𝓘𝓷𝓯𝓲𝓮𝓵𝓮𝓼 7

1.9K 95 2
                                    

Un mes paso.

La relación de la nueva pareja marchaba excelente, con unas pocas complicaciones en sus respectivos divorcios, pero no había apuro alguno. Aun no tenían en mente casarse.

Inuyasha se había acostumbrado a su nuevo trabajo, aunque había algunas cosas que le molestaban y que, poco a poco, comenzaba a cambiarlas para lo que él creía mas conveniente. Por ejemplo, la vestimenta de las secretarias. ¿Era necesario que sean tan reveladores?

Esa mañana, el peli plata recién salido de una ducha rápida, se encontraba vistiéndose. Un elegante traje negro, con camisa blanca y corbata celeste. Digno del nuevo presidente de Higurashi Corp.

Su pequeña novia se encontraba preparando el desayuno, lo podía oler desde la habitación, haciendo que su boca comenzara a babear. No había nada mas placentero que verla cocinar para él. Excepto comerla. Y a ella también.

-Bueno días, muñeca – Saludo con un tierno beso en su mejilla, una vez que bajo y la encontró con una tetera en sus manos.

- Bueno días, cariño – Cerro sus ojos, disfrutando del gesto amoroso – El desayuno ya esta listo. Sientate. Ahora lo traigo – Pero aun asi, el peli plata no la solto.

- Lo traeré yo, muñeca. Toma asiento – Con una enorme sonrisa asintió y se sento a esperar a Inuyasha. Era muy caballero, y eso le gustaba demasiado. En realidad, le gustaba todo de él – Aquí tienes – Le dejo un plato con frutas, tostadas y huevos cocidos. Junto a este un recipiente con mermelada de arándanos.

- Muchas gracias, Inu – Y dando las gracias, comenzaron a desayunar, mientras charlaban amenamente sobre cosas triviales.

- Hoy saldré antes del trabajo y vendre a preparar la cena, ¿Quieres?

- Claro. Me encantaría – Le respondio sin perder su dulce sonrisa – Pero yo te ayudare.

- Nada me gustaría mas – Tomo su mano y beso sus nudillos, haciendo que se sonroje. Como le gustaba verla asi, con su rostro coloreado.

- Cariño, ¿Por qué no invitas a tu amigo Miroku y a su novia? – Esa pregunta lo tomo desprevenido.

- ¿De verdad lo dices? ¿No te molestaría? – Con Kikyo nunca habían tenido buena relación, asi que trataba de que estuvieran el menor tiempo posible juntos. Ni hablar de compartir una cena tranquila.

- Claro, cariño. Se que hace tiempo que no los ves, y se me ocurrio que podrias invitarlos.

- Pero... ¿De verdad no te molestaría? Son completos extraños para ti.

- Pero si nunca los conozco, siempre serán extraños, Inu – Tomo su mano con suavidad – Cocinaremos entre los dos, para hacer una cena super deliciosa – Le respondio con una enorme sonrisa. Esa que lo enamoraba dia a dia. Inuyasha, al salir de su asombro, noto que esa mujer que tenia frente a sus ojos era perfecta. Y era toda de él.

- Claro princesa. Hoy mismo lo llamare – Apreto su mano y la miro fijamente – Te amo, ¿Sabias? – Kaghome lo miro sorprendida. Era la primera vez que se lo decía y una extraña sensación se encendio en su pecho. Estaba realmente feliz, tanto, que no pudo contener las lagrimas que comenzaron a correr por sus mejillas - ¿Kaghome? – Pregunto con preocupación el peli plata. ¿Por qué lloraba? ¿Acaso había dicho algo que no debía? Se levanto de su asiento, arrodillándose delante de ella y abrazándola contra su cuerpo. Se sentia realmente impotente cuando ella derramaba lagrimas, y le molestaba mucho sentirse asi – Lo lamento, muñeca. No quería hacerte sentir mal. Por favor, no llores. Olvida lo que te dije – Acariaba su espalda, y se maldecia a si mismo por su falta de delicadeza. ¿Cómo había sido capaz de decirle que la amaba a tan poco tiempo de que su ex marido la había traicionado?

InfielesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora