El agente del FBI Christopher Evans se somete a una misión para acabar con su peor enemigo, Sebastian Stan, un criminal, sin alma y corazón.
La misión es vital para acabar con el asesino de su hijo...
Todo se complica cuando la arriesgada misión se...
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En las noticias se escuchaba la gran hazaña que había cometido el agente del FBI Christopher Evans.
Mientras se dejaba ver en la pantalla que tenían los reos, Chris se encontraba con los demás observando lo que decía Stan.
Chris apretó los ojos tratando de decirse a sí mismo que era una terrible pesadilla, sin tan solo no hubiera aceptado esa absurda misión tal vez, se encontraría con su esposa.
Le aterraba pensar que la había llegado a tocar, a hacerle daño.
Y todo por la culpa de él mismo.
Todos los reos parecían odiar a Chris Evans pues bufaban de las palabras que decía en la entrevista.
La visita de Stan lo había dejado mal, después de que entrara por aquella puerta le destrozo por completo, nadie sabía que estaba ahí, su esposa estaba en casa con alguien que no era él y sintió miedo, _______ era todo lo que le quedaba si Stan le hacía daño él se encargaría de hacérselo pagar, tenía que escapar.
Más tarde en su celda estaba ideando una forma de salir de ahí, estaba en una prisión de máxima seguridad, donde no sabía ni la locación del lugar.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por el policía que siempre se burlaba de él, Walton.
—Una hora de ejercicio Stan...
Evans asintió saliendo de su celda para ir directo con los otros reos a la habitación principal, donde todos caminaban tras del otro, ni siquiera podía considerarse como ejercicio.
Se formó detrás de Burke Hicks.
—¿Cómo puedo salir de aquí?—preguntó en voz baja.
El rubio le lanzó una mirada tratando de decirle que estaba loco.
—No se puede Stan.—dijo también bajo.
Chris suspiró.
—¿Cómo puedo quitarme las botas?—volvió a cuestionar el ahora castaño.
El hombre de complexión delgada y cabello rubio se llevó una mano a la cara para acomodarse sus anteojos de armazón negro.
Se encogió de hombros.
—Las quitan en la clínica, sólo cuando van a darte una descarga eléctrica...
Chris lo pensó y una idea vino a su mente, cuando vio a un guardia sacar un cigarrillo y prenderlo ahí.
Rompió la fila y se dirigió lo más rápido que puedo hasta él.
