Samuel y Ruben han ido a los mismos colegios desde que aprendieron a caminar. Lo raro es que nunca se habían topado, no hasta el pequeño incidente en su tercer año de bachillerato.
Ruben tira la comida de Samuel por accidente y se ofrece a recompen...
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-Entonces... ¿me lo dirás? -pregunté finalmente. Frank no paraba de mirarme con una sonrisa tonta en su rostro- El porque te fuiste...
-Si...sí, creo que es hora de hacerlo -se acomodó en su asiento y aclaró su garganta- Verás, todo empezó cuando Samuel y Guillermo comenzaron a salir, sabes que yo era muy cercano a Samuel porque... bueno tú sabes el porque -asentí. Ellos siempre habían sido amigos, por eso cuando desapareció, acudí a Samuel, pero él "no sabía nada".
<<El caso es que Guillermo pensó que yo me traía algo con Samuel y me amenazó varias veces. Dijo que te diría... te diría sobre la chica con la que "tuve una aventura" -me quedé viéndole, mi corazón dejo de latir- Pero, pero, fue antes de que comenzáramos a salir, lo juró. Si hay algo que jamás haría sería eso...
-¿Entonces te fuiste por eso? No le halló gran...
-Deja que terminé Alex...Estaba comprometido -y nuevamente, sentí mi pecho arder- Mis padres querían que me casara con aquella chica, Guillermo lo sabía. Me fui porque mis padres se enteraron de lo nuestro, claro, gracias a Guillermo... me amenazaron Alex, te iban a hacer daño... Eras tú o ella....
-Y la elegiste a ella -pareció más afirmación que pregunta. Él negó, pero, ¿cómo podía saber si decía la verdad?
-No, no, no. Jamás, les dije que prefería morir antes de ser infeliz con ella, pero era menor de edad, no podía hacer nada, no como ahora. Ellos simplemente me llevaron. Tomaron mis pertenencias. Se encargaron de que no me buscases.
<<Cuando logré tener su confianza nuevamente, me dieron un nuevo teléfono, sin ningún contacto. Lo primero que hice fue llamar a alguien, en busca de ayuda. El único numero que me sabía de memoria era el de Lanita, por razones obvias -asentí, recordando que ambos se solían llevar muy bien, de hecho, eran mejores amigos.
<<Le pedí que hablase con Borja, lo cual hizo en cuestión de horas, recibí su llamada un día después de hablar a Lana, le rogué que te contactase, él me dijo que lo haría. Y cuando todo parecía mejor... mi madre falleció. Y fue ahí... fue ahí que el infierno se desató...
Sus ojos se cubrieron de lagrimas. Agarre su barbilla e hice que me mirara. Una sonrisa débil se dibujo en su rostro. Le besé. Lenta y dulcemente. Él no me mentiría. ¿Por qué estaba dudando tanto de él? Él era mi chico. Y yo era su chico. Así había sido siempre.
¿Por qué le intente reemplazar? ¿Por qué no acepté que le necesitaba desde el día uno de su ausencia? ¿Por qué?
-Te amo como no tienes ni idea, pasé lo que pasé. Somos Alex y Frank. ¿Entiendes? Nada ni nadie lo cambiara... Creo que es suficiente por hoy, ven, oí de una buena heladería que queda a unos minutos -no le iba a hacer pasar más tiempo así. Le haría el chico más feliz. Porque ya me hacía a mí la persona más feliz.
Caminamos hasta el lugar que había comentado antes. La heladería era hermosa, colores pasteles adornaban el interior y exterior. Era muy tranquilo el ambiente, me gustaba.
-Buenas -dijo cierto castaño llamando nuestra atención- ¿Saben qué van a ordenar?
Sonreí incrédulamente. Miguel se encontraba parado frente a nosotros. Por eso me recomendó este lugar.
-Buenas tardes, me gustaría una paleta de limón... ¡No! Mejor de cereza.... Oh espera... mmmm, ¡es que hay muchos sabores! -reí enternecido por la escena. Frank intentaba ver entre todas las opciones de el letrero gigante que había.
-Es una heladería, se supone que tiene variedad, cariño -le dije mientras miraba a Mangel, el rodó sonriendo también.
-Si me permite, yo le recomendaría el helado de queso, muy buen sabor -dijo Miguel mientras sacaba un cono y ponía una bola de aquel helado ya mencionado.
Frank lo tomó con una sonrisa en su rostro. Parecía un niño pequeño.
-Tú ya sabes que quiero -le dije a aquel chico mientras sacaba mi billetera. Frank nos miro extrañados.
-¿Vienes aquí seguidamente? -Mangel y yo nos lanzamos una mirada complice. Negué.
-No, pero es mi mejor amigo, se supone que debe de saber que me gusta. Por su bien -Miguel soltó una carcajada mientras me ofrecía el helado de menta con dos bolas- Gracias, ten.
Le di el dinero pero él se rehuso a tomarlo.
-No, insisto, la casa invita -volví a susurrar un "gracias" y me retiré junto a Frank.
Me alegraba que Mangel y yo hubiésemos arreglado las cosas. Ambos sabíamos que lo nuestro no funcionaría ni aunque intentáramos.
Frank y yo paseamos por el parque, tomados de la mano. Reíamos y vivíamos el momento. Me miraba cómo hace años nadie lo hacía. La lluvia llegó. Llegamos corriendo hasta un establecimiento que ya estaba cerrado. Entre risas me percaté de su mirada completamente fija en mí.
Ninguno parecía querer romper esa union, esa sincronía. No hacía falta hablar, ambos sabíamos lo que el otro pensaba.
-Solo dime que no me soltaras -dije en un susurro- Que no te irás, solo dilo...
Nuestros rostros se juntaron. Rozó mi nariz con la suya. Su lengua saboreó mi labio inferior. El ruido de la lluvia ocupaba todo el ambiente. Mis ojos se cerraron. Esperando su respuesta.
-Te extrañe demasiado como para dejarte ir nuevamente, te necesitaba, pero nunca te lo demostré. Quiero quedarme contigo, hasta que tengamos canas y seamos ancianos. No me iré...
Y nos fundimos en un nuevo beso. Uno lleno de pasión y amor. Frank, te amo.
Sabía que a la mañana siguiente, despertaría como en los viejos tiempos, con sus brazos rodeándome.
Staxxby es muy bonito uwu
espero que les halla gustado, ¿qué piensan del staxxby?
