-¡Bienvenidos sean todos a nuestro maravilloso proyecto! -Anunció la voz cantarina de un juglar que danzaba alrededor-. Hoy nuestra compañía itinerante tiene el placer de ofrecerles a los habitantes de esta plataforma una invitación singular... ¡Hey...
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—¡Bienaventurados súbditos del Reino Naranja! Soy Darek, el loco más hechicero (o al revés...) que se encarga de atender como mayordodo. ¿Qué pasa? Trabajo mucho y cobro poco, como todo el mundo. El hecho de que sea un ave parlante debería ser lo que menos te importa, pues hoy traigo a una personita muy especial...
La extraña ave estira de una cuerda y una persona asustada cae desde una ventana multidimensional a una butaca de terciopelo rojo, enfrente de una pequeña mesita baja. Al otro lado se sienta el pajarraco, ajustándose un monóculo:
—Bien, bien, bien... —dijo Darek frotándose las manitas, sobre el taburete—. Podríamos ponernos a tono, si nos cuentas cuánto tiempo llevas escribiendo. Esparciré un poco de polvo asumeverdades para que no te cuestiones lo que soy... Así contestarás de forma sincera.
El rostro de la persona cambia de asustada a pensativa. Ve que enfrente suya, hay una tacita de té que acaba de aparecer.
—Antes escribía en otra plataforma —dijo tomando su taza—, algunos amigos me hablaban de Wattpad, así que un día, decidí crearme una cuenta.
El mayordodo sopesa el perfil de la escritora, y levanta una ceja suspicaz:
—Veo que te gusta mucho toda la literatura para jóvenes reciente; Los juegos del Hambre, Percy Jackson, Divergente... El género juvenil se ve tu favorito. ¿Qué es lo que más te gusta de él?
—Pues... lo considero un género muy atrayente, lo que más me gusta es que en algunos libros juveniles muestra enseñanzas, aparte de lo interesante que son.
—Claro. Es muy importante dar enseñanzas a los jóvenes. ¿Qué es lo interesante, o atrayente de ellas, para ti? Y lo más importante, ¿qué has aprendido tú de ellas?
—Para mí, lo atrayente de los libros de literatura juvenil es la manera en la que los personajes afrontan situaciones que, prácticamente, solo le suceden a un adolescente: el primer amor, las tonterías de la adolescencia —dijo la escritora Lily con rotundidad—. En pocas palabras; los cambios que van teniendo en su vida. De cada libro juvenil aprendo algo distinto. Algunos se inclinan más hacia la amistad, otros hacia el amor, cada uno se inclina hacia algo distinto.
—Sabiendo todo eso, y volviendo a su obra original que planea publicar —dijo el dodo sorbiendo su tacita—. ¿Qué nos podría adelantar de esta? ¿Cuál es, para ti, lo que querrías transmitir en ella?
—En el original que estoy a punto de publicar me gustaría transmitir los problemas adolescentes, ahora que la he leído para corregir algunas cosas antes de publicarla, me he estado basando en los problemas de la adolescencia, pero que sean historias dramáticas o misteriosas (Si no me entiendes, pues... no sabría qué decir, a veces ni yo me entiendo). Así que pregunta lo que quieras.
—Claro, crees que a fin de cuentas, cada persona tiene una adolescencia y unos problemas particulares.
—Pues sí, cada persona tiene problemas distintos, a veces, cuando leo mis propias historias, termino viendo que he escrito mis sentimientos, sin siquiera saberlo.
—¡Eso es algo normal! —Exclama el ave—. Y de hecho está muy bien y demuestra mucho de ti. ¿Cuánto tiempo llevas escribiendo?
—Me alegro de que sea normal —ríe—. En Wattpad llevo tan solo unos meses, escribiendo un año.
La escritora baja los ojos, insegura, y da unos sorbitos tímidos al té.
—Bueno, hay gente que no puede plasmar esas cosas. —la alenta Darek—. Al final del día, puedes ver que acabas poniendo momentos de tu vida, sin darte cuenta. Eso da un poco de miedo, ¿o crees que es inevitable?
—Yo a veces siento miedo es extraño ver aspectos de mi vida en mis historias —reconoce la escritora en un suspiro.
—Alguno que otro se notó en "Presentación de Generaciones" —afirma el dodo mirando la información de sus obras—, pero es inevitable, tranquila. Creo que sería correcto preguntar ahora, ese amor hacia el universo Harry Potter.
—Pues, con Harry Potter empecé mi locura literaria —exclama la escritor—. Sin duda un gran mundo lleno de fantasía.
—La fantasía es de lo que vive el ser humano. ¡Estoy seguro que mucha gente podrá identificarse ahora mismo contigo! Con tus sueños y... ¿las metas?
—Por el lado de mis sueños literarios, me gustaría publicar en físico algún día; una de mis metas es terminar mis fanfics, ya que a veces tengo bloqueos o no encuentro tiempo para publicar (los estudios cubren todo mi tiempo).
—¡Y sobre eso! ¡Por supuesto! —se sobresaltó el ave—. Como autora novel, te enfrentarás a muchos de esos y los sufre toda persona que escriba.
—A veces he pensado hasta en pasarle mis historias a otra persona, pero quiero terminar las historias con las que empecé.
Los fanfics se prestan mucho a eso. Enseñan mucho a ver lo que somos capaces. Dan mucha libertad.
—Eso no se puede negar —dijo la escritora sonriendo—, el drama muestra mucho.
El presentador avícola ve el reloj analógico accionado por monos esclavos en lo alto de la torre y se asusta. Golpea los papelitos sobre la mesa para cuadrarlos:
—¡Pues la verdad es que llevamos hablando mucho...! Se me ha pasado... "volando".
Badum Tsss. ¿Lo pillas? Los dodos no vuelan.
—Muy cierto —afirmó la escritora riendo.
—Muchísimas gracias por confiar en nosotros para hacerte conocer. Ha sido un placer.
—Gracias a la editorial y a ti por hacerme la entrevista ♡
Tomaron el té y se sirvieron galletas de mantequilla, y aun con ellas en las manos, se encaminaron hacia el portal que conduciría a la joven escritora a su mundo.
Todavía bebiendo las ultimas gotas de la bebida, y a punto de activar la palanca, el ave pensó otra cosa (era muy olvidadizo):
—¡Oh! ¿Querríais decir algo más? ¿Lanzar una pregunta al aire...? Frase motivadora para que todo el mundo se anime a perseguir sus sueños...? Los jóvenes suelen sorprenderme con esas cosas.
Sobre la plataforma, la escritora sopesó largo rato, y dijo:
—Una frase que me gusta mucho: "Fija tu rumbo a una estrella y podrás navegar cualquier tormenta".
—Ya han oído amigos. Nunca se dejen los catalejos en casa. ¡Bye!
La palanca bajó, y la escritora apareció felizmente en su mundo.
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