Izayoi no había dejado de pensar en Kaghome y en su problema con Kouga Wolf desde hacia una semana que la había conocido. Sentia la necesidad de hacer algo por ella y por la felicidad de su hijo menor.
Asi que, por ese motivo, se encontraba en la puerta de la oficina de Takenata Wolf. Suspiro con profundidad y con firmeza golpeo, escuchando un permiso desde el otro lado. Al ingresar lo primero que vio fue a ese hombre alto, de porte autoritario y barba negra que la miraba fijamente con sus ojos azules.
Lo conocía desde que eran críos y siempre, desde que lo recordaba, había estado interesada en ella, pero al estar al lado del amor de su vida, Inu No, jamas se había interesado en él mas que como un buen amigo.
A pesar de haber soportado varias cosas de su parte, o que la intentara convencer de que estén juntos porque tenia dinero, lo que Inu No no tenia.
-Izayoi, querida – Se levanto de su silla para acercarse a ella y besar sus mejillas – Estas radiante, como siempre.
- Hola, Takenata, ¿Cómo te encuentras?
- Ahora que te veo, de maravilla – Izayoi sonrio con algo de nervios, ya que la incomodaba un poco que la halagase tanto. Ella era viuda, él separado. No quería volver a tener su atención - ¿Y tu? Es raro que te pases por mi oficina – Con su mano la guio hacia unos sillones que se encontraban allí - ¿Quieres un café? ¿Un vaso de agua?
- No, muchas gracias. Mi visita será breve.
- Me apena escuchar eso – Como si fuera el amo del mundo tomo asiento frente a ella e Izayoi solo sonrió – Cuéntame, ¿Qué te trae por aquí?
- Vine a pedirte un gran favor.
- Claro. Te ayudare en lo que pueda, preciosa – Izayoi sonrio sin devolverle el halago y suspiro por lo bajo. Sabia que comenzaría a coquetearle.
- Quisiera saber donde se encuentra tu hijo, Kouga – Takenata la miro fijamente, perdiendo su sonrisa. ¿Para que queria comunicarse con su hijo?
- ¿Y de que tema necesitas tratar con él?
- Sobre su divorcio con la señorita Higurashi – Al escuchar ese nombre, el rostro del ojiazul cambio rotundamente a uno frio y duro.
- Mi hijo no firmara el divorcio con esa maldita ramera – Izayoi abrió sus ojos ante la sorpresa de escuchar esa despectiva forma de hablar de Kaghome.
- Disculpa, ¿Cómo llamaste a Kaghome?
- Maldita ramera – Siseo entre dientes, apretando sus puños sin correr la vista de los esmeraldos ojos de Izayoi. Era verdad que esa mirada penetrante podia hacerte dudar, pero con ella no lo lograría. Estaba acostumbrada a sus hijos y a su difunto esposo – Es lo que es. Muy descarado de su parte pedirte a ti que vengas en su nombre luego de lo que le hizo a mi hijo. No le alcanzo con engañarlo en su propia cama matrimonial, si no que también lo echo del trabajo dándole su lugar a un pobre diablo – Izayoi abrió su boca, pero la cerro al instante. No creía que Kouga fuese semejante embaucador como para decirle a su padre que era Kaghome infiel.
- Disculpame , Takenata, no alcance a escuchar bien, ¿Dices que Kaghome engaño a tu hijo?
- Asi es. La muy zorra lo engaño con el marido de su mejor amiga. No se quien es y tampoco me interesa, pero debe de ser un pobre hombre que cayo en las redes de manipulación de semejante arpía – Izayoi mordio sus labios para no gritarle que no se atreviera a hablar asi de su niño, pero suspiro hondo para calmarse.
- El novio de su mejor amiga es mi niño, Inuyasha – El hombre frente a ella abrió sus ojos, casi escupiendo el whisky que se había servido hacia instantes – Y déjame decirte que tu hijo es un mentiroso.
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Infieles
RomanceHistoria de una traicion que termino con la vida de 4 personas. Pero, como dicen, siempre hay una luz en la oscuridad. *** Los personajes no me pertenecen. Son de la señora Rumiko Takahashi, yo solo los tomo prestados para crear mis historias las cu...