Voces Sepultadas

Recaída

Capítulo 9

La espié de lejos, sabía que no iba a ser tan valiente de dejarla. Mitchy me había convencido con esa última frase

—Una vez Chrys me contó que ustedes no pueden estar mucho tiempo separados. Te lo recuerdo Ishmael— Y era cierto

Los tres sabíamos que Seshey rondaba cerca y que iba a aprovechar cualquier oportunidad que tuviera para atacarnos. Así que lo siguiente que hice al ver a Mit esfumarse de mi vista, fue ir al aeropuerto y convencer a la recepcionista más cercana a que me hiciera un pequeño favor. Le mentí diciendo que una chica obsesionada conmigo estaba tratando de hacer lo posible para que me quedara con ella, que incluso me amenazaba con matarme o le diría cualquier cosa con tal de engañarla y así saber de mí. Lo sé fue una gran mentira. Enorme. Pero ella al parecer me creyó y no muy persuadida aceptó hacer lo que estuviera a su alcance para ayudarme.

Ver a Chrystal corriendo desesperadamente por las calles y luego de seguirla un buen rato, encontrarme con que se dirigía a donde yo pensé que iba a hacerlo fue tan… emotivo, eso significaba que conocía muy bien a mi Bishoujo.

Supuse que la amable recepcionista había hecho su trabajo, cumpliendo con su tarea. Pero entonces algo salió mal. Observé como el imbécil de Javadd se acercaba a ella y quedaba a sus espaldas escuchándolo todo.

—Maldito desgraciado roba novias—Pensé mordiendo mi labio inferior

Divisé todo muy expectante, deseando que nada fuese realidad, que todo sea una pesadilla. Moría de ganas de abalanzarme  sobre ese  idiota y molerlo a golpes. Los celos me carcomían por dentro. Aunque me lo merecía. Yo había dejado a Chrystal sin decirle el motivo. Fui un completo cobarde y tal vez ese era mi castigo.

Su dolor, sus lágrimas, todo era mi culpa.

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Cuando supe que mi primo no se había ido, me puse feliz. Ishmael amaba a Chrys y no era capaz de abandonarla. Pero de todas formas yo no podía reaparecer ante ella como si nada hubiese pasado. Mi amiga pensaba que su novio la había dejado y yo no podía ir en contra de Ishmael. Una promesa no se rompe. Mi mentalidad rígida era mi peor enemiga. Lo sabía, pero aún así no podía hacer nada.

Seguí a mí protegida por todos los lugares donde iba. Algo me decía que no tenía que dejarla sola con Javadd. Al mismo tiempo mi cabeza era un enjambre de abejas asesinas. Debía resolver ese proyecto de acertijo que Marco “El misterioso” me efectuó.

“El pasado puede volverse presente, si el presente se vuelve pasado”

Okey, eso me estaba volviendo loca ¿El pasado de quién?

No entendía absolutamente nada y no estaba segura de cuánto tiempo me quedaba para averiguarlo.

Llagamos a casa de Chrys después de ver los pasar a esos dos la tarde juntos. Odiaba la idea al principio, pero luego de observar a Javadd hacer bobadas para hacerla sonreír, pude ver el cariño que le tenía y no dudé un segundo en intentar comunicarme con Marco una vez más. Obviamente como no era una ocasión especial, no logré hacerlo y eso me resultaba desilusionante. 

Javadd se había ido hace unos minutos y mi amiga lloraba nuevamente desconsolada, quería abrazarla, quería decirle que Ishmael no se había ido como ella creía. Pero no podía. Si me presentaba delante de ella no iba a retener las ganas de contarle todo y la verdad no estaba lista para hacerlo. Pero tampoco iba a quedarme cruzada de brazos, mientras ella sufría un engaño cruel y sin sentido.

Simulé tomar aire y me impulsé quedando cerca de su cuerpo. Quise darme la vuelta y separarme pero cuando iba a hacerlo…

—Mitchy quedate cerca…

Me quedé inmóvil mirándola ¿Ella podía verme?

—Sé que estás acá—Susurró hecha un ovillo en su cama— Aunque no pueda verte

Miré al suelo y lo pensé un segundo

—Gracias—Masculló observándome

—No sabía si estabas enojada conmigo… por eso yo…

—¿Sabés el porqué?—Preguntó con un hilito de voz

Asentí.

—¿Me lo vas a decir?

Apreté mis labios dudosa y volví a asentir suavemente

—Te escucho

—No quería que se lastimen más… por eso decidió que se tenían que dar un tiempo

—Él lo decidió por los dos. Eso es lo que me está matando—Dijo temblando

—¿Chrys qué te pasa?— Le pregunté extrañada

—Nada, solo tengo un poco de frío—Masculló acurrucándose más en su cama

—¿Comiste algo?

Negó con su cabeza

­­­—No tengo hambre

—¿Desde hace cuanto no comes?—Pregunté a punto de gritar

Quedó en silencio para luego taparse con su gran almohada blanca

—¡Chrystal!—Chillé

El temor me invadió… y unos recuerdos florecieron adentro de mi esencia.

Chrys hospitalizada con pequeños cables insertados en su cuerpo. Pálida. Piel y huesos.

Encontrarla desmayada en el baño del colegio fue horrible y acompañarla en el trayecto de su enfermedad no fue fácil. La anorexia que sufrió cuando tenía catorce años fue devastadora. Su recuperación duró dos años. Ese tiempo se hizo eterno.

No quería volver a verla así. Pero ¿Qué podía hacer yo? Un maldito fantasma que era invisible para todos. Me sentía impotente.

—Chrys amiga… por favor

—No puedo más—Susurró

—¡¿Hace cuanto?!

Su llanto comenzó dándome la respuesta que tanto me aterrorizaba… mi amiga estaba teniendo una recaída y yo no podía hacer nada. Pero Ishmael sí. Él podía. Aunque no sabía sobre ese horrible pasado. Iba a buscarlo y contárselo todo.

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¡¡¡Holis!!! Buenas noches.

Primero que nada quiero disculparme por mi ausencia. Estos días estuve muy ocupada con mis dos hijos. A eso se le suma el casamiento de una de mis primas... Se casa el Viernes y con mi esposo estamos a full time porque somos los testigos de su casamiento ☺

Espero disfruten este capítulo tanto como yo disfruté hacerlo. 

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Me inspiran de verdad, por eso soy insistente con eso.

Un besote.

                           Rebe.