Déjà vu.

228 18 13
                                    

Capítulo 26.

Mitchy

 Mi esencia iba debilitándose. Desde que nos fuimos acercando más a la cabaña, sentía mi espíritu endeble. Era como si algo absorbiera mi energía. Por eso mismo dudé en entrar al recinto, no estaba segura de si íbamos a poder con lo que nos esperaba.

Cuando Ishmael tiró la puerta abajo, logré divisar a Fabriccio muy cómodo sobre un sillón bastante viejo. De esos que sólo se ven en las películas antiguas. Mi primo notó mi declive, e instintivamente se puso en frente mío.

Las palabras que salieron de los labios de Fabriccio, siendo en realidad palabras de Seshey, me dejaron petrificada.

¿Acaso era verdad que todo era su plan? ¿Qué él contaba con que nosotros estemos ahí en ese momento?

Miré a Ishmael sorprendida. Mientras los ojos de Fabriccio se volvían negros como una noche sin luna. Se levantó de su lugar y con una de sus manos me levitó un metro y medio del suelo, sin moverse un centímetro.

—Tú vas a ser la primera— Dijo a dos voces.

—¡Mitchy!— Exclamó mi primo desesperado.

—¡Bajame!— Grité con las pocas fuerzas que tenía.

Ishmael quiso abalanzarse contra Seshey. Pero el con la otra mano lo detuvo, no podía moverse.

—Qué ingenuos resultaron— Rió bajo—. Mitchy, que fácil va a ser apoderarme de tu frágil espíritu.

—¡Maldito! No le hagas nada ¡Me tenés a mí!— Exclamó Ishmael apretando sus puños.

—Sí, lo sé. Y también tengo a mi hermosa Chrystal— Susurró sádico— Tiene cuerpo exquisito. Mis manos lo recorrieron todo— Dijo muy tranquilo.

Ishmael apretó su mandíbula y tragó en seco.

—Bien. Basta de tanta charla— Musitó mirándome— Es hora de que te fusiones conmigo. unus spiritus est, et nos una mecum.

Después de oír esas palabras, mi espíritu se acercó a él, sin que pudiera hacer nada para evitarlo. Me encontraba completamente rígida. Ishmael me miraba tristemente, los dos sabíamos que ninguno podía hacer nada. Mi esencia de a poco se unió con la de Seshey, y cuando finalmente la última parte mía se acopló con su alma, todo se tornó oscuro.

 _________________________

Ishamel

Grité una y otra vez. Veía como Mitchy era absorbida por el demonio de Seshey. Estaba completamente furioso, y me invadía la impotencia. Me sentía inútil.

Cuando por fin pude moverme, caí de rodillas al suelo. No podía asimilar lo que había ocurrido. Unas carcajadas sonoras se hicieron presentes. Levanté mi mirada y divisé a Seshey, todavía se encontraba en el interior de Fabriccio. Pero yo podía ver a través de él. Su aura era de un color rojo sangre. Él río nuevamente y me puso en pie con una mano. Simplemente la levantó levemente, y a la vez mi cuerpo se incorporó. Como si fuera una estúpida marioneta.

—Sólo quedas tú— Musitó.

—Me tenés a mí— Susurré— Dejá ir a Chrystal.

Sonrió de lado.

—Pronto acompañarás a tu amiga. Tú vas a unirte a mi alma.

Quedé mirándolo con repugnancia. Ese tipo me daba asco.

Voces SepultadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora