Capítulo trece: Escape, Disculpas y Rescates

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- ¿Qué vamos a hacer?, Jack esta en la cárcel. -dijo Norte mirando a los demás preocupado.

Hace poco se habían enterado que el albino del futuro había sido encerrado en la cárcel por culpa de Pitch. Había manipulado a Elsa llegando a crear imágenes con palabras no dichas por Jack, eso provocó que ella dudará más en el y aceptará ser su aliada. Pero... no podían culparla ella había sido muchas otras veces visitada por el miedo a tal punto que decidió encerrarse en su cuarto para no lastimar a Anna.

En esos momentos se miraban unos a otros, cuando Toothania se le ocurrió una idea y sonrió contenta, pero luego vio a Aster. Su plan sólo funcionaría si el aceptaba.

- El niño.

- ¿Qué niño? -inquirío Norte.

Meme entendió al instante lo que quiso decir Hada y mostró unos dibujos dirigiéndose a Aster y a Norte. Ambos miraban sorprendidos, mostraba unas figuras de un niño y Aster.

Conejo miro confundido a Toothania y a Meme, ¿qué tenía que ver ese niño con todo esto?, el era un campesino si no se equivocaba y vendía hielo en verano. Además de eso el ya tenia más de veinte años, ¿como creían que el le vería?

- ¿como creen que le pediré ayuda?, -respondió.- además, -agregó sobandose la nuca.- No nos podría ayudar, el ya es mayor, y dudo mucho que me vea o recuerde.

- Aunque no lo creas Aster. -mencionó Tooth un tanto nerviosa.- El niño es ahora prometido de la princesa Anna, así que si puede ayudarnos y teniendo en cuenta que vive con Trolls de seguro cree en ti. Por favor Aster. -rogó.

*****

Kristoff estaba sentado en la cama de Anna con la cabeza en las manos pensando en lo tonto que había sido el y Jack. Pero aunque el hubiera sido un verdadero estúpido, necesitaba ayuda y el le ayudaría como fuera.

Al instante sintió la puerta abrirse, levantó la cabeza y vio a Olaf junto con Anna entrando con un semblante agobiado y preocupado, Anna se sentó a su lado mientras que Olaf se quedo cerca de la puerta.

- ¿No resulto? -preguntó.

- Ni un poco. -respondió Anna.- Lo lamento Kristoff, pero no pude. Ya esta decidida y no va a cambiar de opinión. Va a enviar a Jack con quién sabe quien.

- Le dije que no fuera un idiota. -mencionó Kristoff tirándose a la cama.

- Le dije que abriera su corazón -dijo imitando a Kristoff.

- Yo dije que hacían linda pareja. -comentó Olaf.

- Y yo le dije al cubo de hielo que no se enamorará de la reina pero no hizo caso.-contó una voz masculina con asentó australiano.

Kristoff al oír la voz supuso quien era pero no estaba seguro, Anna se levantó antes que el para revisar pero luego tan solo quedó congelada. Al instante sintió a Olaf riéndose un poco.

- Pero si es el Canguro.

- No soy un canguro. -contestó enojado.- Soy el conejo de pascua.

Kristoff al instante se levantó y entendió por qué Anna se había quedado congelada, frente a ellos estaban los cuatro grandes. Kristoff sonrió, se levantó y camino hacia conejo.

- ¿Cómo estás cabello de princesa? -preguntó Aster feliz.

- Hola Aster. Tantos años sin verte.

- Lo mismo digo.

Kristoff saludo muy contento a los demás mientras que Anna seguía en estado de shock al ver a los cuatro grandes frente a ella en el marco de su habitación. Después de un rato de explicarle a Anna, que era realmente Jack, quienes eran ellos, como Kristoff conocía al conejo de pascuas y todo eso, ella recién salió de aquel estado y sonrió contenta, pero antes de decir nada reclamo un regalo que santa no le había traído, una bicicleta.

No soy lo que creesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora