║Aℓ σтRσ ℓα∂σ ∂єℓ мυRσ║

01

Argentina fue rechazado por su familia al nacer por tener albinismo, su piel era demasiado clara y sus ojos de un color celeste blanquecino.
El era un chico precioso pero para sus padres era una vergüenza por ser diferente.

Apenas fue detectada su enfermedad lo encerraron en el sótano dandole solo dos comidas al día. Lo remodelaron para que parezca una habitación, tiene un baño y todo lo necesario, porque podian ser unos idiotas, pero crueles no, no es un animal.

Su familia era la más rica del pueblo, los otros eran clase media o baja. Los pueblerinos estaban enterados que Italia estaba embarazada, a los 8 meses se rumoreaba que perdió el bebé cuando se cayó de panza mientras se bañaba... Pero eso no fue así, el bebé nació prematuro y con albinismo pero lo ocultaron.

A los seis les pidió a sus papás un libro para leer, sus padres le regalaron una única vez, 30 libros, y un libro extra en blanco de más de mil páginas para que haga lo que quiera.

Ya de por si el albiceleste era inteligente por lo que solo y de a poco aprendió a leer.

Argentina creció sus 8 años sin amigos. Lo único que tenía era su libro con historias que el mismo escribió. Eran historias de horror con las que se entretenía.

Había una rendija cerca del techo que daba hacia afuera, el pueblo en donde vivian estaba al lado de un bosquecito donde los nenes iban a jugar siempre. Su padre le dijo que si escuchaba algún ruido al otro lado de la rendija debía quedarse quieto y no hacer ningún ruido.

_Aquí tienes tu almuerzo_ abrió la puerta y tiró un tupper por las escaleras, esperó que Argentina lo agarre para cerrar la puerta de golpe.

El bicolor lo abrió eran sobras de la cena del día anterior seguramente, tenía gusto a recalentado. Había también un tenedor de plástico, lo comió, sabía riquísimo. Al terminar apoyó el tupper sobre el último escalón como siempre lo hacía.

Luego de eso, agarró una linterna y se metió abajo de la sabana a leer un libro llamado, "más de 2000 historias para leer a oscuras". Hasta que escucho a alguien cantar.

_En un bosque, de la china, la Chinita se perdió, y como yo andaba perdido nos encontramos los dos~_era una voz de un niño seguramente de su misma edad, su voz era dulce y melosa, muy hermosa a su parecer. Se escuchó como el pasto crujía, como si estuvieran dando saltitos.

Se quedó quieto y siguió leyendo, ya estaba acostumbrado. Se escuchó un último crujido un poco diferente, asumió que ya se había retirado así que se acomodó y siguió con su lectura.

Suspiró con calma. Pasaron como unos 2 minutos, y en la mente de Argentina no paraba de pasar esa canción, sin duda era muy pegadiza.

_En un bosque de la China la Chinita se perdió_ cantó despreocupadamente total el niño ya se había ido.

_¿Hola?_ pero... el chico no se había ido, al parecer solo se había sentado apoyándose contra la pared de la casa

_...

_Holaa_ repitió_ se que hay alguien ahí, te escuché.

_No tendrías que haberme escuchado...

_Cantas muy lindo_declaró

_...vos también, pero por favor hacé como que no escuchaste nada y andáte.

_No_ se escuchó una risita.

_Me vas a meter en muchos problemas.

_Hey...

_¿Que?

_Esta es la casa de la familia más rica del pueblo, ¿Que haces ahí abajo?

_No te importa

Se escuchó una risa

_Si me importa, si no, no te habria preguntado.

Otra risa más se oyó.

_¿Como te llamas?

_Argentina, ¿Y vos?

_Canadá