Orgullo.

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CAP. 3

Quise detenerlo, pero mi orgullo pudo más. No lo entendía.

Ni un poco.

Me quedé cabreada, diciendo cosas en mi cabeza, que por supuesto no salieron de mis labios. No quería lastimar a Ishmael , por más idiota que había sido. Era el sepelio de nuestra Mitchy y no iba a joder todo por una estúpida pelea sin sentido para mí. Era tan bobo cuando hacía esas escenas de celos. Bufé tirando mi cabello enredado.

Volqué mis ojos negando con mi cabeza una vez más y subí a mi recámara. Paré sobre mi puerta, recostándome suavemente en ella, tratando de encontrar sentido a los celos de Ishmael.

 Sin más remedio entré a mi baño y me miré en el espejo.

¡Waw! Estaba horrible, tenía unas ojeras bastantes pronunciadas, estaba pálida y me veía más delgada.

— ¿¡Qué diablos me sucede!?— pensé en mi interior. Al decir verdad, no venía comiendo bien, eso podría ser una causa. Tal vez la muerte de mi amiga, me agobiaba más de lo que creía. Sacudí  mí cabeza de lado a lado despejando esos pensamientos, y me metí de una vez debajo de la ducha dejando caer el agua por mi cuerpo.  Salí a los minutos toda envuelta en una toalla gigante, que cubría casi todo mi cuerpo fui a mi armario y rebusqué algo negro para ponerme. No había absolutamente nada, era de esperarse.

Simplemente odiaba ese color.

── ¡Mamá!──Grité con la esperanza de ser escuchada ── ¡No tengo que ponerme para el velatorio de Mitchy! ── 

── ¡Buscá algo mío hija! ── Contestó saliendo de su cuarto ── Y apurate si querés llegar temprano── Sentenció rápido.

Fui corriendo hasta su enorme armario y lo examiné de arriba a abajo revolviéndolo por completo.

Encontré 2 vestidos que  podrían  quedarme ya que mi mamá era tan delgada como yo. Pero me decidí por uno, era uno que me llegaba hasta las rodillas, bastante simple, recubría mi cuerpo a la perfección. Divisé mi figura en el gran espejo de pie que se encontraba a un lado de un escritorio. Satisfecha con mi elección iba saliendo acomodando mi cabello. Lo recogí brevemente y estaba bajando las escaleras.

— ¿Vas a mi entierro o al de una tía que no conocías? — Cuestionó Mitchy posando sus ojos en mi— ¡Pareces una vieja!— Condenó mi vestuario.

—Es lo más adecuado para la ocasión— Dije mirándola con asombro— ¿No te gusta?— Pregunté  molesta

—¿Qué tal si te pones el otro  mejor? — Contestó con una carcajada

—Me estabas espiando— Exclamé apuntándola con mi dedo índice— Pero… No te vi— Señalé cruzándome de brazos

—No. Descubrí que puedo hacerme invisible a tus ojos— Indicó con una sonrisa algo malvada

—Mentira— Susurré incrédula — No, creo que eso sea posi…— Iba a seguir pero esta ya no se encontraba ahí— Mit… Mitchy… ¿Ahora adónde te fuiste?— Mascullé

—Acá mismo sigo—  Dijo burlona y reapareció ante mis ojos escépticos

—Ok… eso fue raro. ¿Desde hace cuanto podes hacerlo?— Pregunté ofendida. Ya era raro que no pueda verla y no entendía como ocurrió.

—Desde siempre creo, solo que no sabía cómo— Sonrió ante mi mirada atenta— Volviendo al tema… mejor ponete el otro, va a acentuar mejor tu figura y vas a dejar a mi primo, pooc, helado— Hizo un gesto con las manos, como si destapara una botella con corcho

Reí ante sus ocurrencias y rodee los ojos.

 —El otro entonces— Me resigné

Me cambié de inmediato. El vestido era más juvenil, obviamente negro, hasta las rodillas, poseía pequeños detalles, en la cintura cruzaba un mono del mismo color, que dejaba a la vista mi pequeña figura. y el encaje que llevaba, lo hacía ver todavía más hermoso.

Salí imaginándome el rostro de mi madre, ya que me había retrasado más que bastante. Subí al auto, encontrándome con mi mamá seria.

—Era hora Chrystal— Me reprendió

—Lo sé ma. Lo siento— Logré decir apenada

—Todo por hacerte caso Mitchy Barrios— Protesté para mí misma

Llegamos como en treinta minutos por el bendito tráfico.

Cerca de trescientas personas concurrieron al velatorio y más de cuatrocientas al entierro. Mi querida hermana era muy estimada. Muchos chicos y chicas del colegio, bueno todos los del instituto en realidad, se encontraban ahí firmes, dándonos palabras de consuelo. Me forcé para soltar una lágrima. Pero no pude. No me culpen.

Mitchy seguía entre nosotros y no solo eso… ¡Ella era mi ángel guardián!

Visualicé a Ishmael muy cabizbajo. Evidentemente evitaba mi mirada.

Si, era muy obvio el chico.

Fui a su encuentro, pero alguien se topó en mi camino.

—Hola Chrys—

—Hola Javadd— Lo saludé sin interés

— ¿Cómo te encuentras?— Preguntó interesado—Necesitaba verte

—Javadd… dijiste que ibas a comportarte— Fruncí el ceño molesta— Te advertí que iba a estar Ishmael— Odiaba esa fase de él, no podía con su genio.

—No se trata de Harry’s— Susurró dulce— es solo que no puedo olvidarte— Dijo acercándose a mi

Lo inspeccioné extrañada, pero no me moví de donde me hallaba, no iba a retroceder.

Una voz aclaró su garganta atrás mío y sin darme vuelta pude saber de quién se trataba.

—Genial— Pensé, cerrando mis ojos al imaginarme lo que se venía.

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Holaaa…

Me tardé en subir el capítulo porqué mi wattpad anda como quiere

Pero en fin acá está ♥ 

Espero lo disfruten. Agradecería cada voto o comentario de verdad ☺

Por cierto... En la foto de la derecha está el vestido que me imagino llevando Chrystal.

¡Un Besote!

                               Rebe.

Voces SepultadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora