Mi vecino me espía [✔]

Capítulo 14

Narra Purre

Un ruido muy fuerte comenzó a llegarme a los oídos. Abrí los ojos y un olor a palomitas llenó mis fosas nasales.

—Que hambre. —pensé.

Me fui a incorporar, pero todo mi cuerpo me dolió ante ese acto y emití un gruñido de dolor.

—Uhhhh. Chicos me parece que os tengo que dejar, la princesita ya despertó de su sueño profundo. —dijo alguien y giré la cabeza.

¿Jack? ¿Qué hacía yo en su casa?

—No. No le he dado un beso para que se despertara. —habló de nuevo con el ceño frunció. —Aja. No. Vale. Que te den. Adiós. —Apagó con un botón la play y se quitó los cascos que llevaba puestos.

—Ya era hora, llevas desde hace sabe cuánto tiempo sin conocimiento. —habló. —Estaba por llevarte al hospital si no despertabas pronto, pero como respirabas significaba que estabas vivo y eso ya es bastante como para no alarmarse.

Que considerado. Quise mandarle a la mierda, pero tenía la garganta seca. Debió de notarlo porque pasó a la cocina y me trajo un vaso de agua.

—Toma. —me dijo sentándose en la mesa de enfrente del sofá.

Me incorporé a las malas sintiendo como todo mi cuerpo me decía que esta paliza si se iba a notar de verdad.

Me bebí toda el agua sintiendo un picor en los labios. Lo más probable es que estuvieran rotos.

—Tienes que ir a que te vea un médico. Iba a llamar a mi padre para que te mirara, pero dime tú como le explico que te he encontrado en la arena sangrando e inconsciente. — volvió a decirme.

—Estoy bien. —dije consiguiendo sentarme en el sofá. Me fui a levantar, pero me empujó del hombro para volver a sentarme.

—Una mierda, Purre. Si quieres te traigo un espejo para que veas lo horrible que estás, pero sabes perfectamente que puede que tengas alguna costilla rota. —respondió.

Me había dado un pequeño empujón y sólo con eso ya me moría de dolor. Gruñí y apoyé la cabeza hacia atrás.

— ¿Qué ha pasado? ¿Qué has hecho esta vez? —me preguntó.

"Déjame en paz", quise decir, pero joder siempre era él quien acababa recogiéndome cuando pasaba algo así.

—Markus. —dije simplemente

— ¿Otra vez? Tienes que alejarte de toda esa mierda, hermano. —respondió. —La próxima vez te matará directamente.

—No. Esta vez no he hecho las cosas mal como tú crees. Es decir, empezó él. —aseguré y me miró sin entender nada.

Le conté lo que había pasado. Desde que les gané en la carrera y se habían cabreado por la pérdida de 3 millones de euros, hasta lo ocurrido con Pilar en la fiesta.

—Vale, entonces esta vez no te puedo echar la bronca. —Dijo y yo rodé los ojos. —Me sorprende que llamaras a la policía.

Me encogí de hombros y al ver el bol de palomitas en la mesa tomé un puñado. Me dio un manotazo para que no me las comiera.

—Te dije la última vez que quería salir de todo eso y lo voy a hacer, pero además haré que detengan a Markus. —aseguré y él abrió los ojos.

— ¿Estás loco? —preguntó. —Purre, te mataran. No puedes ir tú sólo contra un tipo como Markus.

—Pues ayúdame. —le propuse y aquello le pilló desprevenido.

—Oh no. Yo salí de aquello cuando tenía que hacerlo. —respondió y se levantó para andar por el salón.