él era una estrella de el espacio venida solo con un fin, hacerme feliz, y lo lograba.
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Al fin estoy trabajando en su empresa, soy la más feliz del mundo.
Tengo control de todo sobre él, soy más que su secretaria, su asistente personal, yo coordino sus juntas sus citas con más empresarios y demás.

Era una mañana normal, lo veo llegar de su almuerzo y ahí está el hombre que me volvía loca, con su belleza que erradica por doquier, él podría estar al lado de cualquier hombre y nunca nadie le ganará en belleza. El tipo al que amo como nunca pensé hacerlo.
Viene hacia mi escritorio.

R: ¿Que tal?, ¿Todo bien? — dice sonriendo, es el gesto que más amo, y el cual siempre hace.

J: Claro señor Downey, además sólo salió 1 hora no se que podría pasar en una hora — dije bromeando con él, él es así, muy bromista y amo eso.

R: Supongo que si, pero ¿Señor Downey? —dice de nuevo con su sonrisa y entre cerrando los ojos— creí haberte dicho mucho antes que me llamarás Robert.

J: Pero ahora es mi jefe señor, tengo que mostrar mi respeto — dije sonriendo al igual que él.

R: Claro señorita Jasmine — dice aún con una sonrisa de un lado.  Sentí una especie de toques correr desde mi cabeza hasta mis pies me encantó que me dijera así.
Luego se marchó a su oficina.

Ahí estaba haciendo mi trabajo, cuando de repente veo a alguien por el corredor, y se acercaba a mi, yo la vea de reojo, mientras veía la computadora.
Me pareció haberla visto antes.
De seguro no es nadie importante, pensé.

X: ¿Se encuentra Robert? — me dice, logró notar que no es nada amable, y se ve algo estresada, desde mi punto de vista.

J: Para poder verlo necesita hacer una cita antes — le dije amablemente.

X: Vete a la mierda — me dijo y me quedé helada, que grosera pensé.
Y se entra directamente a la oficina de Robert, me levanto de mi asiento para evitar que esto sucediera, pero ya fue demasiado tarde; ya estaba adentro.
Robert estaba sentado en su escritorio, con los pies arriba del mismo hablando por teléfono.  Por un instante olvidé lo que pasaba para apreciarlo en tan magnífica pose.
Por fin vuelvo a la realidad al oír una voz.

X: Necesito hablar contigo, a solas — dice mirándome.

J: Disculpe Señor no pude detenerla — dije un tanto preocupada.

R: No hay problema Jasmine, déjame a solas con la señora.

Salí de ahí, pero claro ese hombre era mío después de lo sucedido, sentía que él me pertenecía, necesitaba saber por qué esa mujer lo buscó.
Salgo, más sin embargo no me despego de la puerta, y lograba oír lo que decían.

R: ¿Qué quieres Jennifer?, Te recuerdo que lo nuestro fue sólo una noche, en la cual estaba completamente ebrio — Con que de eso la conocía, era una de las mujeres que estaban en su casa cuando entré.

Jennifer: Lo sé, ¿Pero qué crees?
Estoy embarazada imbécil y ¿adivina de quien? — Quedé en completo shock, inmóvil luego de lo que dijo, sentí de nuevo como mi corazón se partía en mil pedazos.

R: ¿Como?, ¿No es posible?, Siempre uso protección — dice Robert, aún sin verlo logró oír en su voz el nerviosismo y el asombro.

Jennifer: Pues como, de lo ebrios que estábamos no lo usamos, ¿y que crees?, Seremos padres — dijo, y automáticamente mis lágrimas cayeron por mi rostro, mi corazón en pedazos me decía que me alejara de ahi, lo cual obedecí.
Como pude camine hasta el baño, agradecía no haberme encontrado a nadie en el camino al mismo, ya que me hubiese visto destrozada.
Moje mi rostro con agua y me vi en el espejo.
Un alma solitaria, engañada, traicionada.
Mis ojos rojos por las lágrimas que minutos antes salían incontrolables, y mi maquillaje arruinado por completo.

Necesito actuar que no escuché nada, él me lo tendría que decir si en realidad me quiere, además el tendrá que hacerse cargo de el niño que era su hijo.
¿Y que pasará conmigo?
Bueno en realidad nunca fuimos nada, el parecía estar enamorado de mi al igual que yo, pero por más que lo estemos, esto nos va a separar, si alguna vez estuvimos juntos.
Me maquillo un poco, tratando de disimular lo que oí y me rompió el corazón.  Tendré que actuar muy bien.

Llegue a mi escritorio, con mi corazón hecho pedazos, sólo deseaba irme a mi casa, a llorar en la soledad de mi cuarto.
Al parecer los dos habían salido de ahí juntos, ya que ninguno de los dos estaba en la oficina.

Luego de unas horas llegó Robert de nuevo a la oficina.
Y a diferencia de su primera llegada, de veía diferente, lograba notar preocupación en su cara.
¿Será por lo que sucedió?
Se acerca a mi.

R: ¿Puedes venir a mi oficina?, Necesito hablar contigo — me dice y esta vez no veo su sonrisa, que tal vez pudo consolarme.

J: Claro, ahora mismo voy — dije tratando de disimular, sabía lo que me diría, no se que sucederá conmigo, pensé.

Ahí estábamos en la oficina.
Frente a frente mientras el escritorio nos separaba.

R: Tu sabes que te quiero, de hecho —suelta un suspiro— ¡Es tan difícil!
Ahh el punto es que yo te amo, pero lamentablemente, embaracé a una mujer, cuando trataba de vengarme de Susan, estaba demasiado ebrio, y no me cuidé — ya no pude más al oír eso, y de nuevo mis lágrimas cayeron, el nudo en mi garganta hizo acto de presencia, sentí como mi vida estaba siendo destruida totalmente.

J: Bueno supongo que nunca fuimos nada, ¿sabes?, Yo también te amo, pero creo que no Siempre las cosas resultan como deseas — dije con las lágrimas en mi rostro...

R: Lo siento, Jennifer quiere que me casé con ella, y supongo que tendré que hacerlo, debo de responder por mi irresponsabilidad, pero tú sabes que te amo y siempre lo haré.
¿Seguirás trabajando para mi?

J: No lo se, me siento muy mal, tengo que pensarlo bien, muy bien — dije y me fui de ahí.
Solo queria llorar en mi cama pensando que pasaría ahora con mi vida.
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Todo parecía ir bien, pero no todo es como en los cuentos.
Les recomiendo oír la canción de la multimedia para sentir mejor el capítulo.
¡Saludos!