Capítulo nueve: Las intrigas del interior.

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Narra Jack. ( única vez que pienso hacerlo narrar)

Pitch alcanzó a escabullirse entre sus sombras antes que pudiera atacarle. Como pude ayude a Tooth a luchar contra las sombras pero debía irme hacia donde estaba Elsa, estaba tan vulnerable al igual que yo.

Me imagine a Pitch corriendo hacia la habitación de Elsa, en cualquier momento crearía una pesadilla dejándola ver sus miedos otra vez.

Anna antes me había contado -en el lapso que la encontré camino al comedor- que ella sin querer le había congelado el corazón convirtiéndola en una estatua de hielo y al parecer la lágrima de Elsa, la hizo volver a su verdadera forma, eso explicaba la pesadilla que Sandy convirtió a un sueño ese día que Pitch me había atacado por primera vez en esta época.

- Jack! -gritó Hada sacándome de mis pensamientos.

Mire hacia ella y la vi con varias pesadillas tratando de sacar se de ellas, como pude le quite algunas de encima y con un palo que me encontré, comencé a apalear a las pesadillas. En realidad necesitaba mis poderes, los necesitaba en ese instante necesitaba acabar con ellas para ir a ver a Elsa lo antes posible.

En eso apareció una luz azulina frente a mi, esa luz irradiaba un frío inmenso. Me acerqué decidió y toque con la yema de mis dedos la luz, esta se materializó y se convirtió en mi cayado.

De inmediato lo tome y lancé un rayo de hielo hacia las pesadillas congelando un par, Tooth me sonrió contenta luego alzó la vista con cara de más felicidad, mire a al igual que ella un techo, allí estaba Meme también luchando, cuando de repente sentí una corriente de aire rozando mi rostro, me fire de inmediato y me encontré con Conejo. Solo faltaba Norte.

- Se habían demorado reclame.

- Lo lamentamos su excelencia.-me contesto Aster en tono burlón.

- Que gracioso Canguro. -le respondí sarcástico.

- Dejen de pelear. -gritó Hada enojadisima.- hay que acabar con esto ahora.

Asentí con la cabeza y seguí peleando desde el aire lanzando rayos de hielo a las pesadillas, de vez en cuando los boomerangs de Conejo rozaron mi cara dejándome pequeñas heridas, en esos momentos quería matarlo. Una hora mas tarde terminamos con todas las pesadillas. Mire el lugar estaba realmente desolador, rompimos una partes de la calle, puerto y casas al pelear y siendo sincero nunca había pasado algo así. Finalmente nos reunimos y Conejo me miró algo enojado.

- Debes tener mas cuidado con estas cosas, ¿recuerdas por qué esas aquí no Frost? -me dijo despectivamente.- Vete de inmediato, Pitch debe haber provocado otra pesadilla a la chica, no queremos que ella congele de nuevo el reino y ponga un temor en los corazones de los niños. Ella es un peligro es...

- Cállate. -interrumpí.

Me miró extrañado.

- Elsa, no es un peligro. -dije enojado.

- Claro que lo es, el año pasado creo miedo por el hielo que envió al reino. Sabes muy bien para que estas aquí, y no es para que te enamores de esa reina de pacotilla.

- No hables así de Elsa. -conteste furioso.

- Sabía que terminaría enamorando te de ella. -me dijo despectivamente.

- Nada de eso. Ella no me gusta. Ella es una amiga.

- Frost, no sabes mentir.

- Ella es tan solo una amiga, me gusta otra persona. -mentí.

Me estaba hartando de Aster, así que sin darme cuenta le lancé un rayo de hielo en la cabeza. Conejo cayó de bruces al suelo. Me asusté, había dañado a Aster y Tooth me miraba triste.

No soy lo que creesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora