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Frank POV

Mis manos temblaban

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Mis manos temblaban. Estaba sentado buscando con la mirada a la persona que me vendría a buscar. Derramé un poco de café en mi sudadera al intentar darle un sorbo. Por dios, Frank, cálmate. Inhala, exhala, inhala, exhala.

-Señor, ¿esta bien? -preguntó una azafata que venía en mi dirección. Asentí, ella sonrió, me saludó cortésmente y continuó caminando.

¿Ves? Hasta la azafata se da cuenta de que estas nervioso. Dios, necesitas calmarte.

Pensé en los últimos dos años. Me había mudado a Estados Unidos con mis padres para continuar con mis estudios lejos de todo mi pasado. Pero no importaba a donde fuera, su recuerdo siempre me acechaba. Intenté salir con alguna que otra persona, nada nunca llegó a algo serio.

Él único que sabía de mi paradero era Borja, era en el único que confiaba.

Me dedique a imaginar como se verían ahora los demás. Sé que la pandilla ya no estaba junta porque Borja me lo había dicho, pero ¿volvería a ver a Guillermo? Sacudí mi cabeza, liberándome de esos pensamientos. No. Si le vuelvo a ver, le partiré la cara. Él fue la razón por la que me fui.

Un mensaje me llegó, era de Borja.

"Ya estoy en el aeropuerto." Inhala, exhala, inhala, exhala.
"Traje a más personas conmigo." Inhala, inhala, no... me equivoqué... ¿espera qué?
"Pensé que te gustaría verlo." NO NO NO NO NO.
"Creo que ya te ví."

Alguien toco mi hombro. Con miedo, volteé.

Vi a Borja, con una sonrisa de lado, sus ojos avellana y aspecto alegre de siempre, no había cambiado mucho. Eso sí, se había puesto en forma y ahora era más alto. Le abracé.

-Gracias tío... Que tenía miedo de que nadie viniese por mí -bromeé. Soltó una risa un tanto incomoda. Alguien carraspeó. Mire para ver quien era.

¿Samuel? Estaba más diferente de lo que recordaba. Tenía ojeras que cubrían sus ojos, cabello despeinado. Era más alto que antes, pero su brillo se había desvanecido. Ahora era casi invisible y difícil de reconocer.

-Hola... ¿cómo has estado? -pregunte, Samuel se me quedó viendo. No se esperaba eso. Dudó unos segundos pero me abrazó.

-Joder Frank... te extrañe demasiado... No sabes cuanta falta hacías -sonreí, correspondí a su abrazo. Yo también le había extrañado. Borja, Samuel y yo éramos quienes se apoyaban unos a otros. Les quería y tenían un lugar muy importante en mi corazón.

-Yo también te extrañe... Lo siento, lamento haberlos dejado, jamás pensé que todo esto pasase por mi culpa... -Borja se había unido a aquel abrazo. Me sentí nuevamente como cuando era un niño. Por unos segundos pensé que todo ya estaba arreglado.

-Que tampoco te emociones, lo jodiste todo, pero ellos son demasiado buenos y te perdonan. Pero yo no -esa voz...

-¿A-Alex? -cuando le ví, pude distinguir que no cambió gran cosa. Ni siquiera en estatura. Sin embargo, su mirada desprendía odio y rabia- Hola...

-Solo estoy aquí porque ellos me obligaron, tenía planes que cancelé con Miguel... -dijo lo último viendo a Borja, quien se rió y rodó los ojos- Ahora, ya que estoy aquí, aprovecho.

De la nada, sentí el ardor de mi piel irritada por la cachetada que Alex me acababa de dar. Le miré asustado. La mayoría de gente se paró a ver que pasaba. Sus ojos se llenaron de lagrimas. Comenzó a alejarse.

Le miré. La distancia se iba haciendo cada vez más presente. No quiero dejarte. No otra vez. Olvide a Borja y Samuel, solté mi equipaje y corrí hasta él.

-¡Alex! ¡Para! ¡Espera! -le tomé del brazo cuando estuve lo suficientemente cerca. No volteó a verme, ni siquiera se molestó en parar, seguía caminando mientras yo le perseguía- Escúchame, por favor, solo déjame explicarte...

-No hay nada que explicar Frank, me dejaste, ¡¡ME ABANDONASTE!! -se deshizo de mí agarre y me empujo, alejándome de él.

-¡Lo sé! Y me arrepiento todos los días de haberlo hecho porque... Porque no se que tuviste que pasar gracias a mi, y te juró que intente e intente olvidarte -mi voz se quebró y mi vista se volvió borrosa gracias a las lagrimas que intentaba contener- pero todo me recordaba a ti, no te merecías nada. Yo no te merecía. Y era eso lo que me lastimaba. Porque, porque...

-No sigas. Solo... Aléjate de mí, ya has hecho suficiente... -Le prometí protegerle. Le prometí amor incondicional. Y le fallé. Le fallé a él y todos.

-Alex, ¡TE AMO! Por Dios... daté la vuelta y dímelo a la cara. Dime que quieres que me valla y me iré. -lentamente se dió la vuelta. Pude apreciar su bello rostro nuevamente. Estaba cubierto de lagrimas. Su ceño estaba fruncido y su boca entreabierta. Se limpió el rastro de lagrimas y me miró.

Sus orbes negros me miraba, parecía estar pensando que hacer. Se acercó. Involuntariamente, mis brazos le envolvieron. Él no se movió, pero tampoco se resistió. Simplemente permaneció ahí, parado.

-No sabes cuanto te extrañé, te busque, intente por todos los medios pero no te encontré... Estuve un año entero buscándote con los chicos, después me rendí. -suspiré, iba a disculparme, a explicarle todo. Pero algo me detuvo- Quédate... Pero solo si esta vez es para siempre...

Esas palabras me llenaron de vida. Le solté, nos miramos por minutos. Nuestras miradas estaban conectadas. Una gran sonrisa cubría mi rostro.

-Lo haré, me quedaré contigo, solo dame una oportunidad, una última... -Alex se veía tan hermoso. Como hace dos años...- Perdóname. Jamás lo volveré a hacer.

Él asintió repetidas veces, y las lagrimas volvieron.

-Todo este tiempo... Tan solo quería eso, una disculpa. Eso me bastaba Frank. Porque te amo demasiado que te perdonare

Un cálido y suave beso. Eso fue lo que paso después. Nuestros labios se habían juntado en un tranquilo beso. Había olvidado lo que era sentir esto. Perfección. Él era la definición misma de la perfección.

-Me alegra ver que ya se hallan resuelto las cosas -la voz de Samuel se oyó a la distancia. Me separé para ver a Samuel, quien al igual que Borja, estaba cargando una maleta.

-Joder, perdón, había olvidado las maletas -me ofrecí a cargarlas pero los chicos se negaron.

-Esta bien, ustedes tienen más cosas de las que hablar. Te esperaremos en mi apartamento, ya te envié la dirección, ahí dejaremos tu equipaje -dijo Borja, ambos me sonreían. Asentí y me volví hacía Alex.

-¿Nos vamos? -él sonrió y me tomo de la mano, llevándome a travez de la gente.

Ambos reíamos, corríamos por ahí y por allá. A partir de ahora, las cosas mejoraran.

















Me right now:

Digamne, ¿que piensan de Frank?

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Digamne, ¿que piensan de Frank?

Los leo👀👀

luv yaaaa'll💖💗

ѕ н у η є ѕ ѕ || яυвєgєттαDonde viven las historias. Descúbrelo ahora