La adorable pecadora

Resaca

Kara abrió la puerta y pidió a Lena que aún estaba recostada en el asiento trasero que descendiera del vehículo.

- ¿En dónde estamos? – preguntó desorientada -

- En el centro, vamos a tomar un café, si Lex está esperándote despierto y es muy probable que lo esté, y te ve llegar borracha nos matará – dijo ayudando a Lena a sentarse -

- Estás exagerando, no estoy borracha, pero como eres más terca que una mula te haré caso y me tomaré un café contigo – dijo saliendo del coche - Aunque debo decirte que si tenías tantas ganas de llevarme a tomar un café no era necesario que pusieras la excusa de la borrachera – nuevamente la rubia se ruborizaba por el comentario de Lena.

- No es eso, quiero que estés presentable cuando lleguemos al departamento – la azabache resopló y se puso el pequeño saco mientras se dirigía al interior del café, Kara la observaba caminar y no pudo evitar sonreír al verla tambaleándose, quien la viera de ese modo no tendría dudas de que se había tomado sola media botella de ginebra, para ser la primera vez que bebía no estaba tan mal. ¿Sería realmente la primera vez que bebía? "No creo que consiguieran alcohol en el colegio" pensó mientras la alcanzaba.

Entraron juntas a la cafetería, había gente, seguro se debía a que eran vacaciones. Lena se acomodó en el bar.

Apoyó sus codos sobre ella y se cubrió el rostro con las manos mientras Kara pedía dos cafés

- ¿Estás bien? – preguntó preocupada. Lena se acomodó un mechón de cabello que se había deslizado por encima de sus ojos y vio a la rubia con una expresión seria -

- Es injusto –dijo hastiada - Ese oficial no debió habernos interrumpido – nuevamente sus mejillas habían adoptado el tono carmín que cada vez con más frecuencia Lena le producía – De todos los sitios para estacionar el coche que hay en la ciudad justo vamos a parar a uno donde está prohibido, eso es tener mala suerte. – dijo reposando su cabeza en su mano mientras veía a Kara.

- Mejor olvídate de eso – Kara tomó una de las tazas de café que el barman acababa de poner en la barra - Hagamos de cuenta que no ha pasado nada.

- ¿Estas bromeando verdad? - preguntó furiosa – Pretendes que me olvide de todo lo que vi y sentí? – comenzó a reírse de manera estrepitosa. Alejó la taza de café a la vez que llamaba la atención de los concurrentes a la cafetería – Por más que quieras nunca olvidaré lo que sucedió hace un momento en el asiento trasero de tu coche.

- Sshhhh – pidió Kara – Lena puedes hablar más bajo?.

- No me digas que te avergüenzas - llevó su mano a la cara de la rubia – Hay que linda de verdad te da pena -

- Lena por favor ya, toma tu café y vamos a casa – decía viendo a los costados, le daba la sensación de que todos las miraban -

- No quiero café, pero si quiero ir a casa – se levantó de la silla alta y trastabilló, de no ser porque Kara la sostuvo hubiese terminado en el piso, nuevamente comenzó a reír pero de una manera moderada - Parece que mi destino es estar entre tus brazos -

- Ya vámonos – ordenó la rubia tomando a Lena del brazo para salir. Al final no tomó su café y se salió con la suya, que coraje tenía. La sentó en el asiento del acompañante. Lena estaba seria, su ataque de risa había cesado. – Mira Lena, de verdad no quiero que confundas las cosas, lo que sucedió hace un momento fue un impulso, de verdad, yo no soy así, lo lamento -

- Puedes decirme lo que quieras, no te creo.

Había pasado aproximadamente una hora desde que habían salido de la fiesta y Lena en lugar de recuperarse parecía estar cada vez más bajo los efectos del alcohol. Resignada Kara la ayudó a bajar del coche y entraron al edificio. Nunca había rezado tanto en un ascensor como ese día, si Lex estaba despierto y veía a Lena en ese estado las mataría. Al salir del ascensor se fijó en la puerta del departamento, las luces estaban apagadas, había posibilidad de que Lex realmente estuviese dormido.