𝗜𝗻𝘃𝗮𝘀𝗶𝗼𝗻

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—¿Y bien?—preguntó Rita que seguía mirando extraño al hombre castaño—Ve con tu padre, Adam

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—¿Y bien?—preguntó Rita que seguía mirando extraño al hombre castaño—Ve con tu padre, Adam.

El pequeño niño lo miraba con cierto miedo, sus ojos azules eran como los de Stan al igual que su cabello, se acercó lentamente hasta él y Chris lo contempló.

—Hola...—murmuró en voz baja el pequeño.

La voz infantil removió recuerdos dolorosos en su memoria.

—Hola campeón...—tragó saliva—¿Cómo estás?

El pequeño dejó salir una sonrisa mínima y empezó a contarle lo que había hecho en la escuela.

Chris escuchó atento mientras Rita los observaba con una mirada enternecida.

—Siento qué te debo una disculpa Rita...—dijo apenado Chris.

La mujer de bonitas facciones frunció el ceño y abrió los ojos como platos.

—¿Qué?

—Sí, sé que te hice mucho daño en el pasado...—le contestó Chris quien recordó haber leído la información sobre Rita y cómo había defendido e encubierto a Sebastian a pesar de que este no le devolviera el afecto y haber traicionado a su propio hermano.

Más parecía que el mayor no le guardaba rencor.

Ella no salía de su sorpresa.

—Vayas que estas drogado—dijo ella con una sonrisa—el pasado está en el pasado Stan.

—¿Qué edad tiene?—preguntó Chris observando al niño.

Observó con detenimiento al niño y recordó al suyo, sintió una punzada de dolor en su corazón, su memoria se llenó de recuerdos.

Rita interrumpió sus pensamientos.

—Tiene cinco, nadie sabe que es tu hijo, tenía miedo de que buscaran hacerte daño a través de él...

Chris le dio la razón, era por seguridad había pensado el mismo.

Ambos contemplaron al niño que estaba esta vez jugando con algún juguete entre sus manos.

Evans se encogió de hombros y notó que el pequeño había tomado algo muy peligroso entre sus manos.

La primera en hablar fue Rita:

¡Adam suelta eso!—gritó la mujer al niño castaño con evidente enojo.

Chris rápidamente lo tomó entre brazos y le arrebató el arma de las manos para ponerla lejos del pequeño que parecía estar asustado y se abrazó al cuello de él.

—Tranquilo, no pasa nada, mamá no quiso gritarte...—le dijo bajito al niño—no pasa nada.

Rita veía sorprendida al hombre que mecía a su hijo entre sus brazos y entre susurros calmaba al pequeño, lo hacía como si fuera un experto, como si todos esos  años que tenía de vida Adam, él hubiera estado presente.

𝗙𝗔𝗖𝗘//𝗢𝗙𝗙.   𝗖𝗛𝗥𝗜𝗦 𝗘𝗩𝗔𝗡𝗦 / 𝗦𝗘𝗕𝗔𝗦𝗧𝗜𝗔𝗡 𝗦𝗧𝗔𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora