El agente del FBI Christopher Evans se somete a una misión para acabar con su peor enemigo, Sebastian Stan, un criminal, sin alma y corazón.
La misión es vital para acabar con el asesino de su hijo...
Todo se complica cuando la arriesgada misión se...
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Chris se ha puesto de acuerdo con ______, no le cuenta su plan pero ella sabe que su verdadero esposo resolverá la situación, cuando él la deja en el hospital para dirigirse ya curado por las manos de su esposa, al siguiente día va directo a encontrarse con Rita Hassler quien lo observa con preocupación evidente. Hoy es el día en que pondrá fin a todo, hoy es el funeral de Lázaro justo en la capilla de una iglesia será su misa, el clima es bastante cálido.
—¿Cuál es el plan?
Él se ajusta la corbata negra perfectamente que hace juego con el esmoquin que usa.
—No es tu pelea, Rita—dice él
Ella rueda los ojos y resopla.
—¿Cómo está Adam?
Ella se relaja al escuchar el nombre de su hijo.
—Está en un lugar seguro por ahora y así será hasta que se solucione esto...
—Me parece bien.
—¿No me lo dirás?—ella se acerca más a él, pero Chris rápidamente se aleja, ella lo nota—No quiero que te pase nada, mató a mi hermano—dice con desprecio.
Y Chris piensa en que el rencor que ella deja ver es razonable aunque realmente está odiando a la persona equivocada.
Chris gira para mirarla directamente a los ojos.
—Escucha Rita...—toma aire—te prometo que Chris Evans jamás volverá a darte problemas después de hoy.
Le regala una sonrisa a medias ella asiente no muy convencida.
Chris le dedica una última mirada antes de alejarse y ponerse los lentes de sol.
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Por otro lado, _______ termina de acomodar sus pendientes en la habitación que comparte, mientras el impostor está esperando abajo.
Ella sabía que tenía que ir, si no iba sabía que todo tendría consecuencias para todos.
Se observó en el espejo y notó aún las ojeras que insistían quedarse después del maquillaje, suspiró alisando el vestido negro formal para la ocasión, bajó las escalabras y se encontró con el hombre sentado en la sala.
Sintió un nudo en su garganta.
—Estoy lista...
El hombre giró su cabeza y le dedicó una sonrisa de lado.
—Es una lástima que tengamos que ir a un funeral...—le dice guiñándole un ojo—Me encantaría quitarte ahorita mismo el vestido.
