Capítulo 38

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Narra Pilar

Hoy era el último día de curso. Ya se podía notar la felicidad de la gente al ir por los pasillos, sin exámenes, sin presiones, ahora comenzaba nuestra vida como adultos.

— ¡Pilula! —me habló alguien mientras metía mis últimas cosas de la taquilla a la mochila. — ¿Lista para nuestra graduación y nuestro baile? —decía Alex dándome una vuelta y mirándome con una sonrisa. —He estado practicando pasos.

—Ya veo. Todos estáis muy ansiosos por el baile. Tampoco lo veo para tanto. —contesté y cerré mi taquilla para no volver a abrirla nunca más.

—Es para tanto. ¡Es la última vez que estaremos todos juntos!

—Mejor ¿no? Odias a la mitad de tu clase.

—Bueno sí, pero... Así arruinas mi ilusión. —me puso un puchero y volví al tema de sus pasos de baile.

—Espero que el cavernícola de tu novio me conceda el honor de bailar contigo una canción sin tener miedo a perder un brazo en el intento. —rio él.

—Tranquilo, un baile está reservado en tu honor. —sus ojos le brillaron de la ilusión y andamos juntos hacia la única clase que íbamos a tener hoy, más bien, a la despedida que nos iban a hacer nuestros profesores.

— ¿Vos también le notas raro? —pregunté pensando que era la única lunática.

—Claro. Él y Colin están mucho juntos y no nos quieren decir nada a Jackson y a mí. Es decir, antes se odiaban, si no llegaban a matarse era un logro y der repente se hacen inseparables. Hay algo raro. No sé qué se traen entre manos, pero una sorpresa como te dijo ayer Zelia, no es. Además, les pregunté a los dos solo una vez y casi muero en el intento. Si las miradas mataran yo estaría ahora a tres metros bajo el suelo. —aseguró y entramos al aula.

Busqué a nuestro grupo con la mirada y nos acercamos a ellos.

—Buenos días. —me dijo Purre y le di un beso rápido. — ¿Ya guardaste tus cosas?

Yo asentí con la cabeza y me senté entre él y Jackson sin comentar nada.

Nuestros profesores comenzaron a darnos una charla de despedida la cual no presté atención.

—Bueno, yo solo os quería decir que ha sido un gusto poder enseñaros a actuar, a interpretar, pero sobre todo, a sentirlo con el alma. Me costó bastante, pero sé que llegareis a ser grandes actores y actrices. —decía nuestro profesor de teatro. Noté que su mirada se posaba sobre Purre. —Espero que alguno de ustedes me invite a su obra o a su película en un futuro.

Hace apenas unos días el director de una nueva película se puso en contacto con él para que hiciera el papel principal de la película. Había sido el único de la clase en conseguirlo, y estaba muy orgullosa de mi novio porque según me habían dicho, este era el curso en el cual más se había esforzado desde hace mucho tiempo.

Purre había aceptado el papel, se iría a Miami pasado mañana. Yo me quedaría acá, en San Francisco, donde me habían dado un papel como protagonista de una serie de Netflix.

Ya lo habíamos hablado, una relación a distancia no era nada fácil, pero los dos estábamos convencidos en que íbamos a poder hacerlo. Además, Purre volvería acá nada más acabar la película. Sólo se iba a Miami un par de meses ¿no?

—Tranquilo profe, que en el estreno vos serás el primero en la lista. —contestó él con una sonrisa.

—Eso espero José porque lo que me has hecho sufrir estos años no tiene precio. —los dos rieron y todos los presentes les miraron con una sonrisa.

Mi vecino me espía [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora