𝒫𝓇ó𝓁𝑜𝑔𝑜

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Una joven de ojos chocolate corría tras su amiga, que había huido al enterarse de una horrible noticia.
-¡Kikyo espera! – Adentrándose en un parque, cuando el sol se estaba ocultando, intentaba alcanzar a la pelinegra de 18 años que no dejaba de llorar - ¡Detente!

Cuando se encontró con un árbol muy grande, la joven de ojos negros cayo de rodillas, tapando su rostro con sus manos, mientras daba rienda suelta su llanto. Kaghome se acercó a su lado para refugiarla en sus brazos, mientras acariciaba su largo cabello.

-¿Por qué, Kaghome? ¿Por qué me ocurre esto a mí? – Se prendió del pequeño cuerpo de su amiga como si fuera su tabla de salvación. Quería olvidar lo que sus ojos habían visto.

- Dime que sucedió, Kio. Por favor – La tomo de los hombros para mirarla a los ojos – Me preocupas.

-Onigumo... - Susurro – Fui a visitarlo y ese maldito estaba en la cama con otra – Apretó su falda con sus manos, en un acto de odio.

- No fue tu culpa amiga – Acaricio su cabello y le sonrió – Eres una joven hermosa. Puedes conseguir un joven que te aprecie – La azabache se sorprendió al ver como ella golpeaba su mano y limpiaba sus lágrimas con brusquedad.

- No, Kag. Ya no seré tomada por la idiota con la que pueden jugar – Se paró y limpio su falda – Desde ahora los hombres serán un juguete de mi diversión.

- Pero... Kio... - Intento tomarla del brazo, para poder hablar sobre esa decisión.

- No – La miro y esa mirada, que antes era dulce como la miel, en ese momento estaba llena de rencor – Ya no hay nada que discutir. 


***

Hola, hola, hola mis bellxs hanyou's!

Llego con una nueva historia, algo corta, pero espero que les agrade. Esta tambien la tenia publicada en mi otra cuenta QUE ME ELIMINARON LOS MUY HIJOS DE PERRA!

Tengo que aprender a no alterarme tanto. Maldita sea xd

Lxs quiero!

Lin! ❤

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