Capítulo seis: Ser una chica normal

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Estaba viendo muy concentrada un boceto de un vestido de un celeste muy claro largo, que tenía un hermoso diseño de unas flores en medio del vestido, y en el cabello de la mujer también llevaba unas flores pero de tonalidades azules, parecía que aquel vestido hubiera sido diseñado para ella pero en realidad quien lo sabía, además todavía no estaba terminado, se le escapó una sonrisa imaginándose estando en un vestido así pero, ella sabía muy bien que los copos de nieve le iban mejor que las flores o eso opinaba, ya que a Anna la vio con una corona de flores y le pareció muy tierna pero ella al ponérsela no le gusto mucho como se le veía.

Miró nuevamente el lugar donde Jack conversaba con una chica de unos 17 de cabellos negros, mientras que Jack hablaba, la asentía con la cabeza y en un momento predeterminado miro a Elsa de reojo y sonrió de oreja a oreja, luego desapareció y al momento volvió con un bulto de color azul, con unos zapatos bajos azules con las puntas doradas, y con un cintillo y una cinta a juego.

Elsa miro algo extrañada a Jack y el le entregó todas las cosas, para luego empujarla a un vestidor mientras que el recibía otros bultos de ropa, luego le entregó un saco a la joven y miró de reojo el boceto que miraba Elsa. En realidad era lindo y la chica se parecía bastante a Elsa.

A los minutos salió Elsa y vio a Jack con unos pantalones marrones, una camisa blanca y una chaqueta sin mangas de un color azul con bordes plateados. Jack miro de reojo a Elsa y se sonrojó un poco, se veía muy bonita con ese vestido azul con bordes doradas. (No se describirlo muy bien) Pero todavía faltaba algo.

Jack se acercó lentamente a Elsa y le pidió que se soltará el cabello, ella le quedo mirando algo extraña pero accedió, Jack sonrió y comenzó peinarla y luego le puso el cintillo.

- Ahora no te reconocerán fácilmente.-mencionó Jack.

- Pero ¿que? -preguntó extrañada.- lo lamento Jack pero debo hacer cosas hoy.

- Vamos, ¿no le gustaría ser como una chica del pueblo tan solo por hoy?, a usted le falta algo vital, eso es divertirse y lo note en cuanto la vi. - le sonrió.- ¿Y si hacemos un muñeco? -preguntó, llamando la atención de Elsa.

Salieron de la tienda y se dirigieron al bosque.

Elsa miraba de reojo a Jack, ¿como le había dado en el clavo que ese era su punto débil? Cuando pequeña creo a Olaf ya que Anna le había dado también a su punto debil, sonrió un poco, la gente pasaba y no la miraban mucho, pero por precaución decido ocupar una capa de un lila más parecido a un azul, muy lindo.

Así paso el rato hasta llegar al bosque y Elsa creo una pequeña nevaba sacando le una sonrisa de los labios a Jack, hace un buen tiempo quería sentir de nuevo es sensación fría en su rostro. La peli rubia platina le dio la espalda a Jack para darle forma a un muñeco de nieve que estaba creando sin pensar en lo que le fuera a pasar, en eso sintió algo frío en su nuca y al darse cuenta era nieve, Jack le había lanzado una bola de nieve. Miró hacia todos lados buscando a Jack pero nada, dio un suspiro y luego sintió otra pero esta vez en su cabeza.

- ¿A quién piensas que le declaras la guerra? -preguntó Elsa.

- A una reina, que no sabe divertirse y tan solo hace muñecos de nieve. -mencionó apareciendo frente a ella colgado de un árbol de cabeza, con los brazos cruzados.

- ¿Eso crees?

Elsa hizo un movimiento de manos y arriba de Jack apareció nieve haciéndolo caer por perder el equilibrio al asustarse. Jack se rió.

- Eso es injusto, usted tiene sus poderes. Yo solo mis manos.

- Entonces no lo ocuparé. -respondió.

Jack arqueo una seja en forma de duda, no le creía mucho a Elsa. Pero tenía que creerle por ahora. Estiró la mano pidiendo ayuda a Elsa para levantarse y esta la agarro sin saber lo que iba a pasar, al momento que las manos se unieron Jack empujó a Elsa hacia el haciéndola caer de cara a la nieve. Comenzaron a reírse.

Elsa se levantó un poco avergonzada y luego se sentó en la nieve que había creado para mirar a Jack, el se rió de nuevo. Elsa no entendía el porqué pero luego se dio cuenta, ya que Jack acercaba su mano a la cabeza de Elsa para sacarle el resto de nieve que le quedaba.

En ese momento Elsa se tenso un poco y congeló la nieve al igual que un poco de su vestido. Al darse cuenta miro la nieve aterrada, esos nerviosismo causaron que ella  congelara ambas cosas. Dió un suspiro. Miró el cielo y era mas o menos medio día, debía seguir con las cosas del reino.

- Tengo que irme Jack. -mencionó Elsa levantándose.

- Hey, espere. -la tomó de la muñeca para no dejarla avanzar.- Vamos a jugar un rato, apuesto que será divertido, pero deme esta oportunidad ¿sí?

- Claro -contestó agobiada, añadiendo.- Pero déjame tratarme de usted, y tan solo dime Elsa.

Jack asintió, se levantó de un salto y luego miro a su alrededor. Quería patinar, a su vez jugar una carrera o deslizarse por la nieve. Y tuvieron toda esa tarde hasta el anochecer jugando en medio del pueblo y el bosque, aunque igual fueron al mar y estuvieron tirándose un rato agua.

Llegando la noche ambos se fueron al castillo y Elsa le agradeció a Jack, día que había tenido ya que hace muchos años no se había sentido así de libre, pero en realidad lo que le había llamado la atención fue la veces que vio quejarse por el sol y el calor a Jack. En un primer momento pensó que debía ser porque el sufría de albinismo y que estas personas no aguantaban mucho el sol, pero luego al verlo disfrutar las guerras de nieve,el frío y el hielo supuso que debía gustarle el frío.

En cambio Jack, le había encantado ver la sonrisa de Elsa al jugar en la nieve o al escondite. Una sonrisa que quizás era mas blanca que a la de el, el cual le había cautivado un poco el corazón. Pero sabía muy bien que no debía enamorse de Elsa, ella era una mortal mientras que el un espíritu inmortal, además era una regla de los guardianes no era permitido enamorarse de mortales por su propio bien.

No soy lo que creesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora