Hola, chica ruda.
Solo te quería decir que eres muy linda, no he podido parar de mirarte desde que te vi por primera vez.
Bueno, solo te quería decir eso. Ok no, tengo muchas cosas que decirte, pero prefiero hacerlo luego.
Te escribiré pronto...
_Aleska —pronuncio su nombre con lentitud, sabiendo que posiblemente esa sería la última vez que lo diría frente a ella.
La chica había abierto la puerta al escuchar que alguien tocaba. No se sorprendió al ver a Álvaro, de hecho esperaba que el fuera a verla.
Lo invito a pasar y él lo hizo, cerrando la puerta sus espaldas.
La habitación de la chica estaba algo desordenada, ropa por aquí, libros por allá, la luz era tenue, el bombillo está a poco de quemase, pero aun funcionaba. Se podía ver bien, además estaba ayudado con la luz que entraba por la ventana.
Esta vez no se contuvo, no volvería a ver al chico así que, avanzo hacia Álvaro y lo brazo, envolviendo sus brazos alrededor de él, necesitaba eso. Al chico no le molesto, le correspondió enseguida, rodeando la cintura de la chica con sus brazos, y hundiendo su cabeza en el cuello de ella.
Así duraron un largo rato, en esa misma posición abrazándose, ya que ninguno se quería alejar del otro. Quería que el tiempo se congelara, volver ese momento se volviera eterno. Álvaro se separó solo unos centímetros de ella, para poder verla a la cara.
Mirar cada detalle, cada perfección e imperfección, si es que tenía, de su rostro, grabar ese momento en su mente.
_Por favor, no te vayas —pidió en un susurro. Cerró los ojos al sentir el suave toque de la mano de Aleska en su mejilla, dejándose llevar por la linda sensación que sentía.
_Tengo que irme, no puedo pagar la universidad, ni trabajando me alcanzaría y...
Intento seguir pero fue interrumpida por el de ojos claros— puedo ayudarte, tal vez si trabajamos los dos, pagaríamos las cuotas.
La chica sonrió sinceramente, su debilidad siempre ha sido Álvaro, desde el primer instante en el que lo vio, se sintió verdaderamente atraída a él, su caminar confiado, su sonrisa brillante y su hermoso cabello. Pero ahora eso había crecido, ya no le atraía, no le gustaba, no lo quería.
Ella lo ama, y es completamente consiente de eso.
Por esa razón es que no quiere que Álvaro arruine su vida por ella, quiere que él siga adelante, que se enamore de alguien que le dé el amor que ella no ha podido.
Dejo de acariciar su mejilla, Álvaro abrió los ojos, preguntándose porque había dejado de hacerle ese agradable tacto, se quedaron mirando unos segundos
_Quiero que termines tus estudios Álvaro, enfócate en ti mismo. No te preocupes por mí, tengo ya todo planeado —dejo un beso fugaz en la mejilla del azabache, desatando las emociones que ambos se obligaban a esconder.
_No quiero que te vayas, voy a extrañarte demasiado, eres...
_Estoy enamorada de ti, Álvaro. —confeso de la nada, no se detuvo a analizar las palabras, no las retuvo en sus pensamientos, solo las dejo salir. Álvaro la miro, con una gran sonrisa en su rostro, sabe lo que escucho, ya que su corazón amenazaba con salir de su pecho, y de su boca no salía palabra alguna.
Con sus cuerpos pegados, Aleska llevo sus manos al cabello de Álvaro, y empezó a despeinarlo, mientras una sonrisa juguetona adornaba el rostro de ambos. Se nota a leguas el amor que se tienen.
Es que solo mírenlos, están abrazaditos, mirándose con cariño, mientras ríen. Ahora despelucándose mutuamente. ¿Quién no quisiera un amor así?
No hacía falta decirse nada, sus ojos se comunicaban por si solos. Álvaro bajo su mano a la cintura de la chica y la atrajo hacia él. Aleska no ponía resistencia, en su lugar, acerco su rostro al del chico. Sientan como sus respiraciones se volvían una sola.
Sus labios rozaban, el más mínimo movimiento haría que se besaran, pero ninguno se atrevía a tomar la iniciativa.
_Álvaro, solo bésame —murmuro, apenas audible para el chico.
Y de un momento a otro los labios de Álvaro se posan en la comisura de los de la chica. Ya no les importaba nada de lo que estaba pasando, solo eran ellos dos y nadie más, besándose con ternura.
Sus corazones palpitan con gran fuerza a causa del beso. De a poco el beso fue intensificándose, más pasional. Un beso sabor a cereza, tal vez por que Aleska estaba comiendo algunas justo antes de que llegara el chico ¿Quién sabe?
Con cada segundo, el beso se intensificaba, más y más.
Creo que empieza a hacer calor aquí.
Lo que ocurrió después... es un misterio.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Holaaa
Quiero decirles que solo faltan 2 capítulos para termina esta linda historia.
Me tarde en publicar, y el capítulo es corto, pero es que he estado ocupada con la sorpresa que les tengo preparada, en el capítulo que sigue les contare que es.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
