¡UNA BUENA EXCUSA URGENTE!

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Eve abrió la puerta del departamento e ingresó seguida por Lex, las luces estaban encendidas había ropa regada en el suelo. Ambos miraron extrañados la escena, reconocieron que las prendas tendidas en el piso pertenecían a Kara. Se ven patidifusos como buscando una respuesta por parte del otro. Eve se encoje de hombros y levanta la chaqueta, la camisa y el sostén de la rubia. Lex aun anonadado y confundido no reacciona.

- Quizás ha venido con un hombre. Rio Eve.

- No creo, no creo que Kara sea capaz de traer a alguien aquí estando mi hermanita en casa.

- Quizás no sabía que estaba "tu hermanita" y al darse cuenta de que estaba huyó despavorida. se burló Eve

- No digas esas cosas! No puede ser que Kara haya entrado con alguien, en 4 años jamás invito a nadie ¿Por qué lo haría ahora?

- Entonces fue Lena.

Bromeó y se quedó seria dándose cuenta que se había pasado de chistosa. Lex frunció el ceño y lanzó una mirada asesina a su novia

– No Lex, es broma, vamos, Lena jamás podría traer a alguien aquí, no conoce a nadie. Rio intentando calmarlo, se acercó a él y lo rodeó con sus brazos

– Además hay mucho silencio, quizás Lena y Kara acordaron que ella vendría con alguien y Lena se fue a otro sitio. Lex parecía poco convencido.

- Pero ¿entonces qué pasó?

– Relájate, ya no son unas niñas, déjalas vivir su vida.

Kara abrió lentamente los ojos un poco desorientada. Las luces de la calle entraban por las rendijas de la persiana alumbrando levemente el cuarto. Notó que tenía encima a Lena dormida abrazada a su vientre como si fuera una almohada y cruzando una de sus piernas por encima de las suyas. No la incomodaba la situación razón por la cual no se movió. El sueño intentó vencerla nuevamente... no recordaba porqué había despertado. Cerró sus ojos y comenzó a adormecerse hasta que oyó que golpeaban la puerta del cuarto y se dio cuenta que esos mismos golpeteos que ahora oía más fuertes habían sido los causantes de su despertar. Sintió que su corazón se paralizaba. "¿qué hago? ¿Qué hago?" Pensó mientras volteaba a Lena suavemente hacia el otro lado. La azabache se quejó levemente y siguió con su sueño Kara, en cambio, saltó de la cama y corrió hacia el armario en busca de su pijama. Se lo puso a una velocidad olímpica. Y Rápidamente recogió del piso el simpático trajecito que había utilizado Lena para esconderlo debajo de su cama. Los golpes en la puerta volvieron a sentirse más fuertes esta vez. No le daban las manos para recoger las cosas ¡y aún faltaba Lena! "¿Cómo puede dormir tan plácidamente? ¿Acaso es sorda?" se preguntó al verla extendida aun desnuda en su cama. Se acercó a la puerta y suavemente contestó

– ¡Ya voy!

- Kara ¿esta Lena allí contigo?

Preguntó impaciente Lex mientras esperaba que le abrieran la puerta

- ¿Por qué tienes la puerta con llave?

- Si aquí esta

Se apresuró a abrir la cama de Lena, la alzó y la recostó cubriéndola hasta el cuello, Lena rezongó entre sueños

- Lena... la sacudió

– ¡Lena! - ella abrió los ojos levemente

– No te muevas quédate quietecita ¿sí?, cúbrete bien.

Ella asintió y se cubrió la cabeza con el acolchado. La rubia tomó aire y se dirigió a la puerta comportándose del modo más natural que pudo

- ¿Puedo saber porque me despiertas a esta hora Alexander?

La adorable pecadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora