Frida en Hogwarts: la piedra filósofal [FEH #1]

"Tren"

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Frida observo el tren, «¿en esa cosa me voy a tener que subir?» pensó ella con una mueca. El tren no era feo, pero a ella no le gustaba viajar en tren, siempre le provocaba mareos y extraños sentimientos. Su hermano Antonio se despidió de su familia para ir a buscar a sus amigos: Benjamín Being y Shawn Well; mientras Frida se quedaba con sus padres, quienes le aconsejaban no separarse mucho de su hermano mayor, de no meterse en problemas, etc.

—Entonces, recapitulemos —comenzó Guadalupe—. Nada de travesuras, no separarte de tu hermano, respetar a tus mayores...

—Sí te molesta alguien, lo golpeas —dijo Ricardo al mismo tiempo que Guadalupe lo golpeó suavemente en el hombro con un rostro de regaño—. Sólo no quiero que le hagan nada, Guadalupe.

—Eres un tonto, mi hija no va ir por ahí en la vida golpeando a cualquiera que le moleste —soltó Guadalupe, volteo a ver a Frida quien sonreía por la propuesta de su padre—. Ni se te ocurra hacerlo, Frida María López.

—¡Mamá! —reclamó Frida, odiaba que le dijeran por todo su nombre completo—. Ya me voy, ya vi a Antonio entrar al tren, adiós mamá, adiós papá.

Los tres se despidieron con un beso y abrazo, Frida no tardó en subir con todo y cosas, la verdad, no eran tantas, comenzó a caminar por los pasillos, al mismo tiempo que se tuvo que agarrar de una ventana para sostenerse al sentir como el tren comenzaba avanzar. Vaya náuseas, comenzó a caminar, observo casa compartimiento, todos estaban casi llenos, entonces se topo con alguien salir de uno, cabello rubio («teñido» pensó Frida), ojos grises pero bonitos, rostro puntiagudo y piel tenue, él se detuvo para verla.

—¡Hola, me llamo Frida! —saludo la morena, entonces cayó en cuenta dos chicos detrás de él—. Vaya, no sabía que aceptaban los animales de zoológico... Digo, yo... Olvidalo, ¿cómo te llamas?

Él chico seguía viéndola, con una mirada de superioridad.

—Malfoy, Draco Malfoy —soltó con una mueca—. ¿Eres brasileña?

—¿Brasi qué? —preguntó sin entender la pregunta Frida—. ¡No! —soltó una carcajada ante la idea—. No, soy británica como tu, Draco, solo que tengo raíces latinas. Mi madre es latina, como la mayoría de mis abuelos y tías —informó, sin hacer caso el rostro del chico cuando escucho su nombre venir de los labios de la morena.

—¿Latina? Dime algo en español —pidió el chico rubio—. Di algo como, sangre sucia.

—¿Sangre sucia? —preguntó Frida, él asintió con una sonrisa—. Es un término horrible, pero da igual, en México dicen palabras peores, es Sangre Sucia.