Capitulo 1: The Personal Trainer

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Mi nombre es Gulf tengo 23 años, actualmente mi trabajo consiste en llevar la contabilidad de una empresa bastante grande, por lo que trabajo mucho sentado. Por ese motivo he engordado bastante, mi novia me dijo que debería ir al gimnasio con el tiempo libre que tengo, así que le hice caso y me inscribí.

Este seria mi primer día y me daba vergüenza ver el físico de los demás y compararlo con el mio, pero pensaba en mi novia y lo hermosa que era, su figura era perfecta, por lo que me sentía un poco fofo a su lado, así que debía mejorar.

Llego un joven chino a mi lado y me tomo los datos.

- Mi nombre es Wayne - me dijo - necesito que te saques los zapatos y subas a la pesa.

- Si - me saque los zapatos y lo que la pesa mostró era mas de lo que esperaba.

- No te preocupes - dijo el chico - el peso en si no es nada - trato de tranquilizarme.

- Es que subí demasiado desde que estoy trabajando en esa empresa.

- Es normal ya que según tus datos tu estilo es totalmente sedentario.

- Si - me puse mis zapatos - con suerte camino hasta el estacionamiento.

- Estas muy flojo - saco una huincha de medir - mediremos cada parte importante de tu cuerpo.

- Ok.

- Primero tus muslos - midió muslos, cintura, mis brazos, pecho, caderas, y mi altura - con tus datos sacaremos el índice de grasa corporal y podremos darte una pauta.

- ¿Tendré un entrenador personal?

- Si - miro para todos lados - creo que no ha llegado aún.

- Bueno - lo vi anotar y sacar cálculos, luego me vio con una sonrisa de chico malo - ¿qué sucede?

- Te cambiare al entrenador.

- No entiendo.

- Debes bajar 15 kilos de grasas para estar en el promedio.

- ¿Quéééé?

- No se te nota, pero tienes mucha grasa corporal - saco la hoja y me hizo un gesto para seguirlo - pensaba dejarte de entrenador a Tay, pero - se detuvo fuera de una sala - creo que necesitas a alguien mas rudo.

- ¿A que te refieres?

- Tay suele ser mas blando con la gente, pero Mew - da un suspiro - entra ahí - me pasa la hoja y me abre la puerta - espero dios se apiade de tu alma - dijo empujándome dentro.

Al entrar vi una sala con un par de pesas, un par de colchonetas, una bicicleta estática, una trotadora, y otros artículos que no sabia para que eran, la sala no era muy grande pero tenía todo para ejercitarse. Mire por todos lados y no vi al entrenador así que me senté a esperar. No se en que momento me abre dormido, pero desperté al sentir un chorro de agua caer por mi cabeza.

- Mierda - exclamé.

- Me dijeron que eras sedentario y flojo, pero jamás imagine que alguien viniera al gimnasio a dormir.

- Yo no vine a dormir - me seque el rostro con la toalla que llevaba y me volteé para encarar al estúpido - Tu... - mis palabras murieron ahí.

Alguna vez han sentido que al ver a una persona el mundo se detiene y pierdes la respiración, que el solo ver a la persona comienzas a flotar en una nube, que tu cuerpo no es consiente de lo que tu cerebro quiere hacer y tu mismo cerebro parece haber matado todas sus neuronas, por que no piensas en otra cosa que no sea el ser que esta frente a tus ojos, esa persona perfecta físicamente. Un hombre tonificado completo, pero sin pasar a verse vulgar, un hombre que lleva un pantalón corto que muestras unas piernas perfectas y una camiseta sin mangas que muestra sus brazos fuertes, además una cara echa por dios a mano. Ese hermoso ser esta moviendo su perfecta boca y sus venosas manos, tratando de decir algo que mis odios no logran escuchar. Por que he perdido todos mis sentidos.

- Idiota - escucho una voz a lo lejos - ¡ey! Idiota.

- ¿Si? - respondo sin darme cuenta.

- ¿Estas bien? - al no tener respuesta, me dio un golpe en la frente - despierta.

- ¡ouch! - desperté de mi ensoñación - ¿por que hiciste eso?

- Por que parecías un imbécil mirándome - me sentí un poco avergonzado por mi actitud.

- Lo siento - dije.

- No te preocupes - fue hasta una colchoneta - se que soy fácil de admirar.

- No estaba viéndote.

- Si, claro - me acerque donde él - siéntate en la colchoneta del frente.

- ¿Tu eres Mew?

- Si - me estira la mano - tu debes ser Gulf.

- Si.

- Bien Gulf - se para y me lleva con él - lo primero necesito que te saques la ropa.





No me aguante en poner en papel lo que tenía en mente, pensaba primero dejar descansar mi mente unos días, pero no me dejaba dormir la idea Jajaja... Acá estoy con historia nueva de esta pareja que me trae loca loca

Gracias como siempre por darse el tiempo de leer y no olviden dejar su voto si le gusta la historia....

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